El papel de las universidades para promover la sostenibilidad

AutorHans-Peter Winkelmann
CargoCampus Copérnico

Introducción

Hace unos doscientos años, la revolución industrial hizo posible la producción industrial a gran escala, trayendo consigo una serie de cambios sociales y económicos y estimulando el desarrollo de la ciencia y la tecnología. Al mismo tiempo, este proceso supuso daños para el medio ambiente y aumentó las diferencias de nivel de vida entre el mundo desarrollado y el mundo en vías de desarrollo.

El progreso de las comunicaciones mundiales y del transporte está dando lugar a una revolución social y económica, similar a la revolución industrial de hace dos siglos Se puede decir que, hoy en día, el rápido ritmo de la integración económica mundial está dando lugar a otra revolución. Esta integración se apoya en una buena infraestructura de transporte de personas, mercancías, servicios e información. La llamada 'globalización' es un proceso que opera a varios niveles -económico, tecnológico, sociocultural- cada uno de los cuales se mueve a un ritmo diferente. Las diferencias de velocidad con que están teniendo lugar estos procesos pueden ser causa de tensiones entre ellos. Tales tensiones, junto con las correspondientes grandes diferencias de bienestar entre distintas partes del mundo, se están considerando como una amenaza a la estabilidad internacional para algunos, y como una fuente de injusticia para otros (Dam-Mieras, 2003).

El desarrollo sostenible es un concepto complejo que enlaza a múltiples regiones geográficas y a las generaciones presentes y futuras El fenómeno descrito arriba se inscribió en la agenda mundial hace unas pocas décadas. Posteriormente apareció el término 'desarrollo sostenible', como concepto que liga la sostenibilidad ecológica con el desarrollo económico. Obviamente, el desarrollo tecnológico desempeña un papel en ambos, al igual que las ciencias sociales. El desarrollo sostenible es un concepto complejo que enlaza, por una parte, todos los rincones del planeta y, por otra, las generaciones presentes y futuras. En el desarrollo sostenible, no se pueden separar los elementos ecológicos, económicos y socioculturales. Alcanzar el desarrollo sostenible es una tarea enorme, que exige un enfoque multidisciplinar, la implicación de un amplio abanico de actores y una gran cantidad de nuevos conocimientos, aplicables en una variedad de contextos regionales. Las universidades, como instituciones cuyas actividades centrales son la creación y difusión del conocimiento, ciertamente tienen que desempeñar un papel en este proceso. El conocimiento, la creatividad, el descubrimiento de oportunidades y la responsabilidad social son algunas de las ideas clave a este respecto (Dam-Mieras, 2002).

La globalización ofrecerá sin duda a las universidades una serie de retos y oportunidades. Debemos tratar de ver cuáles son y qué estrategias deben seguir las universidades para abordar estos problemas. El camino lógico será, pues, considerar la globalización como un proceso complejo y multidimensional, a fin de comprenderlo mejor. Inmediatamente se puede decir que la globalización está teniendo lugar simultáneamente con un declive gradual de la importancia de las fronteras nacionales y con la aparición de la 'sociedad interconectada', analizada, en especial, por Manuel Castells. Ello ha llevado a una revolución 'copernicana' en la posición de cada universidad. Las universidades ya no se pueden considerar a sí mismas solamente como parte de un sistema nacional, protegido por el Estado, y con reglas estrictas (a menudo en el marco de las leyes sobre enseñanza superior) sobre los programas de estudio que deben impartir y la investigación que deben realizar (van Ginkel, 2003).

