Lo social como elemento de desarrollo del territorio.

AutorRicard Calvo Palomares
CargoUniversitat de València.
Páginas73-88
Lo social como elemento
de desarrollo del territorio
1. INTRODUCCIÓN
1.1. Lo local como punto de encuentro
entre territorio y población
L
a crisis de los setenta, con efectos
sobre la economía española una déca-
da posterior, significó algo más que
un mero punto de inflexión en el modelo de
desarrollo económico vigente hasta ese
momento. Supuso un cambio conceptual en el
mismo, ya que rompió con la hegemonía pre-
dominante de lo macro, proponiendo el nivel
micro como fuente de regeneración del tejido
en todas sus dimensiones, económica y pro-
ductiva, pero también social. Una nueva
visión en la que el desarrollo no se derivará
solamente de la función y del valor económico
de las actividades sino también de la organi-
zación social de los individuos (Vachon,
2001). Esta nueva concepción apostó encare-
cidamente por los recursos endógenos pre-
sentes en el territorio como el motor regene-
rador de riqueza, planteando por tanto una
actuación desde la base, de abajo a arriba
(Alburquerque, 2002).
Lo local se convertía pues, en el espacio
idóneo para la implementación de las actua-
* Universitat de València.
RICARD CALVO PALOMARES*
ciones en materia de empleo y desarrollo
local, ya que además de facilitar la integra-
ción de las acciones en el contexto natural de
las mismas, era el nivel más próximo para la
detección y análisis de las necesidades reales
del territorio. Lo que es en sí mismo un factor
clave que permite articular un proceso de
retroalimentación ascendente para el redise-
ño y ajuste de las nuevas políticas. Es sustan-
cialmente un cambio en la concepción y en la
manera de plantear el desarrollo, que tomará
como centro de actuación lo micro, y en él al
territorio, a su población y a los recursos exis-
tentes como elementos estratégicos para la
consecución del mismo. El desarrollo es un
proceso localizado de cambio social y creci-
miento económico sostenible, que tiene por
finalidad el progreso permanente de la comu-
nidad y de cada individuo integrado en ella
(Valcárcel-Resalt, 1992).
Desde esta perspectiva, el territorio será un
agente de transformación social y no simple-
mente un soporte físico del desarrollo, por lo
que hemos pasado del espacio funcional al
espacio activo, tal y como indica Vázquez Bar-
quero (1988). Ello posibilitará abordar por
igual procesos de reestructuración del territo-
rio y la sociedad como origen de formas social-
mente estructuradas de crecimiento y crea-
ción de riqueza. Sociedad y territorio serán los
protagonistas de la economía y del crecimiento
REVISTA DEL MINISTERIO DE TRABAJO E INMIGRACIÓN 91 73
SUMARIO
SUMARIO
INFORMES Y ESTUDIOS
y se hallan en estrecha imbricación con la mis-
ma. El modelo apostará por devolver al terri-
torio y a su población el protagonismo princi-
pal en la dinamización de los procesos econó-
micos y en la creación de riqueza social.
En síntesis, el territorio es un ámbito y el
desarrollo un proceso de construcción socioe-
conómico. Lo local representa su punto de
encuentro, el ámbito donde los agentes terri-
toriales adquieren capacidad de fijar el rum-
bo y por tanto de construir su desarrollo. Por
todo ello el Desarrollo Local adquiere una
nueva dimensión, convirtiéndose en un pro-
ceso territorializado de maduración social, de
aprendizaje colectivo para el cambio cultural
y de construcción que se va a desplegar en
múltiples dimensiones (Madoery, 2001).
2. LA BASE SOCIAL LOCAL COMO
FUENTE DE RIQUEZA COLECTIVA
2.1. Un claro objetivo: el bien social
colectivo
Conforme a lo expuesto hasta el momento
parece lógica la afirmación de que cualquier
intervención pública sobre el territorio debe
buscar la consecución de mayores niveles de
bienestar social colectivo. Por ello, hablar en
la actualidad de políticas de desarrollo local
supone hablar necesariamente de dos dimen-
siones de intervención: la económica y la
social. Dos perspectivas que en nuestra socie-
dad actual deben complementarse para con-
seguir así efectos sinérgicos sobre lo colectivo,
definido en términos del interés común, gene-
ral, público o de utilidad social del bien
común –bien colectivo cuyo disfrute no es pri-
vativo de una persona individual sino de una
colectividad territorial–.
