Derecho Civil - Arrendamientos
| Autor | Catalino Ramírez Ramírez |
| Páginas | 1871-1877 |
Los arrendatarios de unas tierras y un caserío unido a ellas ejercitan la acción de retracto ante el Juzgado número 1 de San Sebastián, consignando el importe de la transmisión en el Juzgado, que estima la demanda, pero la Audiencia de Pamplona, en apelación, revoca la anterior.
No prospera el recurso de casación. Son rústicos los arrendamientos por los que una parte cede temporalmente a otra el disfrute de una finca rústica o de alguno de sus aprovechamientos mediante el precio, con el fin de dedicarla a una explotación agrícola o ganadera, pero con la excepción de no incluir las tierras que por su proximidad a poblaciones, estaciones ferroviarias, carreteras, puertos o playas tengan un valor superior al duplo del precio que normalmente corresponde a las de su misma calidad y cultivo, excepción a la que deben atenerse los Tribunales sin que puedan limitarla ni ampliarla por otras disposiciones de rango reglamentario, tanto por imperativo constitucional (art. 9, 3, de la Constitución) como por disponerlo así el Código Civil (art. 1, 2), respondiendo al principio de jerarquía normativa, por lo que no procede el argumento del recurrente de que las tierras situadas fuera de las zonas o planes de ensanche de las poblaciones y próximas a éstas o a los lugares antes indicados sólo se excluyen de la normativa arrendaticia cuando de hecho no están dedicadas a usos agrícolas, quedando sometidas a ella las dedicadas a fines agrícolas, cualquiera que sea su valor, con lo que se da trato de rústicos a arrendamientos que, a tenor del texto legal, quedan excluidos, conclusión que concuerda con la vigente Ley de 31 de diciembre de 1980, aunque ésta no sea aplicable a la litis por el principio de irretroactividad, por lo que procede negar a la finca arrendada, sita en el ensanche de Irún, la cualidad de rústica, ya que el valor industrial de la finca era superior en un 8 por 100 al agrícola.
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R. R.
El arrendatario de unas fincas rústicas y de una casa agrícola se enteró de la venta de las mismas al ser citado de conciliación por el adqui-Page 1872rente para que abandonase estas fincas, por ser un precarista. Entonces se le mostraron los títulos de adquisición de la casa y de las fincas por separado, con un precio de un millón de pesetas en total, por lo que promueve demanda de retracto ante el Juzgado número 2 de Vigo que la admite, así como la Audiencia, en apelación.
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