El síntoma y la teoría, el síntoma es la teoría. Entrevista con Georges Didi-Huberman

AutorGabriel Cabello, Daniel Lesmes y Jordi Massó
Páginas22-30
246
El síntoma y la teoría, el síntoma es la teoría.
Entrevista con Georges Didi-Huberman*
GABRIEL CABELLO, DANIEL LESMES Y JORDI MASSÓ
Tu obra está ligada, desde sus comienzos mismos, a la investigación sobre la histe-
ria. En 1982 publicas tu monografía sobre Charcot en La Salpêtrière («Invention de
l’hystérie») y, junto a Jean-André Fieschi, realizas una película sobre el tema
(«L’horreur de la lumière»). La noción de imagen-síntoma (una imagen abierta,
sufriente de reminiscencias) que recorren tus escritos es su heredera. Incluso en la
reciente exposición «Soulèvements» hay una sección que se dedica a las bocas que
buscan expresarse pero no s aben cómo conseguirlo, como si solamente el gesto paté-
tico del levantamiento permitiera, como ocurre en el modelo de la Histeria, tal ma-
nifestación. Del mismo modo, expresiones como «figurado plásticamente» o «fósil
en movimiento», que modelan esta noción de imagen-síntoma, provienen directa-
mente de Freud. Querríamos por tanto comenzar por preguntarte algo quizá muy
amplio, pero que nos parece cru cial. ¿Cómo se produce el pas o desde el campo clínico
al campo metapsicológico —o antropológico— que te permite confrontar esas inten-
sidades visuales de las que te has ocupado? ¿Quiénes son los autores que han ejerci-
do de mediadores entre Freud y tu noción de imagen-síntoma?
Eso que llamáis «el paso desde el campo clínico al campo metapsicológico» cons-
tituye, creo, la cosa más evidente del mundo, al menos para quien no concibe la teoría
como una cosa dogmática, axiomática o dominadora. El campo clínico no es un
campo cerrado por la pura y simple observación empírica. He aprendido de Freud
que el síntoma es teoría, y no simplemente la manifestación empobrecida de algu-
na otra cosa que le sería superior. Si uno lee los primeros textos de Freud sobre la
histeria, comprueba que ya poseen —es algo manifiesto en la correspondencia con
Fliess— una dimensión metapsicológica lograda. Freud mismo había sin duda apren-
dido o deducido de Goethe que un síntoma puede ser considerado como «fenómeno
originario» (Urphänomen): a saber, que su dimensión teórica, o metapsicológica si lo
queréis, tiene sus raíces en su fenomenalidad misma. Lo que por su parte volverá a
señalar Walter Benjamin, gran lector de Goethe (y asimismo de Freud).
Para responder a la cuestión más personal que planteáis, yo diría que la histeria
—a través de las fotografías de la Salpêtrière descubiertas un día por azar, en un
café feminista de París— ha sido para mí el «camino real»1 de una reflexión sobre
* Traducción de Gabriel Cabello.
1. La «voie royale» [N. del T.].
RA_246_DIDI_HUBERMAN.pmd 12/04/2017, 10:5822

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