Para hacer frente a los retos de la globalización, las universidades tienen que repensar cuál ha de ser su papel en la sociedad, tanto a nivel local como a nivel mundial Las universidades tienen que repensar cuál ha de ser su papel en la sociedad, tanto a nivel local como a nivel mundial. Deben también reflexionar sobre el uso de las tecnologías de la información y la comunicación en el proceso de transferencia del conocimiento. Las universidades deben no sólo concentrarse en su papel de generar y transferir conocimientos por medio de la educación, sino también en integrar las disciplinas y en transferir conocimientos a la sociedad en su conjunto. Otro aspecto importante es que las universidades tienen que enseñar a los individuos que muchas actividades humanas tienen una dimensión internacional, o incluso mundial. Por tanto, la dimensión internacional debe formar parte del entorno de aprendizaje. Esta tarea es, pues, mucho más amplia que las funciones tradicionales de las universidades, y exige una cooperación más intensa. A este respecto, son muy prometedoras las nuevas oportunidades creadas en el campo de las tecnologías de la información y la comunicación, en rápido desarrollo. Ofrecen a las universidades nuevas posibilidades para compartir sus conocimientos y experiencia y para transformarse de 'islas del conocimiento' en nodos de una red de conocimientos. Desde luego, cada nodo de la red tiene su propia identidad y sus propias características, pero extrae sus conocimientos y su experiencia de un depósito mucho mayor. Para los diferentes grupos de clientes de las universidades modernas, esto significa que su entorno de aprendizaje puede alcanzar un nivel mundial (Winkelmann, 2003).

En este nuevo contexto, la dimensión internacional debe formar parte del entorno de aprendizaje, y las universidades deben transformarse de 'islas del conocimiento' en nodos de una red de conocimientos Las universidades se deben considerar como actores importantes en el desarrollo sostenible local y regional. Ello se debe a su misión tradicional de enseñanza e investigación, a su creciente papel en el complejo proceso de innovación, y a sus otras contribuciones a la competitividad económica y a la cohesión social, por ejemplo, su papel en la vida de la comunidad y en el desarrollo regional. Por tanto, las universidades tienen una especial responsabilidad frente a la sociedad y deben desempeñar un papel importante como centros locales de conocimiento para el desarrollo sostenible, a fin de ayudar a la sociedad a hacer frente a los retos de dicho desarrollo. Las universidades pueden contribuir al desarrollo sostenible de varias maneras: en el área de la educación, incorporando prácticas de gestión sostenibles a sus actividades docentes; en el área de la formación continua, con programas adaptados a la empresa y a la administración; y, finalmente, en la transferencia de 'know-how' y de tecnología.

Enseñanza superior para el desarrollo sostenible en Europa: retos y oportunidades

La educación se tiene que integrar en los principios del desarrollo sostenible, dada su importancia para el legado que dejemos a las generaciones futuras El concepto de desarrollo sostenible no sólo se refiere a problemas medioambientales sino que también incluye una amplia gama de áreas políticas importantes, donde existen amenazas para el desarrollo de Europa, a medio plazo, y para el legado que dejemos a las generaciones futuras. En consecuencia, la educación, en todas sus formas, se tiene que integrar en los principios del desarrollo sostenible. En este sentido, las universidades y otras instituciones de enseñanza superior desempeñan un papel importante para promover los objetivos de la Estrategia de Desarrollo Sostenible de la Unión Europea, que reconoce la educación y el aprendizaje permanente como instrumentos políticos esenciales para reforzar la participación pública a nivel individual. Además de las metas estratégicas del proceso de Lisboa, que tratan de aumentar el dinamismo de la economía europea, y la comunicación de la Comisión Europea sobre la creación de un espacio europeo de aprendizaje permanente, la integración de la sostenibilidad en el Espacio Europeo de Enseñanza Superior parece ser indispensable para reforzar la competitividad de los recursos humanos necesarios para una economía sostenible, basada en el conocimiento. Esto exige una reunión estructurada de conocimientos para desarrollar una estrategia coherente, exhaustiva y satisfactoria a escala europea, mejorando así la eficacia, la calidad y la relevancia de las actividades individuales. En la Unión Europea existen muchos departamentos universitarios y centros de investigación, públicos y privados, que han llevado a cabo proyectos de investigación de alto nivel, estrechamente relacionados con los problemas mencionados. Sin embargo, falta una cooperación coordinada y una integración de la comunidad investigadora actual de Europa, en el campo de la investigación sostenible.

