Estado social, derecho al trabajo y política de empleo

AutorJoaquín Aparicio Tovar, Antonio Baylos Grau y Jaime Cabeza Pereiro
CargoProfesor Emérito de la Universidad de Castilla-La Mancha / Catedrático de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social. Universidad de Castilla-La Mancha / Catedrático de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social. Universidad de Vigo.
Páginas15-36
15
1. ESTADO SOCIAL Y CLAÚSULA SOCIAL EN LA CONSTITUCIÓN
Hoy es un lugar común hablar de Estado social junto a la clásica expresión de
Estado de derecho. Como también reiterar que esta fórmula implica el reco-
nocimiento del valor central del trabajo en una sociedad democrática como el
elemento esencial del Estado Social y Democrático en que España se constituye
como declara el artículo 1 de la Constitución. Y es también un hecho notorio que
han sido las seculares luchas de los trabajadores por mejorar sus condiciones de
trabajo y vida las que han ido transformando progresivamente el viejo estado
liberal para llegar al Estado Social y Democrático de Derecho que se generaliza
en Europa occidental tras la derrota del nazi-fascismo.
No ha sido un camino de continuos avances. Grandes historiadores, como
Ramón Carande o Josep Fontana, han advertido que la historia no es una suce-
sión lineal en un camino de progreso hacia cada vez mayores cotas de libertad,
igualdad y bienestar. Ha habido sin duda avances, aunque también retrocesos,
pero los avances no han sido consecuencia de una regla interna de la evolución
humana, sino “el resultado de muchas luchas colectivas”, como dijera el segun-
do de los historiadores recién citados.
En la aspiración de los seres humanos a conseguir un mundo que ofrezca con-
diciones de vida que les permitan desarrollar sus potencialidades como tales y
alcanzar la común dignidad que a todos corresponde, a disfrutar de los bienes de
este mundo al que con su trabajo han contribuido a crear, tenemos que convenir
que, aunque en los comienzos del siglo XXI las cosas no sean claras y las nieblas
del futuro nos dificulten vislumbrar proyectos de emancipación colectiva, el
1. Estado Social y cláusula social en la Constitución. 2. Derecho al trabajo y política de empleo. 3. Política de
empleo y traducción normativa. 3.1. El tránsito hacia un servicio público eficiente. 3.2 El espacio de la iniciativa
privada. 3.3. Recapitulación. 3.4. Hacia una legislación común en el ámbito de la UE y una revisión de la norma-
tiva internacional.
Joaquín Aparicio Tovar
Profesor Emérito de la Universidad de Castilla-La Mancha.
Antonio Baylos Grau
Catedrático de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social. Universidad de Castilla-La Mancha.
Jaime Cabeza Pereiro
Catedrático de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social. Universidad de Vigo.
ESTUDIO
ESTADO SOCIAL, DERECHO AL TRABAJO Y POLÍTICA DE
EMPLEO
ESTUDIO__Estado social, derecho al trabajo y política de empleo
16
siglo XX, junto a un pasado de guerras y destrucciones, y precisamente como
respuesta a ellas, al menos en el rincón del planeta que conocemos por Europa,
nos dejó la buena herencia que tenemos que cuidar para no perderla, de poner
en marcha un modo más civilizado de convivir que podemos resumir en una
manera de entender la democracia, no como algo acabado y dado de una vez
para siempre, sino como una continua evolución en el camino hacia la igualdad
real para hacer efectiva y no meramente ficticia, la libertad. Ello implica que la
acción política debe servir para transformar y mejorar las condiciones de exis-
tencia, debe ser instrumento para “remover los obstáculos” que impidan o difi-
culten el goce de ambas, libertad e igualdad, según podemos leer, por ejemplo,
en el art. 9.2 de la Constitución española.
Solo en la segunda mitad del siglo XX una parte importante de la población euro-
pea (a la que la dictadura franquista excluyó durante años a la española) pudo,
después de penurias seculares acentuadas por espantosas guerras y duras post-
guerras, hacer “previsiones razonables” ligadas al trabajo estable y con derechos
que permitía disponer de medios para una vida al abrigo de la miseria, pudo
disfrutar de garantías de provisión de rentas cuando por alguna razón (vejez,
invalidez o desempleo) el trabajo falla, y de atención sanitaria decente frente
en los casos de alteraciones de la salud. Lo que quiere decir que se alumbraron
soluciones a los muy antiguos problemas de menesterosidad y estados de nece-
sidad de los individuos poniendo coto a la hasta entonces azarosa existencia de
la mayoría de la población. En definitiva, se les dio un poco de seguridad para
una vida más digna.
Esta forma de entender la democracia implica que los individuos abandonan
el espacio de la inseguridad vital gracias a que se les reconocen derechos que
les permiten “ocupar un puesto como miembros de pleno derecho de la socie-
dad, es decir, como ciudadanos”. Las democracias liberales europeas, con la
segregación entre el ámbito de lo político, en el que los ciudadanos ejercían
sus derechos de participación política en pos del “interés general” y el ámbito
privado, dominado por el mercado en el que prima la consecución del propio
interés, expulsaban de la esfera de la participación política (de una u otra forma)
a todos aquellos que no obtuviesen por sí mismos recursos para garantizarse la
subsistencia. Se suponía que la garantía de la subsistencia era (y todavía hoy
algunos lo creen) tarea exclusivamente individual, por lo que caer en estados
de necesidad, en la menesterosidad, era producto de la incuria personal y por
tanto le invalidaba para acceder al ámbito en el que se dilucidaban los asuntos
del interés general. Los mecanismos de representación de estas democracias
son extraordinariamente deficientes. El reconocimiento de derechos, especial-
mente de los de contenido social, que empieza a hacerse en las constituciones
a partir de Weimar y la constitución mexicana de Quéretaro, empezó a permitir
entrar en la esfera de la ciudadanía a los por tanto tiempo excluidos, mejorando
de ese modo la calidad de la vida democrática. Los derechos, especialmente los

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR