La protección de la discapacidad de militares y guardias civiles
| Autor | Juan Antonio Maldonado Molina |
| Cargo | Profesor Titular de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social Universidad de Granada |
| Páginas | 403-439 |
Parte tercera.Protección social de las personas con discapacidad
403
LA PROTECCIÓN DE LA DISCAPACIDAD DE MILITARES
Y GUARDIAS CIVILES
JAMM
Profesor Titular de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social
Universidad de Granada
I. UNA PERSPECTIVA HISTÓRICA
En el mundo militar siempre ha estado presente un sentimiento de justicia para los que
sufrieron la pérdida de su capacidad en acto de servicio. Se trata, no solo de un reconocimiento al
cumplimiento de un deber, sino de un mecanismo para motivar, que así expondrán su integridad con
.
Ésta ha sido una constante histórica, aunque el reconocimiento ha evolucionado en intensidad
y extensión. Paradójicamente, a diferencia de lo que ocurre en otros ámbitos del Derecho, si se echa
la vista atrás comprobamos que localizamos en el pasado mayores muestras de reconocimiento que en
obviamente en lo económico, nos referimos a las posibilidades de integración laboral. Si revisamos
nuestra Historia militar, nos encontraremos tanto con que algunos de los grandes personajes de la
misma tenían una discapacidad, como que han existido desde antiguo mecanismos institucionales
para recompensar a los militares que quedaban inválidos, mutilados o con alguna discapacidad
(usando la terminología actual).
con discapacidad. Sus hazañas hubieran sido imposibles hoy, porque hubieran pasado a la situación
de retiro. Son dos los ejemplos que referiremos en el ámbito castrense; y un tercero en el literario.
Respecto de los primeros, es obligado recordar a D. Blas de Lezo y Olavarrieta: “cojo, manco y tuerto”
a la par que Teniente General de la Armada, entre cuyas gestas está la épica defensa de Cartagena de
Indias frente a una potente escuadra de la Armada inglesa. Igualmente, otro “cojo, manco y tuerto” e
de Extranjeros” (posteriormente llamada Legión Española), y más adelante promotor también del
los símbolos de soldados españoles discapacitados en acto de servicio: el “manco de Lepanto”, uno
Saavedra. Nuestro más ilustre escritor, pese a perder su mano izquierda en esa batalla, la tenía presente
como una gran epopeya3. Y también recordó Cervantes la situación de los soldados con discapacidad
MALDONADO MOLINA Revista de Historia Militar, Escuela Militar de
En palabras de PÉREZ-FONCEA, (El héroe del Caribe
de España han hecho tanto por su patria y, sin embargo, han caído en tan triste e incomprensible olvido, como el
Almirante Blas de Lezo. Un breve relato de su vida y la batalla de Cartagena de Indias, vid. ROJO PINILLA, J.A.,
Cuando éramos invencibles
3 En El licenciado Vidriera señala que si es manco no se debe a una vulgar riña de taberna, “sino en la más alta
ocasión que vieron los siglos pasados, los presentes, ni esperan ver los venideros”. Cfr. FERNÁNDEZ NIETO, M.,
Revista de Historia Militar
Revista Crítica de Relaciones de Trabajo. Laborum Número Extraordinario 2023
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en el Quijote, donde aconsejaba el Ingenioso Hidalgo a un paje que quiere alistarse en una Compañía
de Infantería:
“Y advertid, hijo, que al soldado mejor le está el oler a pólvora que algalia, y que si la vejez
os coge en este honroso ejercicio, aunque sea lleno de heridas y estropeado o cojo, a lo menos no
os podrá coger sin honra, y tal, que no os la podrá menoscabar la pobreza; cuanto más, que ya se
va dando orden cómo se entretengan y remedien los soldados viejos y estropeados (…)” (Quijote, II,
cáp. XXIV)
Soldados viejos y estropeados. Una expresión totalmente alejada de los actuales eufemismos, y
que con orgullo vienen usando hoy los militares españoles con discapacidad a través de la Asociación
que los representa (Asociación española de Militares y Guardias Civiles con Discapacidad, ACIME)4,
dando nombre a su Revista, Asociación que tiene como socio de honor a Cervantes.
Junto con personalidades extraordinarias de la Historia Militar española con discapacidad,
hay que referirse a los mecanismos que desde antiguo han servido para reconocer y recompensar a
los militares con discapacidad. Sin remontarnos a hitos anteriores a la formación del Estado español
(entre los que habría que aludir a la formación de la ciudad de Mérida6 o las Partidas de Alfonso X),
queremos aludir a los siguientes, aunque advirtiendo de antemano que ninguna norma protegió a los
inválidos de forma continua y efectiva8.