La visión relacional del desarrollo entien-
de a éste como resultado de un continuo con-
junto de interacciones, negociaciones, coali-
ciones y contratos entre individuos y organi-
zaciones que compiten para lograr sus objeti-
vos, de posiciones y de intereses no necesaria-
mente armónicos, aunque sí factibles de ser
integrados en un proyecto de desarrollo
local1. Por lo tanto, el gran desafío de los
gobiernos locales será ver cómo se expresan,
regulan y gobiernan estos conflictos de inte-
reses y que reviertan sobre el territorio efec-
tos positivos (Madoery, 2001).
Para avanzar en esta línea argumentativa
con un propósito analítico nos parece conve-
niente introducir el concepto de práctica
social (Giddens, 1995). Los actores individua-
les y colectivos se constituyen y estructuran a
través de sus prácticas, es decir, de lo que
hacen y, particularmente, del significado que
le otorgan a lo que hacen. Los intercambios
entre actores sociales son el resultado y la
condición de las relaciones sociales, y se esta-
blecen a partir de principios y reglas que los
organizan estableciendo las condiciones de
acceso a los recursos. La inserción de esas
prácticas sociales en un determinado espacio,
junto con su continuidad (dimensión tempo-
ral) nos permite recortar y definir lo local.
Desde esta perspectiva, como ya fue dicho, lo
local es la particular configuración que
adquieren, con cierta continuidad, las rela-
ciones entre los actores estructuradas a tra-
vés de sus prácticas.
2.2. Los actores sociales a nivel local.
Concepto y clasificación
Un análisis de viabilidad de una estrategia
de desarrollo local requiere identificar este
último tipo de actores, evaluar los intereses
que representan y el poder del que disponen.
Por lo que si nos disponemos a hablar en tér-
1 Esta lógica organizativa se ha manifestado en ten-
dencias diferentes en la transformación organizativa,
pero todas ellas se basan en redes. Las redes son el ele-
mento fundamental del que están y estarán hechas las
nuevas organizaciones. Y son capaces de formarse y
expandirse por todas las calles principales y los callejo-
nes traseros de la economía global porque se basan en el
poder de la información, proporcionado por el nuevo
paradigma tecnológico» (CASTELLS, 2000).
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SUMARIO
SUMARIO
RICARD CALVO PALOMARES
minos de actuaciones en la esfera de lo social,
resulta imprescindible la referencia a los acto-
res que van a intervenir en dicho ámbito. En
este sentido por actor social local podemos
entender todo aquel individuo, grupo u orga-
nización, cuya acción se desarrolla dentro de
los límites de la sociedad local, es por tanto
aquel agente que en el campo político, econó-
mico, social y/o cultural es portador de pro-
puestas que tienden a capitalizar mejor las
potencialidades locales. En este sentido Aro-
cena (1995) apunta que el actor local será
aquel cuyo sistema de acción coincide con el
sistema de acción local, y cuya actividad con-
tribuye a desplegar las potencialidades exis-
tentes en la sociedad local. Por tanto, si los
actores sociales son las unidades concretas de
acción que expresan esa heterogeneidad,
serán las unidades reales de acción en la
sociedad: tomadores y ejecutores de decisio-
nes que inciden en la realidad local. Como
parte de la base social, deben ser definidos por
ella como individuos o colectivos que, además,
están sometidos a otras condiciones (cultura-
les, étnico-culturales, políticas y territoriales)
cuyo comportamiento se determina en fun-
ción de una lógica local y/o su comportamien-
to determina los procesos locales.
Hay actores locales que deben ser identi-
ficados y evaluados en función del poder que
detentan, sea por riqueza, ubicación políti-
ca, prestigio, conocimiento, o debido a su
inserción en la malla de organizaciones
sociales. El gobierno local, las empresas
públicas, las agencias del gobierno central y
provincial, son actores político-instituciona-
les. La microempresa y el artesanado, la
pequeña y mediana empresa, la gran empre-
sa, las comisiones vecinales, las organizacio-
nes de voluntarios, las iglesias, los comités
políticos, las organizaciones no gubernamen-
tales, son actores sociales (Arocena, 1995).
En la siguiente figura hacemos nuestra pro-
puesta de clasificación de los actores sociales
locales, diferenciando entre si tienen una
relación directa o indirecta con el desarrollo
del territorio (ver figura 1).
FIGURA 1 . CLASIFICACIÓN DE LOS ACTORES SOCIALES LOCALES (ASL)
Fuente: Calvo y Lerma (2009).
REVISTA DEL MINISTERIO DE TRABAJO E INMIGRACIÓN 91 75
SUMARIO
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INFORMES Y ESTUDIOS
Estos actores concretan su presencia prin-
cipalmente en tres ámbitos de acción: políti-
co-administrativo, empresarial y socio-terri-
torial. En este mismo sentido, podemos apun-
tar tres sistemas de actuación o de acción de
los agentes sociales locales:
1. El sistema de acción en el ámbito políti-
co-administrativo que vendrá determi-
nado por la búsqueda de la concerta-
ción institucional entre lo público y lo
privado.
2. El sistema de acción en el ámbito
empresarial, que apostará por un
modelo de crecimiento en el que las
empresas –generalmente pequeñas y
medianas– se posicionan como el actor
local clave.
3. El sistema de acción en el ámbito socio-
territorial, caracterizado por actuacio-
nes en dos ámbitos principalmente: en
primer lugar en la esfera de la reivindi-
cación, acción crítica, movilizaciones
tendentes a la satisfacción de necesida-
des básicas locales (vivienda, agua,
saneamiento, etc.); y en segundo, en la
esfera de la voluntariedad de la presta-
ción de un servicio a la comunidad sin
contrapartida remunerada, que no
busca la reivindicación de lo genérico
sino la actuación sobre problemas con-
cretos y puntuales.
Desde un punto de vista social, la proximi-
dad remite al valor de la confianza, fundamen-
to de la interacción y el compromiso. La proxi-
midad a su vez favorece los procesos de apren-
dizaje de carácter colectivo en el que partici-
pan todos los actores presentes en el territorio.
Por tanto, la generación de sinergias en el
ámbito local requiere de la participación de
todos y cada uno de los agentes presentes en el
medio. Alcanzar un verdadero partenariado
local, requiere de la voluntad, participación e
implicación para la consecución del objetivo de
mejora colectiva. Se trata de superar la mera
coordinación entre actores y de generar una
red de relaciones sociales entre todos los agen-
tes con presencia (Calvo, 2009).
Desarrollo local supone la interacción,
negociación y concertación entre diferentes
actores en torno a un proyecto colectivo. Y en
ese proyecto conjunto asume un rol funda-
mental la constitución de redes que densifi-
quen la realidad de la sociedad local, favore-
ciendo el encuentro horizontal entre la plura-
lidad de actores sociales locales existentes y
permitiendo la interrelación con los conteni-
dos específicos de cada experiencia local colec-
tiva. Junto a ello, debe servir de impulso para
la movilización del conjunto de los actores,
fomentando la multiplicación de iniciativas
en todos los terrenos de la sociedad local, así
como conformarse como instrumento que per-
mita la recuperación del sistema democrático
y participativo para la toma de decisiones.
3. LA REALIDAD ACTUAL DEL MODELO
DE DESARROLLO LOCAL:
SU EVOLUCIÓN DE LO ECONÓMICO
A LO SOCIAL
Un modelo que como hemos apuntado es
originado como respuesta a la situación de
crisis del momento, apostó encarecidamente
por la reactivación económica y productiva
desde abajo, centrando su atención en la cre-
ación numeraria de empleos, autoempleos e
iniciativas empresariales promovidas a nivel
local. Dejando de lado, al menos no definién-
dola como una prioridad del modelo, la impor-
tancia de la dimensión social de todos esos
procesos. En palabras de Vachon (2001) el
desarrollo no debería depender solo de los
grandes sistemas macroeconómicos ni de las
instituciones centralizadas, también tiene
mucho que ver con las micro-iniciativas. Pero
la premura en la consecución de resultados
que avalaran el cambio en las tendencias de
indicadores sociales como el desempleo –que
había alcanzado niveles de más del veinte por
cien y que se convertía en uno de los más altos
de la zona europea–, o el número de cierres de
76 REVISTA DEL MINISTERIO DE TRABAJO E INMIGRACIÓN 91
SUMARIO
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centros de trabajo –que se había convertido
en la tónica dominante desde que los efectos
de la crisis de los setenta habían llegado a
nuestra economía– definió la implantación de
un modelo de circunstancias.
Modelo experimental que al no contar con
una concepción clara puso sus miradas casi
por completo en el corto plazo –y por lo tanto
en los resultados visibles– embargando sin
saberlo cualquier atisbo de cambio estructu-
ral profundo. La inexistencia de objetivos
definidos –claros y concretos– para el modelo,
salvo los establecidos para los técnicos pro-
motores del empleo y del desarrollo local
–denominados como Agentes de Empleo y
Desarrollo Local (AEDL o ADL)– que no tení-
an mayor alcance que las intenciones genéri-
cas en ellos recogidos2, ha ido encauzando al
2 La figura del técnico local AEDL se configura con-
forme a lo establecido en el artículo 7 de la Orden de 15
de julio de 1999, por la que se establecen las bases de
concesión de subvenciones públicas para el fomento del
desarrollo local e impulso de los proyectos y empresas
calificados como I+E3, como un trabajador de las cor-
poraciones locales o entidades dependientes o vincula-
das a una Administración local que tiene como misión
principal colaborar en la promoción e implantación de
las políticas activas de empleo relacionadas con la crea-
ción de actividad empresarial. Para lo cual se le enco-
miendan originariamente las siguientes tareas (art. 8 de
la citada orden):
1. Prospección de recursos ociosos o infrautilizados,
de proyectos empresariales de promoción económica
local e iniciativas innovadoras para la generación de
empleo en el ámbito local, identificando nuevas activi-
dades económicas y posibles emprendedores.
