La figura de sócrates y el ΛόΓΟΣ: reconstrucción de un ΔΙΑΛΈΓΕΣΘΑΙ antirrelativista, antidogmático y terapéutico
| Autor | Ignacio Marcio Cid |
| Páginas | 756-778 |
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CAPÍTULO 42
LA FIGURA DE SÓCRATES Y EL ΛόΓΟΣ:
RECONSTRUCCIÓN197 DE UN ΔΙΑΛΈΓΕΣΘΑΙ198
ANTIRRELATIVISTA, ANTIDOGMÁTICO
Y TERAPÉUTICO
IGNACIO MARCIO CID
Universitat de Barcelona
1. INTRODUCCIÓN
Este trabajo pretende, primero y esencialmente, estudiar el uso que del
λόγος hace la figura del Sócrates a partir de los testimonios de Platón y
Jenofonte. Se trata, pues, de comprender y estudiar la presencia y uso
del término y concepto en Sócrates, para presentar al tábano de Atenas
como eslabón necesario en la continuidad que lleva la denominación
técnica de ‘filosofía(s) del logos’, señalando 1) las diferencias y seme-
janzas entre el λόγος Socratis199 y el sofístico; 2) la fundación del diá-
logo racional-veritativo (antirrelativista) correlacionado con la refuta-
ción, y la agrafía intencional con vistas a la apertura y al cuidado
anímico. De acuerdo con lo propuesto y tras algunas aclaraciones, se
estudian, en los textos antedichos, las ocurrencias de vocablos ligados a
la familia léxica de λόγος y se apunta su carga semántica-filosófica, a
fin de justificar la pertinencia de insertar a la figura de Sócrates en la
línea de la(s) filosofía(s) del logos (no sofístico). En síntesis, el empeño
197 En la reconstrucción que es tentativa, tan precaria como larga es la mediación, debe evi-
tarse la nostalgia del absoluto, un imposible regresuss ad originem, pues nadie conserva las
ipsissima verba Socratis y no debe cometerse una “regressione del testimone” (Sini, 1996:
185; 2000: 216, 219-220).
198 Se escribe el verbo en voz media, con el sentido de dialogar, mientras la voz activa,
διαλέγειν, alude a distinguir, dirimir.
199 Se usa en cursiva y latín para señalar la dificultad espinosísima o quizás insoluble de resti-
tuir la figura de Sócrates.
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principal de esta arqueología léxico-filosófica busca problematizar, con
afán aclaratorio, en qué sentido es la figura de Sócrates un filósofo del
λόγος.
Al menos desde que la expresión Del mito al logos, acuñada por W.
Nestle (1940) con el título de su libro, hizo grandísima fortuna como
descripción del advenimiento de la filosofía en Grecia, la identificación
entre filosofía y logos se ha convertido más si cabe, pese a no perder
profundidad, casi en un lugar común, un tópico, cuyo uso, aunque pre-
ciso, en ocasiones se menciona como algo sobreentendido, sin mayor
reflexión. A este respecto, es evidente el interés suscita que el concepto,
en especial, si se toman en consideración obras como las de Heinze
(1872) o Aall (189, 198), estudiosos del siglo XIX, que rastrean el
devenir histórico-filosófico del λόγος. Además de la bibliografía que se
cite oportunamente, en fecha más reciente deben mencionarse, para
mostrar lo vivo del interés investigador, los dos volúmenes coordinados
por Boudouris (199), como Philosophy of Logos, o el conjunto de ar-
tículos coordinado y prologado por Perilli (201), Logos: Theorie nd
Begriffsgeschichte. El propio Boudouris (199, I, 9-10) observa lo si-
guiente, que sirve para abrir esta reflexión:
“The Greek concept of Logos provides the unifying web that ideally per-
meates every activity and makes life worth living. No other term in Hel-
lenic intellectual history had such varied, many-sided meaning, and yet,
it remained a concept which harmoniously integrated the scientific, on-
tological, metaphysical, logical, linguistic, political and moral contents
of meaning. (…) The Greeks did not commit the error of the modern age
of reducing Logos to strict logic and one-sided rationalism”.
Cabe mencionar, por último, problemáticas nociones como ‘milagro
griego’ o el salto abrupto entre λόγος y μῦθος. Pese a no ahondar en
ellas, sí debe anotarse su sesgo valorativo y cosmovisional a favor del
primero en lo filosófico-científico y su vínculo polémico de continuidad
o ruptura con el μῦθος.
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