El fact-checking de maldita. es en tiktok: el lenguaje visual de maldito bulo
Autor | José patricio pérez-rufí. Milagros Expósito-Barea. Miguel Ángel Pérez-Gómez |
Páginas | 988-1006 |
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CAPÍTULO 54
EL FACT-CHECKING DE MALDITA.ES EN TIKTOK:
EL LENGUAJE VISUAL DE MALDITO BULO42
JOSÉ PATRICIO PÉREZ-RUFÍ
Universidad de Málaga
MILAGROS EXPÓSITO-BAREA
Universidad de Sevilla
MIGUEL ÁNGEL PÉREZ-GÓMEZ
Universidad de Sevilla
1. INTRODUCCIÓN
Este trabajo toma como objeto de estudio la actividad y el lenguaje vi-
sual de la cuenta Maldito Bulo, como marca ligada al proyecto de veri-
ficación de datos Maldita.es, en la plataforma de vídeo social TikTok.
La red TikTok, con origen en China, es una plataforma emergente que
disparó su número de seguidores a partir 2020, definiéndose además por
una audiencia muy joven (Ballesteros, 2020). La reciente pandemia de
coronavirus Covid-19 dejó igualmente en evidencia el uso deshonesto
de TikTok, como con el resto de redes sociales, al difundir noticas falsas
o maliciosas sobre salud (Ballesteros, 2020; Alonso-López, Sidorenko-
Bautista y Giacomelli, 2021; Basch et al, 2021; Shang et al, 2021; Lu y
Shen, 202). Aunque en 202 son abundantes los trabajos que toman
como base las actividades, dinámicas y metodologías de los fact-che-
ckers, aún son pocos los que analizan las cuentas de las plataformas de
verificación en TikTok, como sí hacen, por ejemplo, Sidorenko-
423 Este trabajo fue escrito en el marco del Proyecto de Investigación “Transmedialización e hi-
bridación de ficción y no ficción en la cultura mediática contemporánea (FICTRANS)”, Ref.
PID2021-124434NB-I00, financiado por MCIN/AEI/10.13039/501100011033/FEDER Una ma-
nera de hacer Europa, Plan Estatal de Investigación Científica, Técnica y de Innovación 2021-
2023.
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Bautista, Alonso-López y Giacomelli (2021) o García-Marín y Salvat-
Martinrey (2022).
Señalan Sidorenko-Bautista, Alonso-López y Giacomelli (2021, p. 91)
que “el periodismo ha empezado a tener presencia en TikTok mediante
el denominado periodismo de verificación” y que “TikTok tiene un gran
potencial para el periodismo de verificación trabajando desde la propia
narrativa de la red social y fomentando la interacción con la audiencia”
(p. 108).
El fact-checking puede definirse como “una operación que aplica técni-
cas del periodismo de datos para desenmascarar los errores, ambigüeda-
des, mentiras, falta de rigor o inexactitudes de algunos contenidos pu-
blicados en los medios de comunicación”, además de redes sociales
(Ufarte-Ruiz, Peralta-García y Murcia-Verdú, 2018, p. 74). García-Vi-
vero y López-García (2021, p. 28) lo entienden como el “conjunto de
actividades que se centran en analizar, contrastar y verificar informacio-
nes que presenten una veracidad dudosa”.
El fact-checking se basa en la revisión y la verificación de datos o de-
claraciones, “certificando la veracidad de las cifras y contenidos expre-
sados” (Notario y Cárdenas, 2020, p. 77), de tal forma que puede enten-
derse como “un servicio” (Carr, Cuervo y Daros, 2020) o como “perio-
dismo de verificación de hechos factuales” (Rodríguez Pérez, 2019, p.
9). Según Blanco-Alfonso, Chaparro-Domínguez y Repiso (2021), el
auge de los fact-checkers se explica por la demanda por parte tanto de
medios como de plataformas como Google o Facebook, ante el aumento
de la propagación de desinformación.
El Grupo de Investigación FACCTMedia se refiere a los fact-checkers
como “instrumentos de rendición de cuentas” o “servicios de verifica-
ción” (Herrera y Luengo, 2022). Estas webs “funcionan como un instru-
mento o una herramienta para recuperar la credibilidad en el periodismo
y contribuir (…) a la revitalización de la democracia y del discurso pú-
blico” (López-Pan y Rodríguez, 2020, p. 1047). Sin embargo, según Es-
teban-Navarro et al (2021), “los servicios de verificación de hechos no
pueden garantizar la plena confianza en la objetividad de sus productos”.
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