2. Difusión y estímulo de potenciales oportunidades
de creación de actividad entre los desempleados, pro-
motores y emprendedores, así como instituciones cola-
boradoras.
3. Acompañamiento técnico en la iniciación de pro-
yectos empresariales para su consolidación en empre-
sas, los proyectos generadores de nuevos empleos, ase-
sorando e informando sobre la viabilidad técnica, eco-
nómica y financiera y, en general, sobre los planes de
lanzamiento de las empresas.
4. Apoyo a promotores de las empresas, una vez
constituidas éstas, acompañando técnicamente a los
mismos durante las primeras etapas de funcionamiento,
mediante la aplicación de técnicas de consultoría en
modelo hacia una autarquía funcional trans-
formada en una independencia funcional de
carácter operativa, donde cada territorio se
ha encontrado con la capacidad sobrevenida
de configurar su carta de objetivos sin aten-
der a ningún patrón ni regla preestablecida
que cumplir.
3.1. La irrupción de las políticas
(activas) de empleo
La delicada situación económica del
momento posibilitó la irrupción de una serie
de actuaciones de intervención pública dirigi-
das a reequilibrar y reparar los efectos gene-
rados por ella. Este intervencionismo público
en materia de empleo y desarrollo local se
materializó con la aparición de las conocidas
actualmente como políticas activas de
empleo. Intervenciones adoptadas por el
Estado y las comunidades autónomas que tie-
nen por finalidad el desarrollo de programas
y medidas tendentes a la consecución del ple-
no empleo, así como a la mejora de la calidad
en el empleo, a la adecuación cuantitativa y
cualitativa de la oferta y demanda del mismo,
a la reducción y a la debida protección de las
situaciones de desempleo3.
A este hecho se le añadió la entrada de
España en la por aquellos momentos Comu-
nidad Económica Europea –CEE– que permi-
tió el acceso a grandes cantidades de ayudas
y subvenciones procedentes de los Fondos
Sociales Europeos, fondos que pretendían la
corrección de los desequilibrios existentes
entre los distintos territorios comunitarios.
Todo ello, definió un entramado de actuacio-
nes públicas que quedaban en manos de los
gestión empresarial y asistencia en los procesos formati-
vos adecuados para coadyuvar a la buena marcha de las
empresas creadas.
5. Y cualesquiera otras que contribuyan a la promo-
ción e implantación de políticas activas de empleo e
impulse la creación de actividad empresarial.
RICARD CALVO PALOMARES
REVISTA DEL MINISTERIO DE TRABAJO E INMIGRACIÓN 91 77
SUMARIO
SUMARIO
técnicos AEDL, actuaciones que en su mayor
parte no suponían ningún coste para la enti-
dad local que las ejecutara. Esta dinámica de
funcionamiento derivó con los años en un
clientelismo subvencionado que hoy en día
supone una importante limitación del modelo
(Calvo y Lerma, 2008). Tanto es así que inclu-
so la figura central del modelo, el citado
Agente de Empleo y Desarrollo Local, se ori-
ginó gracias a la existencia de una línea de
ayudas que subvencionaba los costes de su
contratación durante un periodo de tiempo
determinado4.
Estas actuaciones, establecidas habitual-
mente conforme a tres grandes líneas (Sáez,
1997; Ruesga, 2002; Ruiz et al, 2004; Sacris-
tán, 2006): fomento del empleo y autoempleo,
formación y orientación laboral, se concreta-
ron en una serie de programas operativos de
y para el empleo. En el siguiente cuadro (ver
figura 2) se recogen tanto las líneas como los
programas en una propuesta de clasificación
de los mismos.