Refuerzo de la base de conocimientos para una sociedad sostenible en Europa

El Consejo Europeo de Lisboa, de marzo de 2000, concluyó que 'la Unión se ha fijado actualmente una nueva meta estratégica para la próxima década, a saber, convertirse en la economía basada en el conocimiento más competitiva y dinámica del mundo, capaz de un desarrollo económico sostenible, con más y mejores puestos de trabajo y mayor cohesión social'. Esta conclusión representa la estrategia general para la transición hacia una sociedad basada en el conocimiento en Europa. Trata de combatir la pobreza, el desempleo y la exclusión social, y de mitigar las consecuencias del envejecimiento de la sociedad. El posterior Consejo Europeo de Gotemburgo, de junio de 2001, decidió completar este compromiso político para la renovación económica y social, incluyendo un elemento medioambiental en la estrategia de Lisboa, y aprobó la Estrategia de Desarrollo Sostenible de la Unión Europea. Esta estrategia contiene una serie de propuestas concretas para acciones políticas prácticas, centrándose en un pequeño número de amenazas más graves o irreversibles para el bienestar futuro de la sociedad y del medio ambiente en Europa. Los objetivos básicos y las medidas propuestas para alcanzarlos incluyen: limitar el cambio climático y aumentar el uso de energías limpias; abordar las amenazas para la salud pública; gestionar los recursos naturales de modo más responsable; y mejorar los sistemas de transporte y la gestión del uso del suelo, de forma que se refuerce la sostenibilidad.

La combinación del proceso de Lisboa con la Estrategia de Desarrollo Sostenible de la Unión Europea representa un marco completo y coherente, a largo plazo, para las futuras políticas de la UE, en el que se otorga igual prioridad al crecimiento económico, la cohesión social y la protección del medio ambiente La combinación del proceso de Lisboa con la Estrategia de Desarrollo Sostenible de la Unión Europea representa un marco completo y coherente, a largo plazo, para las futuras políticas de la UE, en el que se otorga igual prioridad al crecimiento económico, la cohesión social y la protección del medio ambiente. Los dos procesos, iniciados en Lisboa y en Gotemburgo, tienen numerosos nexos de unión y áreas de convergencia. Tratan problemas análogos y tienen objetivos similares: ambos pretenden hacer a Europa más competitiva, garantizar la calidad y promover la excelencia. Los objetivos claros y estables fijados para el desarrollo sostenible ofrecen oportunidades económicas importantes, con grandes posibilidades de desencadenar una nueva ola de innovación tecnológica e inversiones, generando crecimiento y empleo, al tiempo que se subraya la importancia de disociar el crecimiento económico del uso de los recursos y de la contaminación. Son, por tanto, trascendentales para un desarrollo socioeconómico sostenible en Europa.

Los esfuerzos para hacer frente a las tendencias no sostenibles han tenido, hasta ahora, sólo un éxito limitado, debido a la dificultad de cambiar las políticas y los patrones de conducta establecidos. En consecuencia, ambas estrategias reconocen que, para alcanzar las metas fijadas, serán de vital importancia un alto nivel de aceptación y una amplia participación de los ciudadanos y de las empresas. Los políticos europeos, nacionales, regionales y locales pueden crear las condiciones adecuadas, pero conseguir el cambio dependerá de las decisiones cotidianas de millones de europeos. Traducir las estrategias en resultados útiles significa incorporarlas a las vidas y al trabajo diario de la gente. Es creencia común que los europeos tendrán que capacitarse para enfrentarse con estos nuevos retos de participación ciudadana activa, a fin de promover el desarrollo sostenible. En línea con el principio de precaución, la falta de conocimiento no debe convertirse en una excusa para no actuar o para una acción poco meditada. Cada ciudadano tendrá que adquirir nuevos conocimientos y aptitudes, así como nuevas competencias para contribuir a una sociedad sostenible, basada en el conocimiento, en Europa. Esto incluye elevar la concienciación sobre las tendencias no sostenibles, aumentar el conocimiento de las alternativas, mejorar la capacidad de cambiar los patrones de conducta e impulsar un nuevo sentido de responsabilidad social, individual y corporativa. La capacidad para identificar problemas y sus posibles soluciones, de seguir los principios éticos, o de combinar los propios intereses con los de los demás, son retos fundamentales para la sostenibilidad.

