Prólogo

AutorLuis Rodríguez Ramos
Cargo del AutorCatedrático de Derecho penal
Páginas15-17

Decir algo como portada de un libro antes de tomar la palabra su autor, es una actividad muy grata si, como en el presente caso, el libro merece la pena, tornándose el papel de presentador o telonero en una provocación sincera al lector a enriquecer su cultura jurídica sobre una realidad fácil de comprender a un nivel nocional, pero difícil de definir y considerar con rigor científico en todas sus vertientes sustantivas y procesales, que son muchas y complejas.

El acoso laboral o mobbing es un objeto que, en el ámbito sustantivo del ordenamiento jurídico, ha afectado distintos sectores (civil, penal, laboral, administrativo), afectación que consecuentemente se ha extendido a los correspondientes órdenes jurisdiccionales y subsiguientes rituales procesales. El autor ha tenido la valentía y el acierto de globalizar la perspectiva jurídica de su tratamiento, asumiendo el "misterio" de unidad y diversidad que supone la segmentación del ordenamiento jurídico y de la jurisdicción en diversos órdenes, con la unidad de uno y otra que impone la Constitución, unidad y diversidad que generan los correspondientes problemas de "contaminación" entre los segmentos jurídicos que se traducen en prejudicialidades en los distintos procesos.

Pero la realidad socioeconómica, psicológica y en definitiva humana que subyace al mobbing como realidad jurídica, tampoco ha sido eludida por el autor, que comienza su andadura científica determinando estas realidades que se sumergen en la perenne naturaleza humana, en la que el fuerte y el débil, el poderoso y el menos poderoso, el prepotente y el impotente, se enfrentan en la lucha que, mientras fue sólo animal, se decantó siempre a favor del más fuerte. Y precisamente por existir este sustrato tan humano, la eliminación de esta patología social no sólo ni principalmente puede contar con la ayuda del Derecho, sino también y sobre todo con la educación de los ciudadanos.

Ahora bien, la complejidad de la sociedad actual, que ha incorporado a sus notas esenciales la de ser "mediática", además de constituirse en una Estado social y democrático de Derecho, no puede eludir y el autor no lo elude el fenómeno del fraude procesal que supone instrumentalizar laPage 16moda del acoso laboral, para obtener ilícitos enriquecimientos, bien extra- judiciales bien judiciales, instrumentalizando en todo caso a los órganos jurisdiccionales como potenciales o reales autores inmediatos de estafas procesales. El miedo a los medios de...

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