4 La primera regulación legal del programa I.L.E.
aparece en una Orden Ministerial de 21 de febrero de
1986, que incluye medidas de apoyo a la creación de
empleo. Contemple subvenciones destinadas a las enti-
dades locales para financiar el 50 % de los costes labora-
les derivados de la contratación de un profesional del
desarrollo local con el límite de una anualidad. Poste-
riormente entra en vigor la Orden del Ministerio de Tra-
bajo de 12 de abril de 1994 por la que se regulan las ini-
ciativas locales de empleo y los Agentes de Empleo y
Desarrollo Local, y se establecen las bases reguladoras
para la concesión de subvenciones. Esta norma introdu-
ce nuevos aspectos: por primera vez se contempla la
denominación de agente de empleo y desarrollo local,
donde se amplía la subvención hasta el 75 % de los cos
tes laborales totales durante un periodo de tres años.
tó que los agentes de empleo y desarrollo local que
hubieran estado contratados y subvencionados por los
servicios públicos de empleo durante la duración máxi-
ma subvencionable establecida de cuatro años. Final-
que se modifica la Orden de 15 de julio de 1999, elimi-
nó el límite de los cuatro años existente hasta el momen-
to para la concesión de subvenciones a los ayuntamien-
tos que contratasen AEDL.
INFORMES Y ESTUDIOS
Si bien es verdad que tanto la concepción
como las funciones que se le encomendaron
inicialmente a estos técnicos estaban muy
orientadas hacia la creación de empleo a tra-
vés del desarrollo y ejecución de las políticas
activas de empleo, con el paso de los años y
con el afianzamiento del modelo en el ámbito
local, estos técnicos responsables de la mate-
ria han ido abriendo su campo de actuación,
no centrándose tan solo en la perspectiva eco-
nómica del empleo, sino que han apostado por
opciones más vinculadas con la esfera de lo
social. Entre estas actuaciones relacionadas
con lo social –y de verdadero desarrollo local–
podríamos citar las que aparecen en figura 3,
que como hemos mencionado servirán de
complemento a las tradicionales políticas de
empleo.
Desde un punto de vista más aplicado, la
evolución de lo económico –el empleo– a lo
social, la podemos observar en los datos apor-
tados en la siguiente tabla (ver figura 4). En
ella, claramente se pone de manifiesto este
hecho, representando en la actualidad lo
social casi un tercio de las actuaciones
emprendidas por estos técnicos.
4. UNA APROXIMACIÓN
A LOS FACTORES QUE ESTÁN
POSIBILITANDO LA EVOLUCIÓN
DE LO ECONÓMICO A LO SOCIAL
DEL MODELO DE DESARROLLO
LOCAL
4.1. Los datos metodológicos básicos
Los datos que se aportan como base empí-
rica para la elaboración de este apartado de
conclusiones han sido extraídos de una inves-
tigación en curso en el departamento de
Sociología de la Universitat de València, cuyo
objetivo principal es analizar los efectos gene-
rados sobre el territorio por las actuaciones
emprendidas por los AEDL desde sus agen-
cias. Por tanto toma como referencia los datos
parciales obtenidos en una etapa de dicho
78 REVISTA DEL MINISTERIO DE TRABAJO E INMIGRACIÓN 91
SUMARIO
SUMARIO
RICARD CALVO PALOMARES
FIGURA 2 . CLASIFICACIÓN POLÍTICAS ACTIVAS DE EMPLEO
Fuente: Elaboración propia.
estudio, etapa que analizaba el papel asumi-
do por los distintos técnicos como agentes
líderes en el proceso de cambio y mejora eco-
nómica y social a nivel local, a través del dise-
ño e implementación de las políticas activas
de empleo.
La población de referencia del estudio fue-
ron las Agencias de Empleo y Desarrollo
Local en funcionamiento en la Comunitat
Valenciana en 2008 (un total de 401 agencias
de carácter local y/o comarcal, lo que a su vez
representaba a una población total de 610
5 Sustituye a la anterior Formación Profesional Ocu-
pacional (F.P.O) y Formación Profesional Continua.
6 Sustituye a los Programas de Garantía Social
(P.G.S.).
técnicos AEDL). Concretamente las informa-
ciones aportadas fueron recogidas entre octu-
bre de 2008 y junio de 2009 obteniendo un
grado de respuesta del 26,8 por cien de la
población total de referencia, lo que supone
que en el estudio participaron un total de 164
técnicos AEDL.
Por lo que respecta a las técnicas utiliza-
das para la recogida de las informaciones,
además de la consulta de las fuentes existen-
tes de carácter secundario –sobre todo fuen-
tes documentales–, se utilizaron dos de carác-
ter primario, el envío de un cuestionario a
través del correo electrónico y el contacto
telefónico posterior con la finalidad de pun-
tualizar determinados aspectos de las infor-
maciones facilitadas por los mismos.
