Empleo autónomo y empleo asalariado análisis de las características y comportamiento del autoempleo en España

AutorJuan R. Cuadrado Roura
Cargo(Director) MTAS
Páginas185-188

Colección Informes y Estudios Madrid, 2004 163 pág.

El motivo de esta publicación es presentar los resultados más relevantes obtenidos en el curso de una investigación cuyo objetivo fue analizar la dinámica del autoempleo en España, como forma de determinar las posibilidades que esta situación profesional atesora para favorecer la creación de empleo, en general, y la integración laboral de la mujer, en particular.

Para ello, y a partir de la revisión del nivel y evolución reciente del autoempleo en España, el trabajo se ha centrado en los siguientes objetivos fundamentales: conocer sus características, así como las pautas de transformación que éstas pueden estar experimentando, determinar el peso explicativo de las principales hipótesis destacadas por la literatura respecto a la evolución del autoempleo, averiguar la potencialidad del autoempleo como instrumento para la integración laboral de la mujer y, por último, revisar las principales actuaciones emprendidas en España desde la política de empleo en relación con el trabajo por cuenta propia.

Según los resultados del estudio, la tasa de autoempleo en España se sitúa claramente por encima de la media de la Unión Europea (16,2% frente al 12,4% del empleo no agrario). Sin embargo, España es uno de los países donde la tasa de autoempleo ha retrocedido durante los últimos años (1983-2001). Por otra parte, en comparación con el conjunto de la UE, en España el crecimiento del empleo no agrícola se traduce con menor intensidad en aumento del autoempleo.

Según el estudio, el autoempleo en España responde a una serie de características fundamentales como son: predominio de los empresarios sin asalariados, predominio en su utilización por parte de los hombres, mayor utilización cuanto mayor edad, predominio en el colectivo de individuos con estudios moderados (obligatorios y secundarios), mayor presencia del autoempleo en servicios de venta al por menor, transporte y hostelería y, por último, predominio de la realización por parte de los autoempleados de tareas de dirección y gestión, detrás de lo cual se encuentra con bastante frecuencia el desempeño de ocupaciones laborales propias de la gerencia de empresas sin asalariados.

Sin embargo, se observan indicios de que estas características están cambiando de forma significativa, diferenciándose claramente de lo que se podría llamar autoempleo tradicional, y compartiendo en buena medida el contenido de la mayoría de los cambios generalmente observados en nuestro mercado de trabajo: están siendo los empleadores los que en mayor medida están dando soporte a la reciente expansión del trabajo por cuenta propia en España, se está modificando el tradicional sesgo por género ya citado, se observa un claro incremento en el nivel educativo de los autoempleados y, por último, las activi-Page 186dades donde más se ha incrementado el auto-empleo han sido las de instituciones financieras y de los servicios a empresas.

En cuanto a los determinantes de la evolución registrada por el autoempleo en España, cuatro han sido las hipótesis explicativas manejadas:

- El autoempleo se constituye en una situación profesional «refugio», de forma que su evolución estaría gobernada por los cambios en el ciclo económico.

- El autoempleo actúa como mecanismo de transición en el mercado de trabajo, de manera que el determinante fundamental de su evolución serían los flujos laborales que lo conectan con el desempleo.

- De acuerdo con la hipótesis del cambio sectorial, la evolución del trabajo por cuenta propia sería una consecuencia derivada de los procesos de cambio sectorial operantes desde hace ya algún tiempo en nuestro mercado de trabajo.

- El autoempleo es un elemento integrado dentro de los nuevos modos de organizar los procesos de trabajo, de manera que la emergencia de éstos se constituiría en la principal causa explicativa de su evolución.

Los análisis realizados en este trabajo permiten afirmar que:

- El autoempleo presenta patrones de comportamiento contracíclico, comportándose como predice la hipótesis del «empleo refugio». Sin embargo, su carácter débil y retrasado descarta la idea de que ésta sea la hipótesis explicativa fundamental.

- Las transiciones laborales desde el paro hasta el autoempleo no son las más importantes. Por el contrario, el origen más frecuente de las entradas que se producen en el autoempleo hay que buscarlas en el empleo asalariado.

