La identidad del voluntariado social desde un compromiso ético
| Autor | Jesús Fernández Rodríguez |
| Cargo del Autor | Profesor Contratado Doctor Departamento de Servicios Sociales y Fundamentos Histórico-Jurídicos Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED) |
| Páginas | 371-390 |
LA IDENTIDAD DEL VOLUNTARIADO SOCIAL
DESDE UN COMPROMISO ÉTICO
J F R
Profesor Contratado Doctor
Departamento de Servicios Sociales y Fundamentos Histórico-Jurídicos
Universidad Nacional de Educación a Distancia
(UNED)
1. INTRODUCCIÓN
La Real Academia Española (RAE) define el voluntario como “una persona
que realiza un trabajo o servicio por propia voluntad sin esperar contraprestación alguna”,
definición clara de su significado y de la actitud y compromiso que nace del mis-
mo, al especificar que el voluntariado “es un acto que nace de la propia voluntad”. En
esta descripción que presenta la RAE se encuentra ya la base para contextualizar
el objeto de estudio de este capítulo, ya que nos sitúa directamente en la identi-
dad que rige este movimiento y su principio más importante: la voluntad desinte-
resada de realizar un trabajo hacia los demás.
Lo complicado es intentar diseñar un solo criterio para poder definir el tra-
bajo voluntario, ya que el auge del voluntariado en España es relativamente nue-
vo si se compara con otros países, aunque presenta una fuerte heterogeneidad,
como consecuencia de las transformaciones que se han producido en las propias
organizaciones voluntarias. Por tanto, resulta difícil realizar un diagnóstico sobre
la realidad del voluntariado en nuestro país desde un aspecto moral, teniendo en
cuenta la diversidad de perfiles y organizaciones que existen en la actualidad y
que dan cabida a este movimiento.
El marco jurídico que regula el voluntariado responde también a esta plu-
ralidad. Si bien existe una ley general que regula el concepto del voluntariado,
las distintas Comunidades Autónomas (CCAA) también ha desarrollado durante
estos años normativas específicas en esta materia.
La visión actual del voluntariado lo sitúa en un espacio intermedio entre el
ámbito laboral y de actividades no profesionales. Por tanto, resulta necesario es-
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tablecer una serie de directrices claras que den identidad y marquen el camino
a desarrollar por las personas que emplean su tiempo en ayudar a los demás de
forma desinteresada. Se debe también tener en cuenta que es una tarea que se
desarrolla dentro de una organización, totalmente altruista, libre y gratuita.
El altruismo, la voluntariedad y la libertad tiene que ver directamente con el
sujeto voluntario, protagonista de la acción. Mientras que la gratuidad y la vincu-
lación a la organización, hace referencia a la propia actividad del voluntario.
2. QUÉ SIGNIFICA SER VOLUNTARIO
2.1. Definición
La complejidad del voluntariado también se refleja en la manera de abordar
el concepto. Queda claro que desde una perspectiva individual la actividad volun-
taria la desarrollan las personas de forma desinteresada, prestando sus capacida-
des y tiempo en beneficio de otros ciudadanos, aunque no se debe olvidar que
la acción participativa del voluntario ya define de por si su labor solidaria y com-
prometida socialmente. En esta misma línea se sitúan autores como Rodríguez
Cabrero, que consiguen unificar ambas posturas:
En realidad, la definición del voluntario se constituirá como una condensa-
ción compleja y dinámica (e incluso contradictoria) entre lo que los sujetos
sociales entienden por voluntariado –nivel expresado a nivel discursivo-, y
aquello que hacen los voluntarios/as (nivel de la práctica social: la acción
social voluntaria) 1.
Como ya se ha mencionado, un voluntario/a es la persona que, por elección
propia, dedica una parte de su tiempo a la acción solidaria, altruista, sin recibir
remuneración por ello. La propia acción se convierte en un medio de expresión
y contextualización de su identidad, mediante un trabajo individual y un compro-
miso solidario que busca mejorar la vida colectiva.
Para poder expresar y experimentar al mismo tiempo ese movimiento es ne-
cesario cumplir una serie de características como:
— La voluntariedad de las acciones desempeñadas.
— Debe formar parte de la producción de un bien o un servicio.
— Tiene que estar orientado a terceros y no a uno mismo.
1 Rodríguez Cabrero, C. (2003) Las entidades voluntarias de acción social en España.
Informe general. Fundación FOESSA, (pp. 226).
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