REVISTA DEL MINISTERIO DE TRABAJO E INMIGRACIÓN 91 79
SUMARIO
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INFORMES Y ESTUDIOS
FIGURA 3 . PROGRAMAS DE DESARROLLO LOCAL
Fuente: Elaboración propia.
FIGURA 4. PROGRAMAS DESARROLLADOS POR LAS AEDL COMUNITAT
VALENCIANA (1985-2009)
Fuente: Elaboración propia.
El cuestionario estructurado en base a los principales variables independientes fueron
objetivos específicos pretendidos, combinaba las siguientes: 1. recursos humanos disponi-
preguntas cerradas con algunas semiabiertas bles; 2. tipo de programas desarrollados en la
en las que el técnico según su respuesta debía Agencia; 3. tipo de financiación de los progra-
concretar sus aportaciones. Se diseñó en die- mas; 4. existencia de foros sociales a nivel
cisiete ítems que respondían a un proceso de local; 5. tipos de foro social existente a nivel
operacionalización en el que la variable local; 6. prioridad en la actividad de la Agen-
dependiente fue el grado de actuación en la cia; 7. grado de implicación política de la Cor-
esfera de lo social del técnico. Por su parte las poración local; y, 8. tipo de dificultades y
80 REVISTA DEL MINISTERIO DE TRABAJO E INMIGRACIÓN 91
SUMARIO
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RICARD CALVO PALOMARES
FIGURA 5 . FACTORES DETERMINANTES Y DEPENDENCIA
ENTRE VARIABLES
Fuente: Elaboración propia.
resistencias existentes en el desarrollo de
este proceso de coordinación social.
4.2. Los resultados más destacados
Una vez planteado como tema de interés
científico el giro hacia lo social del modelo de
desarrollo local, nos proponemos como objeti-
vo particular de este subapartado concretar
los principales factores que han posibilitado
esta situación. El análisis pretende, además
de la mera detección de los aspectos con algún
tipo de influencia, el estudio de las posibles
correlaciones existentes entre las distintas
variables independientes determinadas y la
variable dependiente que hemos considerado
como principal: la orientación del modelo
(económica o social)7. Presentamos a conti-
nuación los diez factores que han obtenido
mayor coeficiente, y que por tanto nos indican
aquellas variables con un mayor grado de
influencia (ver figura 5).
7 Ello lo hemos obtenido a partir del cálculo del coe-
ficiente de Pearson (r)
El tiempo de experiencia medido en el
número de años en funcionamiento de la
agencia y/o de experiencia del técnico en el
puesto, se posiciona como el factor que mayor
influencia genera para la apuesta por lo
social a nivel local. Se trata de un proceso de
evolución que sufre la agencia o el propio téc-
nico en el desarrollo de su actividad. Aspecto
que observamos con claridad en la figura 6,
donde a mayor número de años en funciona-
miento de la Agencia, mayor orientación
hacia los programas sociales de desarrollo
local, ganando terreno y peso específico a los
programas de empleo.
Junto a ello adquiere importancia el hecho
de que la cuestión social ha sido fuente de
riqueza y de financiación para muchos muni-
cipios gracias a la existencia de abundantes
fondos económicos que han permitido el des-
arrollo de abundantes programas, tanto ha
sido así que muchos técnicos de empleo se
definen incluso como «cazadores de subven-
ciones». Buena muestra de ello lo vemos refle-
jado en los datos aportados en la figura 7, en
términos generales casi el 90 por cien de las
actuaciones emprendidas sobre el territorio
REVISTA DEL MINISTERIO DE TRABAJO E INMIGRACIÓN 91 81
SUMARIO
SUMARIO
INFORMES Y ESTUDIOS
FIGURA 6 . PROGRAMAS DESARROLLADOS SEGÚN LOS AÑOS
DE EXPERIENCIA
Fuente: Elaboración propia.
FIGURA 7 . FINANCIACIÓN DE LOS PROGRAMAS DESARROLLADOS
Fuente: Elaboración propia.
FIGURA 8 . . EXISTENCIA DE UNA PARTIDA PRESUPUESTARIA PARA EMPLEO
Y DESARROLLO LOCAL
Fuente: Elaboración propia.
son con cargo a ayudas y subvenciones no
municipales.
Pese a ello, dentro de esta dinámica cabe
destacar cómo cada vez son más los munici-
pios que cuentan con la existencia de una par-
tida presupuestaria específica para empleo y
desarrollo local (ver figura 8). Y en este senti-
do también cabe hacer patente la apuesta que
desde lo local se está haciendo por los progra-
mas sociales de desarrollo local. Un 91,3 por
cien de las aportaciones realizadas directa-
mente desde los Ayuntamientos se dedican al
desarrollo de programas vinculados con lo
social en el desarrollo local.