- Sin embargo, se observa cómo los flujos de entrada al autoempleo siguen pautas claramente contracíclicas, lo que reforzaría la idea de que el autoempleo actúa, al menos parcialmente, como una situación «refugio» en nuestro mercado de trabajo.

- No parece que exista una relación muy fuerte entre el cambio sectorial y la evolución del autoempleo en nuestro país.

- Además, mientras que las actividades que tradicionalmente han tenido una mayor presencia en el autoempleo han contribuido a su reducción, otras actividades, novedosas en este sentido, son las que en mayor medida han incrementado la presencia de esta situación laboral.

- La emergencia de las «nuevas formas de trabajo» se considera como un factor intensa y positivamente relacionado con la evolución del autoempleo en España.

Por lo que se refiere al autoempleo y el trabajo de la mujer, los análisis realizados desde diferentes perspectivas (estructuras sectorial y ocupacional) y utilizando distintas herramientas (índices de distribución, concentración y segregación) señalan cómo el autoempleo reduce las barreras laborales a las que se enfrentan las mujeres en nuestro mercado de trabajo. Como consecuencia, el trabajo por cuenta propia mejora en cierta medida la posición laboral de la mujer. En este sentido se destaca cómo el autoempleo reduce la segregación laboral que sufren las mujeres, tanto desde el punto de vista de los sectores como, sobre todo, de las ocupaciones laborales. Estas mejoras resultan más notorias en lo que hace referencia al tipo de trabajos desarrollados por las mujeres (ocupaciones laborales): el autoempleo dirige a la mujer al extremo superior de la estructura ocupacio-Page 187nal (directores-jefes) y limita en gran medida su presencia en el desarrollo de las ocupaciones laborales menos cualificadas (ocupaciones elementales).

Las anteriores conclusiones se ven reforzadas cuando se restringe el análisis a las auto-empleadas más recientes, a lo que los autores llaman «nuevas autoempleadas». El autoempleo femenino más reciente está ampliando su presencia sectorial hacia actividades tradicionalmente masculinas, a la vez que se retira de ciertas actividades tradicionalmente proclives al autoempleo femenino, relacionadas con tareas escasamente cualificadas. Desde la perspectiva de las ocupaciones laborales los resultados también son reveladores: entre las autoempleados «recientes» resultan femeninas todas las ocupaciones no manuales más cualificadas (directores-jefes, profesionales, técnicos y profesionales de apoyo), en tanto que deja de serlo la ocupación laboral menos cualificada (ocupaciones elementales), que sí lo era en el caso de las autoempleadas en su conjunto.

En definitiva, los análisis han aportado elementos suficientes como para mantener la opinión de que el fomento del autoempleo puede convertirse en una herramienta importante en el estímulo de la integración laboral de la mujer.

En el último capítulo del libro los autores hacen una serie de recomendaciones que se agrupan en función del grupo de conclusiones en las que encuentran su justificación:

- Fomento del autoempleo y nuevas características del trabajo por cuenta propia: las política de empleo debería contemplar en su diseño medidas de fomento del autoempleo mediante incentivos y ayudas dirigidas a la adquisición de las cualificaciones laborales necesarias, a las habilidades que requiere el trabajo por cuenta propia con vocación de proyecto empresarial, al apoyo al autoempleo de la mujer y al atesoramiento y utilización de capital humano vinculado con la experiencia laboral.

- Fomento del autoempleo y emergencia de las «nuevas formas de trabajo»: estimular los procesos de cambio productivo y de reorganización de los procesos de trabajo como fuente de oportunidades para la expansión del trabajo por cuenta propia.

- El autoempleo como «empleo refugio» y comportamiento contracíclico de las entradas desde el desempleo: la principal implicación desde esta perspectiva debe ser el carácter subordinado que debe revestir este tipo de actuaciones, respecto a las que deben ser centrales en los esquemas de la política de empleo, esto es, el fomento del nuevo autoempleo y la adaptación a sus exigencias.

- El autoempleo como instrumento para la inserción laboral de la mujer: las medidas propuestas responderían a los siguientes objetivos: mejorar el acceso de la mujer al trabajo por cuenta propia, removiendo las barreras que tradicionalmente lo dificultan (dotación de capital inicial y posibilidades de financiación) y aumentar las posibilidades de autoempleo de las mujeres mediante la adecuación de su características laborales a las exigencias del «nuevo autoempleo».

