Próxima parada, la cualificación

AutorAida Ovejas López
Cargo del AutorEstudiante de 4º de Medicina de la Universidad Autónoma de Barcelona
Páginas451-454

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Como en las películas de terror, en las que un monstruo aparece repentinamente cada cierto periodo, hoy estamos viviendo bajo el acoso incesante de un cruel dragón u ogro que devora la vida y la felicidad de millones de personas: la crisis. Con la diferencia de que este monstruo no tiene un héroe capaz de domarlo, sino que él mismo se retira momentáneamente a su cueva y se agazapa a la espera del próximo ataque.

La gente está sufriendo con esta situación. Detrás de cada trabajo perdido hay un drama personal, una familia con grandes dificultades y una crisis social. La incertidumbre y la disminución de los ingresos alimentan la inseguridad. Cuando la desocupación se prolonga, los trabajadores pierden progresivamente sus competencias laborales, se agravan el estrés y las enfermedades y se produce una pérdida de autoestima, generando un estado de angustia personal.

El aumento del paro está relacionado con el aumento de la tasa de suicidios. Para los que dejan de trabajar, cada día que transcurre sin trabajo es sinónimo de mayores tensiones y menores probabilidades de volver a encontrarlo.

Esta crisis no será la primera ni tampoco la última, ya que de forma cíclica el sistema económico capitalista expresa así su necesidad de reajuste y readaptación para asegurar su supervivencia y viabilidad.

La actual crisis económica, cuyos efectos sociales más inmediatos son fundamentalmente la destrucción de la ocupación y del tejido empresarial, requiere, para su superación, un diagnóstico acertado de las causas que la impulsan y que han provocado una especial incidencia sobre nuestra economía. Entre estas, y por su importancia, no debemos ignorar aquellas que tienen su origen en una profunda crisis de valores humanos, el restablecimiento de las cuales ha de ser paralelo a la adopción de medidas técnicas necesarias para salir de la actual situación.

La propia economía no dispone de recursos suficientes para dar una explicación a la crisis económica mundial. Sería la psicología, y más concretamente la Psicología Social, la que podría darnos luz a esta situación. En el fondo, esta crisis que se instala en

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el mundo es consecuencia del irresistible deseo humano de poseer más, de incrementar su capital, sus posesiones. En décadas pasadas se ponía de manifiesto aumentando sus colonias de países subdesarrollados y expoliando sus riquezas naturales.

La conocida frase "tanto tienes, tanto vales" resume la consecuencia actual de esta crisis...

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