El auxilio a los soldados envejecidos e inválidos (riesgos que se confundían y subsumían
en una sola categoría) ha sido históricamente una de las primeras manifestaciones de cobertura de
la ancianidad por el Estado, al preocuparse por la situación en que quedaban sus servidores y las
consecuencias que para la seguridad y el orden público podía tener, amén del desánimo y desasosiego
que producía entre las milicias su incierto futuro9. Por ello, las primeras pensiones establecidas para el
Estado han estado orientadas al empleo público, y dentro de este colectivo el de la milicia. En palabras
protección social”.
Carlos V creó la primera unidad integrada por soldados inválidos. Y para algunos incluso
llegó a otorgarse el retiro en sus casas “con pleno goce de su paga” para varios soldados de la Guardia
4 ACIME es un acrónimo, cuyo origen son las siglas correspondientes a la antigua Asociación Cultural de Inválidos
no poder ingresar en el Cuerpo de Mutilados, a consecuencias de sus heridas o lesiones sufridas en acto de servicio.
http://www.acime.es/index.php/revista
6 El topónimo de Mérida deriva del latín Emerita Augusta
soldados veteranos o eméritos.
medieval), que debían recibir los hombres por los daños sufridos en las guerras. Cfr. PUELL DE LA VILLA, F, «La
MEDINA TORRES Y GONZÁLEZ-BADÍA
FRAGA, Coords., Actas del IV Seminario Internacional sobre
PUELL DE LA VILLA, F, Historia de la Protección Social Militar en España (1265-1978). De la Ley de Partidas
al ISFAS
8 VIÑES MILLET, C., «El Cuerpo de Inválidos y su organización, en el contexto de la Reforma del Ejército del siglo
Revista de Historia Militar
9 MALDONADO MOLINA, J.A., Génesis y evolución de la protección social por vejez en España, MTAS, TGSS, Madrid,
DE LA VILLA GIL, L.E.PUELL DE LA VILLA, F, Historia de la Protección Social Militar en España (1265-
1978), cit.
Parte tercera.Protección social de las personas con discapacidad
.
En este sentido, es de subrayar al ilustre Cristóbal Pérez de Herrera, médico militar que, recoge
clase militar”, «para que los
soldados viejos, marineros, pilotos y artilleros y otros jubilados por estropeados o vejez, vivieran
asegurados y consolados
II, aunque nada se hizo. Pero eran más planteamientos teóricos que realidades. En España, Felipe
impedido por vejez, enfermedad o heridas, siempre que hubiese prestados dieciséis años de servicio
activo, o diez combatiendo ininterrumpidamente.
La aparición de los Montepíos también se liga a la protección social de las milicias. Así, con
la Ilustración se desarrolló una intensa campaña contra las cofradías y hermandades, convirtiéndose
estas entidades de previsión en Montepíos, que no eran sino hermandades de socorro de carácter laico,
era limitadísima, restringiéndose a la mera protección de la viudedad y orfandad de los familiares de
los funcionarios.
, en
un proceso que culminaría en el siglo XIX con la creación del Cuerpo de Inválidos. Las funciones a
las que se asignaban eran custodia de fortalezas y sitios reales, y mantenimiento del orden ciudadano.
Desde la creación de este Cuerpo hasta su extinción, durante la II República, transcurre casi un
de la reorganización del Cuerpo, que pasaría a denominarse Cuerpo de Inválidos Militares, y que
como principales novedades pasa a diferenciar los inválidos de guerra de los inválidos en el servicio,
excluyendo en cualquier caso a los discapacitados por enfermedad. Otros aspectos a destacar son que
extendió la cobertura a las Fuerzas de Orden Público.
VIÑES MILLET, C., op. el loc. cit. (nota número 3).
Un análisis más detallado, en PUELL DE LA VILLA, F, «La protección de la discapacidad en los Ejércitos: una mirada
op. cit.
En su obra
principio de los albergues destos reinos; y amparo de la milicia dellos
VIÑES MILLET, C., op. cit.,
PUELL DE LA VILLA op. cit., pág.
(VIÑES MILLET, C., op. cit.
RUMÉU DE ARMAS, A., Historia de la Previsión Social en España, Editorial Revista de Derecho Privado, Madrid,
Sobre estos montepíos pueden encontrarse más datos en DE LA VILLA GIL, L.E., «La previsión social mutualista
Revista de Administración Pública
especialmente en las anotaciones a pie de página.
estar compuestos por compañías. Se reguló igualmente el sueldo y retribución que percibirían. Cfr. Web de ACIME:
http://www.acime.es/index.php/asociacion/historia/cuerpo-de-invalidos; VIÑES MILLET, C., «El Cuerpo de Inválidos
Revista de Historia Militar
vid.
PUELL DE LA VILLA, F, Historia de la Protección Social Militar en España (1265-1978), cit.
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