Roland Barthes y la literatura. Indagaciones sobre un repertorio conceptual
| Autor | Enrique Baena |
| Cargo | Universidad De Málaga |
| Páginas | 9-17 |
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Roland Barthes y la literatura.
Indagaciones sobre un repertorio conceptual
ENRIQUE BAENA
UNIVERSIDAD DE MÁLAGA
Las capacidades que Roland Barthes otorga a la literatura, nacen, en primer
término, a raíz de modos contextuales: su realidad consiste en constituir la de-
fensa y preponderancia de la lengua y la expresividad en los medios científicos
que relegan habitualmente esta centralidad. Al tiempo, sus argumentos se ex-
tienden, en este sentido, al hecho de que la literatura ha escrito desde siempre lo
que se descubre en cada actualidad, sólo que lo ha hecho desde los márgenes del
pensamiento racional, trayendo mitologías y sueños, o premoniciones y mira-
das que se situaban en el borde de la comprensión humana. Textos críticos como
«De la ciencia a la literatura» (Barthes, 1987a, 20-21), o «L’evaluation littéraire»
(Barthes, 1987a), son exponentes de una y otra dirección crítica. De ahí, asimis-
mo, que, en la estela de Jakobson, según señaló Vincent Jouve (1986, 60-61), la
literatura, en este repertorio crítico, se muestre refractaria a todo reduccionis-
mo denotativo, antes bien, sus luces imbrican la significación en el significante,
desarrollando su verdadera naturaleza en la consecuencia hecha ya símbolo de
esa simbiosis. Y es por ello que sobrevive en el devenir histórico, porque su
sentido no responde exclusivamente a un tiempo o a un contexto. La estética es
la manera de una supervivencia plurisecular, y el objeto, la pregunta acerca del
sentido en lo universal.
La literatura es así consecuencia de las metamorfosis del mundo, presentacio-
nes cifradas, palabras hechas para la construcción del propio sentido. Y ese senti-
do está marcado por un sujeto de deseo, en cuya invención se traslada; de manera
que la recepción literaria debe igualmente recoger ese perfil inventivo. Un círculo
de comprensión textual que, sin embargo, no ofrece lecturas unívocas. Des de muy
pronto, en Sur R acine (Barthes, 1963), el crítico establece este pacto teórico consi-
go mismo: no sólo el sentido es diverso sino que la propia textualidad es objeto de
distintos códigos que la atraviesan; es decir, frente a la pura comunicación, el
sistema significante en sí mismo, en el terreno literario, se da como fuente de
conocimiento, lo que no es sino la expresión de una complejidad, tanto en lo
externo o estilístico, como en lo interno o psicoanalítico. Y en este ámbito, a partir
del écart, surge el sujeto, la ficción de verdad en la literatura y el propio placer del
texto, proclamados por el crítico en Leçon (Barthes, 1978, 15 ss.). De ello s e deriva
que la literatura se convierta en un espacio por antonomasia de libertad, ya que
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