Conclusiones y reflexiones finales

Páginas199-216
CONCLUSIONES Y REFLEXIONES FINALES
“No, yo te debo dar las gracias a ti porque, ¿sabes una cosa? Hasta ahora
no he hablado con nadie como tú, tú me estás escuchando de verdad,
hay personas aquí que deberían estar para eso y no es así. Este rato aquí
es como una terapia para mí, hija.”
Maite
Las mujeres entrevistadas, muy generosas con su tiempo y su implicación
en este estudio, anhelan sentirse escuchadas. A pesar de que hace ya más de tres
décadas que se iniciaron las investigaciones que contaban con la voz de las mujeres
penadas para conocer sus experiencias en el sistema penal, aún hay colectivos que
no se sienten escuchados y tienen la percepción de que sus experiencias importan
por primera vez. Este sería el caso de aquellas mujeres que entran normalmente
por primera vez en el sistema de ejecución penal y lo hacen para cumplir una
pena fuera de la prisión, en la comunidad. Es por ello por lo que se considera que
la fortaleza de este libro reside sobre todo en haber conseguido hablar con ellas,
escucharlas y transmitir su voz por primera vez en nuestro país. El mayor logro ha
sido que aquellas mujeres que a lo largo de los años se han sentido silenciadas en
sus hogares, en sus relaciones más importantes, en un proceso penal frío, distante
y autoritario, se sintieran escuchadas en un espacio donde no existía el juicio ni las
prisas y ofrecer así la posibilidad de hablar con alguien que no formara parte del
sistema penal, tener la oportunidad de mostrar una identidad nueva, expresarse con
libertad, poder explicarse. Este libro, además, pretende hacer entender porqué es
necesario que acabe la invisibilidad y marginación de las mujeres que delinquen.
A las mujeres no se les puede olvidar más, no se les debe marginar más porque
representen un porcentaje minoritario dentro del sistema de ejecución penal
y tampoco se está defendiendo que se les debe prestar especial atención por las
características especícas que presentan y que no han sido del todo atendidas en
el sistema penal, sino por mérito propio, porque las mujeres penadas merecen ser
tenidas en cuenta.
Cristina Vasilescu
200
La perspectiva de género lleva algún tiempo viéndose necesaria e
introduciéndose de alguna forma en los sistemas penitenciarios españoles, sea a
través de la formación de profesionales que trabajan en este ámbito, a través de
programas que intentan romper con los estereotipos de género entre la población
reclusa, proyectos diseñados para las mujeres reclusas, informes, estudios y libros
que continúan señalando la discriminación que sufren las mujeres en la mayoría de
los centros penitenciarios españoles y recomendaciones basadas en los resultados
y hallazgos respectivos. El interés para tomar medidas y aportar conocimiento
desde una perspectiva de género y/o sobre las mujeres en los sistemas de medidas
penales alternativas no ha sido el mismo. Tampoco es posible encontrar en la
literatura criminológica respuestas a preguntas como ¿cuál es la situación de
las mujeres penadas a penas comunitarias?, ¿cuán de más beneciosas resultan
las penas en comunidad que la prisión para las mujeres penadas?, ¿existen
diferencias de género entre la población penada a MPA?, ¿cómo experimentan
los profesionales de este ámbito la supervisión de las mujeres y los hombres
penados?, ¿qué funciona con las mujeres penadas y qué podría mejorar? Es decir,
en España, a diferencia de lo que sucede en otros países, las mujeres que cumplen
penas en comunidad siguen siendo invisibles (Vasilescu, 2019).
La presente obra contribuye a llenar un vacío importante en la literatura
criminológica española mediante una investigación empírica en la que se analiza la
ejecución de las medidas penales alternativas a la prisión desde una perspectiva de
género contando con la voz de mujeres penadas, la voz de aquellos profesionales
que se encargan de su supervisión y datos primarios sobre la población penada
catalana1. En este último epígrafe se sintetizan las principales conclusiones que se
han alcanzado con la referida investigación.
En la introducción de este libro se especicaba que lo que más había
llamado la atención es que los estudios sobre la situación de las mujeres encarceladas
en España recomendaran un mayor uso de las penas comunitarias para las
mujeres puesto que consideraban que resultarían más beneciosas y apropiadas
para las mujeres, a pesar de que no disponíamos de estudios sobre las mujeres
cumpliendo penas comunitarias. No se puede negar que, dadas las características
personales y penales de las mujeres, cumplir las penas en la comunidad es mucho
más adecuado que cumplirlas en prisión. Sin embargo, la investigación presenta
1 Para otras publicaciones de la autora sobre dicha cuestión véase Vasilescu (2019; 2020;
2021; 2022) y Vasilescu y López-Riba (2021).

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