Como complemento de lo dicho hasta el
momento, otro factor muy a tener en cuenta
en este sentido es el tamaño del municipio.
En este sentido observamos claramente que
cuanto mayor es la población más abre el
abanico de actuaciones y por tanto asume su
competencia en lo social, así lo pone de mani-
fiesto la figura siguiente.
A continuación, los colectivos a los que van
destinados la mayoría de los programas que
conforman las políticas activas de empleo son
en su mayor parte colectivos en situación de
riesgo de exclusión social. La figura 10 nos
indica que casi el 80 por cien de estos progra-
mas –recordemos subvencionados– van diri-
gidos específicamente para colectivos en esta
situación.
82 REVISTA DEL MINISTERIO DE TRABAJO E INMIGRACIÓN 91
SUMARIO
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RICARD CALVO PALOMARES
FIGURA 9 . PROGRAMAS SEGÚN NÚMERO HABITANTES
Fuente: Elaboración propia.
FIGURA 10 . COLECTIVOS DESTINATARIOS
Fuente: Elaboración propia.
FIGURA 11 . ANÁLISIS ESTRUCTURA DEL SERVICIO
Fuente: Elaboración propia.
La estructura y organización interna de la
agencia manifestada en el número de recur-
sos humanos disponibles y en la existencia de
una delimitación de tareas a realizar por
cada uno de ellos) es también uno de los fac-
tores generadores de dependencias entre las
variables. La unipersonalidad mayoritaria de
las agencias pone de manifiesto su limitación
operativa en el desarrollo de programas de
carácter social.
La vocación personal-profesional con la
que el técnico AEDL realiza su labor es el
siguiente factor en el listado presentado ante-
riormente. Aspecto que tiene estrecha rela-
ción con la titulación en origen del técnico,
con su experiencia previa y sobre todo con su
actitud hacia la cuestión social. A grandes
rasgos podemos apuntar que se observa
mayor existencia de programas sociales en
aquellas agencias en las que el técnico res-
REVISTA DEL MINISTERIO DE TRABAJO E INMIGRACIÓN 91 83
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INFORMES Y ESTUDIOS
ponsable procede de titulaciones vinculadas
con las ciencias sociales, tales como Psicolo-
gía, Sociología, Trabajo Social o Relaciones
Laborales por citar las principales. Aporta-
mos en la figura 12 informaciones respecto de
las cuatro titulaciones predominantes en la
profesión de AEDL.
Y muy relacionado con la orientación for-
mativo-profesional, aparece el grado de auto-
nomía de que dispone el técnico en el desarro-
llo de su labor, lo que influirá sobre las líneas
desarrolladas. Este nivel de decisión que
ostenta los programas desarrollados por la
agencia tiene una relación con el estilo de
liderazgo y perfil del responsable político
–concejal o alcalde en su caso. En la figura
siguiente aportamos datos de la valoración
realizada por los técnicos participantes en el
estudio desde tres perspectivas: la operativa
habitual de trabajo, la gestión del proceso y la
decisión sobre el mismo.
A continuación, un grupo de factores nos
sitúan en la capacidad de liderazgo del técni-
co o de la agencia concretada en la iniciativa,
implicación y decisión para crear y poner en
funcionamiento redes sociales a nivel local
(ver figura 14), y el grado de conocimiento de
las necesidades reales del territorio, que pese
a ser una carencia –ya que el nivel de realiza-
ción de estudios es muy bajo (ver figura 15)–,
FIGURA 12 . CORRELACIÓN ENTRE LA TITULACIÓN Y LA IMPORTANCIA
OTORGADA A LAS LINEAS DESARROLLADAS
Fuente: Elaboración propia.
FIGURA 13 . VALORACIÓN AUTONOMÍA DEL TÉCNICO
Fuente: Elaboración propia.
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RICARD CALVO PALOMARES
FIGURA 14 . EXISTENCIA DE FOROS SOCIALES LOCALES
Fuente: Elaboración propia.
FIGURA 15 . REALIZACIÓN DE ESTUDIOS
Fuente: Elaboración propia.
FIGURA 16 . COORDINACIÓN DE LAS POLÍTICAS DE EMPLEO Y DESARROLLO
LOCAL CON EL RESTO DE ACTUACIONES MUNICIPALES
Fuente: Elaboración propia.
no desvirtúa que sea influyente sobre la
socialización del modelo.
Cierra la lista de factores, la capacidad de
coordinar el empleo y el desarrollo local con
otras áreas de la corporación –servicios socia-
les principalmente, pero también educación,
cultura, juventud, ciudadanía, inmigración o
servicio a la comunidad entre otros– y deter-
minar así un objetivo común a todas ellas: el
bien social colectivo. A tenor de lo observado
en la figura 16, la coordinación es uno de los
aspectos que todavía pueden mejorar en gran
medida.
5. A MODO DE CONCLUSIÓN FINAL:
LA SITUACIÓN ACTUAL,
UNA OPORTUNIDAD DE FUTURO
Una vez constatada la importancia actual
de lo social en el trabajo desarrollado en los
servicios locales de empleo –y por tanto por
los técnicos que están al frente–, su cercanía
al territorio, la interacción con los recursos de
todo tipo presentes en el medio y su orienta-
ción a la acción, los posicionan como un ele-
mento clave para la consecución de la mejora
social colectiva. Superada la limitación ini-
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INFORMES Y ESTUDIOS
cial intrínseca al puesto de técnico AEDL, y
habiendo alcanzado una perspectiva donde el
binomio económico-social es fuente de benefi-
cios para el territorio y para su población,
como cierre del artículo apuntamos que esta
situación ha posicionado al técnico AEDL
como uno de los agentes sociales a nivel local
mejor situados para tomar la iniciativa y
afrontar la generación de redes sociales loca-
les de mejora e interés colectivo.
Ya que el agente de desarrollo, se define en
el terreno de la acción, en el campo político,
económico, social y cultural, siendo portador
de propuestas que tienden a capitalizar mejor
las potencialidades locales. Son portadores de
proyectos de cambio que expresan incidencia
y compromiso sobre el proceso de desarrollo
territorial. El actuando como un mediador,
capaz de observar, analizar, comprender y
traducir las lógicas y racionalidades de los
otros agentes, incorporar propuestas de con-
certación y de ofrecer el diseño de las actua-
ciones necesarias.
La actuación del técnico AEDL, en su con-
dición de máximo representante del modelo
de desarrollo y del paradigma intervencionis-
ta del Estado, ha de regirse en la medida de lo
posible por realizar tres grandes aportacio-
nes al proceso de intervención social (Calvo,
2009). Estas son: la dimensión integral, ya
que se debe plantear para todo el territorio; la
dimensión integrada, que entiende el territo-
rio como un todo indivisible, y que debe ajus-
tarse a las necesidades y requerimientos del
mismo; y, la dimensión integradora, ya que
debe tener en cuenta todos los agentes socia-
les con presencia en el territorio.
Desde esta perspectiva social, el técnico
AEDL se enfrenta a un claro reto de futuro en
su compromiso con el desarrollo y la promo-
ción socioeconómica del territorio, el reto de
ser capaz de generar sinergia positiva entre
los distintos agentes sociales locales. Para
ello, el primer paso será detectar y conocer
todos aquellos agentes con presencia en el
mismo, para a continuación, poder articular
los mecanismos adecuados para integrar
estas perspectivas sociales de tanta impor-
tancia para el municipio. La consigna será en
lo micro, lo concreto es fácil de encontrar.
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REVISTA DEL MINISTERIO DE TRABAJO E INMIGRACIÓN 91 87
SUMARIO
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INFORMES Y ESTUDIOS
RESUMEN El objetivo del presente artículo es plantear la reflexión y el debate sobre la importancia
que tiene en la actualidad lo social a nivel local como elemento esencial para el desarrollo
integral del territorio. Para ello, mostrará cómo el modelo para el desarrollo local ha ido
evolucionando desde la esfera de lo económico a la esfera de lo social. Y cómo en la actuali-
dad separar estas dos dimensiones de la intervención pública resulta prácticamente impo-
sible y funcionalmente inviable. Tomando como base los resultados parciales de una inves-
tigación en curso, propondrá los principales factores que han posibilitado la transición del
modelo de desarrollo local de una perspectiva puramente económica a otra definida en tér-
minos socioeconómicos, situación que posiciona estratégicamente a los técnicos al frente
del mismo para liderar el proceso de mejora a nivel micro.
ABSTRACT This paper aims to bring up the reflection and the debate on the current importance of the
social sphere at the local level as a key element for the integral development of a territo-
ry. Accordingly, it will show how the local development model has evolved from the eco-
nomic sphere to the social sphere. It will further describe how currently it is practically
impossible and functionally unfeasible to separate these two public intervention dimen-
sions. Based on the partial results of an on-going investigation, the main factors facilitat-
ing the transition of the local development model from a purely economic perspective into
a socioeconomic one are put forward. This situation strategically locates technicians in
charge of the model to lead the improvement process at the micro level.
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