Por último, las anteriores recomendaciones las traducen los autores en un conjunto de directrices y acciones concretas para la política de promoción del autoempleo:

En relación con las acciones relacionadas con las necesidades de formación, señalan los autores que la política de promoción del auto-empleo debería acentuar el esfuerzo por fomentar la adquisición de los necesarios niveles y contenidos cualificativos por parte de los autoempleados, para lo cual se proponen las siguientes actuaciones: adquisición de las cualificaciones laborales necesarias, Page 188 desarrollo de habilidades empresariales, oferta de promoción no reglada, facilitar la adaptación de las cualificaciones y fomentar un actitud favorable a la formación permanente a lo largo de la vida.

La política de promoción del autoempleo debe considerar también la implementación de medidas que estimulen y apoyen las iniciativas de trabajo por cuenta propia desde la perspectiva del apoyo financiero y fiscal (reducción de las cotizaciones sociales, subvenciones al empleo por nuevas contrataciones, ayudas financieras destinadas a los gastos de establecimiento y formación del capital inicial, créditos subvencionados y otorgamiento de avales y garantías).

La tercera vía de fomento del autoempleo consiste, por una parte, en generar un entorno legislativo y administrativo favorable, eliminando trabas y dificultades no justificadas que pueden entorpecer el llevar a cabo la elección realizada y, por otra, en implementar acciones relacionadas con las condiciones de acceso de los autoempleados a las prestaciones sanitarias, a las pensiones, a la jubilación y a la protección del empleo. En lo que respecta a las mujeres, parece necesario que la política de promoción del autoempleo femenino recoja iniciativas como son una oferta suficiente de guarderías y acceso a permisos maternales retribuidos.

Por otra parte, la política de estímulo del autoempleo debe encontrar en la flexibilización de los procesos de producción y trabajo un importante aliado sobre el que basar unas buenas perspectivas de crecimiento futuro del trabajo por cuenta propia. En este sentido los autores proponen, entre otras medidas, las de favorecer la búsqueda empresarial de flexibilidad, facilitar la incorporación de tecnologías de la información y la comunicación e incentivar la innovación empresarial.

Así mismo, la política relacionada con el autoempleo debería reconsiderar los planteamientos que subyacen en las medidas de capitalización de las prestaciones por desempleo para lo que proponen la ampliación de esta posibilidad para la totalidad de las situaciones laborales que componen el auto-empleo. Por otra parte, los autores consideran que se debería condicionar la participación en los programas de «pago único» a la participación del desempleado en las ofertas formativas y a la sujeción de su proyecto de autoempleo al conjunto de medidas de acompañamiento que se detallan a continuación. Los autores consideran también razonable proponer una aplicación asimétrica de este tipo de medidas en función de la fase del ciclo en la que nos encontremos, más intensa en las recesiones, más atemperada durante las expansiones.

Por último, las medidas de acompañamiento a las que aludíamos y que recomiendan los autores contemplan medidas de carácter general como son la información y difusión de las medidas existentes, la atención personalizada y la coordinación de las diferentes acciones y medidas de apoyo como pueden ser el asesoramiento técnico, programas de tutela, consultoría y asesoría, estudios de viabilidad y servicios de orientación estratégica respecto a parados y mujeres.

Otra medida de apoyo es la creación de un organismo específico de naturaleza pública adscrito al Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales con el doble fin de promocionar el autoempleo y de vigilar la correcta utilización del autoempleo dentro de los procesos de externalización de funciones, de manera que su expansión no se traduzca en la aparición de efectos laborales indeseables.

Otra iniciativa fundamental sería la de fomentar procesos de asociación entre auto-empleados, que terminen por plasmarse en instituciones representativas del colectivo.

Por último, los autores destacan la conveniencia de realizar estudios y análisis centrados en el conocimiento de esta situación profesional para lo cual recomiendan la creación Page 189 de un Observatorio del Autoempleo en España.

GUILLERMO RODRÍGUEZ FOLGAR

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR