Roca-Sastre, Académico de Jurisprudencia
Autor | Rafael Núñez Lagos |
Páginas | 729-738 |
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Con fecha 30 de abril de 1956, don Ramón María Roca-Sastre leyó su discurso de ingreso en la Real Academia de Jurisprudencia y Legislación, cuyo texto se recogió, previa la correspondiente autorización, en el número 336-337 de esta Revista, año 1956, páginas 289 y siguientes.
Ahora reproducimos la contestación a dicho discurso, pronunciada por don Rafael Núñez Lagos, en la parte referente a la personalidad y obra del nuevo académico:
Señores Académicos:
La Real Academia de Jurisprudencia, hoy acoge solemnemente en su seno al gran jurisconsulto y publicista español, excelentísimo señor don Ramón María Roca-Sastre. En tan alta ocasión me cabe el honor de darle el parabién en nombre de esta docta Casa.
No me cupo excusa en aceptar la encomienda, y en trance de procurar remedio, más que brillos que no tengo, haré de espejo que os devuelva fiel la misma imagen de nuestro nuevo académico, pues aquí podríamos repetir, con el clásico «no es menester alaballo, que ello solo se alaba».
Si la notoriedad de su nombre, la universalidad de su prestigio y el testimonio de probanza segura de sus muchas obras no hubieran llevado a la Corporación a elegirlo por unanimidad, de la justicia del acuerdo da fe cumplida el discurso que acabamos de escuchar. Al margen del acendrado cariño que al hombre por sus bondades le profesamos, sus viejos amigos no hemos de ver en este discurso de hogaño que un fruto más de su lograda madurez, eslabón añadido a una larga cadena de publicaciones jurídicas, que no sólo han enriquecido el acervo bibliográfico español, sino que han contribuido al esclarecimiento de arduas cuestiones en muy diversas disciplinas jurídicas, singularmente en Derecho hipotecario y en Derecho sucesorio.
Don Ramón María Roca-Sastre nace en Tárrega (Lérida) el 1 de enero de 1899. Cursó sus estudios en la Facultad de Derecho de la Universidad de Page 730 Barcelona, acabándolos en 1921. Como muestra de su gran vocación por el Derecho, cabe recordar que apenas alcanzado el título de Licenciado dio un cursillo de conferencias en la Universidad de Barcelona sobre Derecho hipotecario, materia que desde entonces no ha dejado de cultivar con máximo acierto.
En seguida nos encontramos a Roca-Sastre emprendiendo con éxito su peregrinación de opositor. Todo lo que ha obtenido Roca-Sastre lo alcanzó por oposición. Nada debió al favor, dígase en buena hora en loor de Roca y de algunos otros a su par, aunque no tanto en alabanza de los que pudiendo dispensarlo, auparon medianías. Recién salido de las aulas universitarias, ingresa (1923) en el Cuerpo de Registradores de la Propiedad, debiendo esperar como aspirante todavía un año, al cumplimiento de la edad mínima reglamentaria. Más tarde ingresa, también por oposición, en Notarías (1932) y en Judicatura (1933). En dificultosas oposiciones obtiene en 1944 la Notaría que actualmente desempeña en Barcelona. Estos hechos hablan elocuentemente de la preparación de Roca-Sastre y de la bondad del sistema de la oposición para proveer en España los oficios públicos. No es que Roca-Sastre sintiera una especial vocación por las oposiciones, que a tanto equivaldría tener vocación de mártir. Triunfaba, no obstante, su desventaja temperamental en el arte de recitar temas, en gracia a su profunda preparación, a sus extensos saberes en la materia, más allá de programas y discos oficiales. Roca-Sastre es un ejemplo viviente de que nadie, de auténtica valía, se malogra en la oposición. Vulnerar el sistema de la oposición en cualquier actividad de la ciencia, la docencia o la Administración española implicaría un rudo ataque a los niveles culturales obtenidos en los últimos treinta años de la vida nacional.
A su experiencia de Registrador, de Notario y de Juez, Roca-Sastre quiso unir también su experiencia de letrado militante, y al efecto, a partir de 1939, ejerció con éxito de Abogado, en Barcelona, y aparte de sus actuaciones en el Foro, ha emitido numerosos dictámenes sobre las más diversas materias (civil, hipotecaria, mercantil, fiscal y administrativa).
Se puede concluir con esto que si Roca-Sastre es el gran teórico y publicista que ahora vais a ver, no es jamás el iluso teorizante de espaldas a las exigencias vivas de la realidad jurídica. En su caso, se aúnan, por fortuna, ciencia y experiencia. Nada tiene, pues, de extraño, que Roca-Sastre haya sido llamado a colaborar en Juntas y Consejos de carácter técnico legal. Así, en la actualidad es Vocal ponente en materia de Derecho de sucesiones en la Comisión de juristas para la compilación del Derecho foral de Cataluña. Es también Censor (y fue Vicepresidente antes) de la Academia de Jurisprudencia y Legislación de Barcelona. Fue Delegado de España en el II Congreso Internacional del Notariado latino, etc. Está en posesión de la Cruz distinguida de primera clase de San Raimundo de Peñafort y pertenece a la Orden de Honor y Mérito de la Cruz Roja de Cuba.
Page 731Mas el gran capítulo de la vida de Roca-Sastre lo integran las publicaciones. Pasan de treinta las obras jurídicas dadas a la imprenta, y algunas de ellas muy voluminosas. De nadie, en mejor grado, se puede decir que asciende al sitial de Académico por la escalera de honor de sus propias publicaciones.
Agregad a esta treintena de obras sus numerosos dictámenes escritos, aunque...
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