Hay que destacar el 'aprendizaje sostenible', a fin de integrar el desarrollo sostenible a todos los niveles del sistema educativo, promoviendo así la educación como agente clave del cambio Así pues, el énfasis principal debe ponerse en cómo poner en práctica el 'aprendizaje sostenible'. El nuevo proceso para desarrollar una Estrategia de la Educación para el Desarrollo Sostenible, lanzado por los ministros de Medio Ambiente de la UNECE, puede contribuir a integrar el desarrollo sostenible en el sistema educativo a todos los niveles, a fin de promover la educación como agente clave del cambio. Otro punto central, en el futuro, debe ser el análisis de los requisitos de aprendizaje en la sociedad basada en el conocimiento, lo que supone redefinir las aptitudes básicas necesarias para contribuir al desarrollo sostenible, e incluye la necesidad de adaptación de los profesores y educadores. Mejorar la calidad de los métodos y contextos de enseñanza y aprendizaje significará adaptar, elevar y sostener las aptitudes de quienes trabajan en los entornos docentes formales e informales. Aquí habrá que contestar a la pregunta de cuáles serán los cambios decisivos con que se enfrentará la enseñanza como profesión en las próximas décadas, ya que los profesores y educadores de los distintos niveles educativos se convertirán en guías, mentores y mediadores. En este contexto, el aprendizaje se abordará como un proceso social. Además de la enseñanza reglada, la enseñanza no reglada e informal jugará un papel igualmente importante en la cualificación de los europeos, a fin de poner en práctica el desarrollo sostenible.

Cuadro 1. El Campus Copérnico, la red universitaria europea para el desarrollo sostenibleLas universidades tienen que compartir sus conocimientos mediante el desarrollo de redes con orientación internacional, que permitan construir nuevas asociaciones en redes virtuales, a fin de hacer frente a estos retos futuros. El Campus Copérnico, la red universitaria europea para el desarrollo sostenible, está preparado para desempeñar un papel activo. El Campus Copérnico quiere que el concepto de desarrollo sostenible ocupe un lugar importante en las universidades, de diferentes modos. En primer lugar, puede ser un concepto líder en la gestión universitaria (gestión institucional). En segundo lugar, puede ocupar un lugar en todos los programas universitarios (aprendizaje permanente). En tercer lugar, puede convertirse en un concepto líder en la función regional de las universidades, tanto en el sector público como en el privado. Según la Carta Copérnico del Desarrollo Sostenible, esto implica que las universidades tienen que reflexionar sobre el concepto de desarrollo sostenible, sobre sus grupos objetivo y sobre la metodología de enseñanza y aprendizaje, porque en nuestra 'sociedad del conocimiento', el aprendizaje tiene que continuar durante toda la vida. A lo largo de esta trayectoria de aprendizaje permanente, que tiene lugar en parte en las escuelas y universidades, y en parte en la sociedad y en el lugar de trabajo, las instituciones de enseñanza superior tienen que desempeñar diferentes papeles. Hay un cambio gradual desde una situación en la que las instituciones de enseñanza (superior) diseñan el entorno docente y tratan de dirigir el proceso de aprendizaje, a otra en la que el individuo y su entorno de trabajo determinan qué conocimientos son necesarios. En esta última situación, las instituciones educativas pueden ser socios naturales de las empresas, al menos cuando aprenden a proporcionar formación sobre demanda. Hay muchas nuevas oportunidades para diseñar entornos de aprendizaje flexibles, utilizando las TIC; los centros de enseñanza superior y las empresas deben explorarlas conjuntamente. El Campus Copérnico está preparado para tomar parte en esta discusión y para reunir a los actores. La red puede desempeñar el papel de un 'navegador del conocimiento', que ofrece las 'mejores prácticas' y la experiencia de las universidades que participan en la red virtual de conocimientos. El objetivo es reunir a las universidades en asociaciones estratégicas sobre proyectos, las cuales se están utilizando como plataformas virtuales para la solución de problemas comunes. Tal mecanismo interuniversitario, que crea una comunidad, está destinado, en primer lugar, a 'capacitar' a las universidades (Winkelmann, 2002).

Conclusión

Se deben considerar los retos y oportunidades con que se enfrentan las instituciones de enseñanza superior, como resultado del proceso acelerado de globalización, analizando el papel 'copernicano' esencial de las universidades para contribuir al desarrollo sostenible. Para las universidades europeas, esto significa que deben desempeñar un papel fundamental para reforzar la base de conocimientos para una sociedad sostenible en Europa, en línea con los objetivos fijados por el Consejo Europeo en Lisboa: 'convertirse en la economía basada en el conocimiento más competitiva y dinámica del mundo, capaz de un crecimiento económico sostenible, con más y mejores puestos de trabajo y mayor cohesión social.' Desde la perspectiva del Campus Copérnico, sin embargo, el crecimiento sostenible y la mayor cohesión social no pueden conseguirse sin prestar atención a los aspectos ecológicos y socioculturales. Es crucial, por lo tanto, que, además de la función económica de las universidades, se continúe subrayando su función cultural. Desde el punto de vista económico, los procesos de normalización merecen el máximo apoyo. Las experiencias en el sector privado han demostrado la importancia que puede tener la normalización de los procedimientos en una economía globalizada. Por otra parte, al igual que la biodiversidad, la diversidad social y cultural puede considerarse como un recurso importante. Como la innovación tecnológica es un proceso complejo, que no se puede manejar con políticas de abajo a arriba solamente, la diversidad académica se puede considerar también como un posible estímulo para la creatividad. Generalmente se admite que las universidades deben tener libertad académica 'a la vieja usanza', pero, además de una política europea dirigida a una normalización en gran escala, vale también la pena considerar una capacitación de abajo a arriba. Para el Campus Copérnico, como red universitaria europea, éste es un valor importante, además del desarrollo sostenible.

Palabras clave

desarrollo sostenible, universidades, enseñanza superior, globalización, Campus Copérnico

Nota

Se puede obtener más información sobre el Campus Copérnico en: www.copernicus-campus.org

Referencias

Dam-Mieras, M.C.E. van, Reflections on Learning and Sustainable Development in: COPERNICUS in Lüneburg. Higher Education in the Context of Sustainable Development and Globalization, R. Van Dam-Mieras, G. Michelsen y H.P. Winkelmann, eds., 2002, pp. 58-70.

Dam-Mieras, M.C.E. van, Michelsen, G., Winkelmann, H.P., Universities, Society and Sustainability in: COPERNICUS in Lüneburg. Higher Education in the Context of Sustainable Development and Globalization. R. Van Dam-Mieras, G. Michelsen y H.P. Winkelmenn, eds., 2002, pp. 12-18.

Dam-Mieras, M.C.E. (Rietje) van, Living ad working in a globalized world; Sustainable development/Biotechnology/ICT and new methods for knowledge transfer. En: Stiftung 'Umwelt und Wohnen' en la Universidad de Constanza (ed.), Environment and Universities in Europe - The contribution of universities to environmental awareness, environmental protection, preservation of resources and quality of living in Europe: Research and education for sustainable development. Constanza, 2003.

Van Dam-Mieras, Michelsen, Winkelmann (eds.): COPERNICUS in Lüneburg - Higher Education in the Context of Sustainable Development and Globalization, Frankfurt/Main, 2002.

Van Ginkel, H., Mobilizing for Sustainable Development, Conferencia pronunciada en la Reunión de Socios de Enseñanza Superior, WCHE+5, París, 23-25 de junio 2003.

Van Ginkel, H., What does Globalization mean for Higher Education? En: Breton, Gilles y Lambert, Michel (eds.): Universities and Globalization, UNESCO Publishing, París, 2003.

Winkelmann, H.P., The role of Higher Education for Sustainable Development. Simposio 'El Medio Ambiente y las Universidades en Europa', Praga, 6-9 de marzo 2002. En: Stiftung 'Umwelt und Wohnen' en la Universidad de Constanza (ed.): Environment and Universities in Europe - The contribution of universities to environmental awareness, environmental protection, preservation of resources and quality of living in Europe: Research and education for sustainable development. Constanza, 2003.

Winkelmann, H.P., Higher Education for Sustainable Development - The Lüneburg Process. En: Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (ed.): UNCTAD-Civil Society Dialogue, Nueva York/Ginebra, 2002.

Contacto

Dr. Hans-Peter Winkelmann, Secretary-General, Copernicus-Campus, Dortmund, Alemania Tel.: +49 231 65 24 24, fax: +49 231 65 24 65, correo electrónico: hpw@copernicus-campus.org

Sobre el autor

Hans Peter Winkelmann estudió planificación espacial y posee el grado de doctor en planificación. Comenzó su carrera internacional en las Naciones Unidas y ha desempeñado puestos académicos en varias instituciones, como la Universidad de Dortmund, la Universidad Abierta de los Países Bajos y la Universidad de Lüneburg. Desde 1998 es Secretario General del Campus Copérnico.

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