El cuento de los bancos centrales

AutorJorge Pérez Ramírez
Páginas99-139
CAPÍTULO III
EL CUENTO DE LOS BANCOS CENTRALES
«Hoy en día la alquimia se considera superstición [...] pero
una forma de alquimia será suficiente si una sustancia sin valor
se transforma en otra con valor: el papel, por ejemplo, en dinero.
En consecuencia, podemos interpretar un proceso económi-
co como alquimia si es posible llegar al dinero sin haberlo ganado
con el esfuerzo correspondiente: si la economía es un sombrero de
copa, por así decirlo, que da como resultado un conejo previamen-
te inexistente. Por tanto, si una auténtica creación de valor es posi-
ble sin tener ningún límite es, en este sentido, hechicería o magia».
Money and Magic
Hans Cristoph BINSWANGER (1929-2018)
«Nuestro sistema financiero guarda similitud con una pirámi-
de y solo quienes se hayan en la proximidad de la punta gozan de
sus ventajas; y los demás, en cambio, los que conforman la base,
poco o nada disfrutan de todo el dinero que existe».
El joven Moncada
Alexander LERNET-HOTENIA (1897-1976)
SUMARIO: I. BANCOS Y GUERRAS.—II. DE BANCOS MUNICIPALES A
BANCOS CENTRALES.—1. La vanguardia de los Bancos Centrales.—A. El
Banco de Inglaterra.—B. La Reserva Federal de los Estados Unidos de Amé-
rica.—C. El Eurosistema. El Banco Central Europeo.—III. CRISIS BANCA-
RIAS MODERNAS.—1. Crisis financieras sin bancos centrales.—2. Crisis fi-
nancieras con bancos centrales.—IV. EL GRAN RESCATE. PRIVILEGIO DE
LOS BANCOS—V. 2020. EL AÑO QUE VIVIMOS PELIGROSAMENTE.—
VI. LOS BANCOS CENTRALES EN EL SIGLO XXI.
100 Jorge Pérez Ramírez
I. BANCOS Y GUERRAS
Primus nervus belli, pecuniam (el dinero es el primer nervio de la
guerra), con estas palabras Marco Tulio Cicerón se dirigía al Senado
romano en enero del año 43 a. C. 1. En la Edad Media los banqueros
italianos fueron llevados a la quiebra no por las burbujas financieras
como en los tiempos actuales, sino por los incumplimientos de los
monarcas ingleses.
Tras la Edad Media, las monarquías europeas experimentaron un
proceso de centralización alentadas por las cada vez más costosas gue-
rras entre sus territorios. Los monarcas se esforzaron por centralizar
un número cada vez mayor de competencias e imponerse como única
fuente de legitimidad política en su territorio. A diferencia de las ciu-
dades y «repúblicas mercantiles» medievales europeas, la alineación
de intereses entre el soberano y sus prestamistas estaba mediatizada
por la desconfianza hacia el dinero emitido por el soberano, tanto por
la adulteración monetaria como por las suspensiones de pagos.
Durante el siglo XVI, los banqueros europeos, de manera particu-
lar los Fugger y los Welser habrían de jugar un papel destacado en la
financiación de la política imperial y las guerras de religión de la casa
de Austria que tendrían como consecuencia la ruina de la hacienda
de Castilla junto con el inexorable debilitamiento del reino 2. La per-
cepción de la época de que el dinero era, por excelencia, el dinero
metálico de oro y plata, produjo un incesante flujo de remesas de
estos minerales extraídos en la América española y portuguesa hacia
los banqueros europeos.
En la Edad Moderna, las guerras entre las monarquías europeas
fueron el motor de las finanzas modernas y de transcendentales innova-
ciones financieras de los mercaderes-banqueros a raíz de estas circuns-
tancias, como vimos en el capítulo precedente que ocurrió en 1688 en
Inglaterra tras la «Gloriosa Revolución». Mas adelante, de manera si-
milar a los monarcas europeos, los movimientos revolucionarios de fi-
nales del siglo XVII primero en los Estados Unidos y después en Francia
obligaron a las colonias estadounidenses y a los revolucionarios fran-
1 CICERÓN, M. T., 43 a. C, 1994.
2 CARANDE, R., 1977, 2004.
El cuento de los Bancos Centrales 101
ceses a emitir cantidades nunca vistas hasta entonces de papel moneda
para financiar las necesidades de sus revoluciones.
La emisión de papel moneda suscitó controversias de inmediato,
y estimuló la búsqueda de un mecanismo de estabilidad a la creación
de dinero. El «patrón oro» pareció entonces algo casi «natural» y
sencillo de aplicar, la máxima expresión del orden financiero del sis-
tema de libre mercado. La Primera Guerra Mundial acabaría con la
seguridad y certidumbre que aparentaba dar el «patrón oro», seguido
de desórdenes monetarios y crisis bancarias en las décadas de 1920
y 1930. Tras la Segunda Guerra Mundial, los Acuerdos de Bretton
Woods firmados en 1944, lograron casi treinta años de tranquilidad y
estabilidad monetaria y bancaria. El año 1973 marca el inicio de una
nueva época monetaria y bancaria, permitiendo la libre fluctuación
de precios entre las monedas y poniendo en manos de los bancos
privados la creación de dinero casi en exclusiva. El proceso dio lugar
a un crecimiento casi ilimitado de crédito creado de la nada por los
bancos, sobre la base del papel moneda de los bancos centrales. La
crisis de 2008 fue el efecto de este crecimiento del dinero a voluntad
de los bancos, con el efecto de un abrupto incremento de la deuda
pública y privada. Los gobiernos y los bancos centrales actuaron de
cortafuegos apoyando sin límites al sistema bancario. Los efectos fue-
ron unos menores ingresos fiscales por la recesión y mayores gastos
fiscales debido a los rescates bancarios y los costes financieros de la
Deuda Pública, que provocaron un rápido deterioro de las cuentas
públicas. Nadie debería sorprenderse del grave deterioro de las fi-
nanzas públicas que siguió a la crisis bancaria de 2008.
II. DE BANCOS MUNICIPALES A BANCOS CENTRALES
La historia de la banca central se remonta a la Edad Media con
la creación de los bancos municipales, el primero en Barcelona en
1401 (Taula de Canvi), más adelante en Génova en 1408 (Casa de
San Giorgio), en Venecia en 1587 (Banco de Piazza del Rialto), en
Ámsterdam en 1609 (Banco de Ámsterdam) y en Hamburgo en 1619
(Banco de Hamburgo) 3. Hasta su desaparición con las guerras napo-
3 Una descripción de sus inicios, desarrollo y desaparición puede verse en PÉ-
REZ RAMÍREZ, J., 2011.

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR