La persona entre la Biotecnología, la Bioética y el Derecho: el paradigma de los trasplantes de órganos
| Autor | Carlos María Romeo Casabona |
| Cargo | Catedrático de Derecho Penal, Director de G.I. Cátedra de Derecho y Genoma Humano, Universidad del País Vasco UPV/EHU (Bilbao, España) |
| Páginas | 15-53 |
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Rev Der Gen H Núm. 55/2021: 15-53
Opinión / Opinion
La persona entre la Biotecnología, la
Bioética y el Derecho: el paradigma
de los trasplantes de órganos
The person between Biotechnology, Bioethics
and Law: the paradigm of organ transplants
Prof. Dr. iur Dr. med. Dr. h. c. mult. Carlos María
Romeo Casabona
Catedrático de Derecho Penal
Director de G.I. Cátedra de Derecho y Genoma Humano, Universidad del
País Vasco UPV/EHU (Bilbao, España)
DOI: 10.14679/1266
Sumario / Summary: 1. Presentación. 2. Resumen y conclusiones.3. Bibliografía.
Resumen / Abstract: En el presente estudio el Profesor Carlos María ROMEO
CASABONA analiza las consecuencias que se derivan para la consideración del
paciente y del hombre como persona de los recientes avances de la Biotecnología,
utilizando para ello los trasplantes como hilo conductor, aunque se incluyen también
breves referencias de otros supuestos (ingeniería genética, reproducción artificial,
modificación de conducta, entre otros).
In this study, Professor Carlos María ROMEO CASABONA analyses the consequences of
the recent advances in Biotechnology for the consideration of the patient and man as
a person, using transplants as a common thread, although brief references to other
cases (genetic engineering, artificial reproduction, behaviour modification, among
others) are also included.
Palabras clave / Keywords:
Biotecnología / Bioética / Trasplantes de órganos.
Biotechnology / Bioethics / organ transplants
CARLOS MARÍA ROMEO CASABONA
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1. Presentación
Me encontraba hace unas semanas intentando poner, vanamente, orden
en mi despacho de casa, cuando cayó en mis manos un ejemplar de la Revista
“Folia Humanistica” en el que se publicó, allá en enero de 1986, el artículo
que es objeto de nueva publicación en la monografía que coordina mi querida
colega la Profesor Maria Fàtima Freire de Sà y en la Revista de “Derecho y
Genoma Humano”, de la que fui su fundador en 1994 y su director hasta
estos momentos.
Ya c as i m e hab ía ol vi da do de es te pe cu li ar tr ab ajo – en aq uel lo s t ie mp os –
y lo releí con más curiosidad que interés sobre lo que pude haber escrito hace
treinta y seis años, en plena juventud. Me quedé sorprendido al comprobar
que las refl exiones que en él apuntaba, en algunos tramos en la forma de
meros trazos o bosquejos, seguían vigentes y que han venido siendo objeto
de refl exión, debate y, obviamente, refi namiento y mayor precisión durante
el tiempo transcurrido desde entonces. Pero me llamó aún más la atención
la metodología que de modo todavía intuitivo se percibe en el trabajo y que
abracé desde entonces sin renegar ni abandonar mi condición de penalista: la
interdisciplinariedad. Con toda la modestia, creo que como jurista fui pionero
en esta metodología para abordar certeramente las innovaciones que se iban
produciendo en relación con las Ciencias de la Vida, con la Biomedicina en
particular. Así se ha construido especialmente la Bioética (que ya fi gura en
el título del artículo y aprendí durante mi larga estancia de investigación en
la Universidad París II Panthéon-Assas), y también el Bioderecho (que conocí
en mi siguiente estancia en la Universidad de Stanford).
Esta metodología la he seguido desde entonces de forma continua en
mis estudios sobre Bioderecho. Cierto que la interdisciplinariedad exige un
esfuerzo añadido de conocimientos e integración de disciplinas y saberes
diferentes unidos por un foco compartido, en mi caso, como he indicado, las
Ciencias de la Vida. Pero requiere, al mismo tiempo, una estricta y profunda
formación y conocimiento metodológicos en una disciplina o saber que sirvan
de sólida referencia formativa. Para mí lo ha sido el Derecho Penal, lo que me
ha permitido aprovecharme de su fortaleza intelectual y metodológica, sin
sentirme, por otro lado, encorsetado por sus propias rigideces disciplinares.
Debo recordar entonces y agradecer consecuentemente al Dr. Francisco
ARASA, Presidente de la Fundación Letamendi-Forns, convocante del premio
al que concurrí y obtuve, pues su obra y su espíritu penetraron en mi
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LA PERSONA ENTRE LA BIOTECNOLOGÍA, LA BIOÉTICA Y EL DERECHO: EL PARADIGMA...
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mucho más profundamente de lo que yo mismo podía imaginar cuando me
encontraba sumido plenamente en la preparación y redacción de este trabajo
(tantas horas dedicadas y tantos almuerzos sacrifi cados para pasarme horas
en la Biblioteca de la Facultad de Medicina de mi recordada Universidad de
Zaragoza, y absorto en interminables lecturas).
No me falla la memoria cuando afi rmo que es el trabajo en el que me he
sentido más libre y más entusiasmado, nada sujeto a formalismos académicos
tan frecuentes en nuestro país y no pocas veces innecesarios. Fui verdade-
ramente libre para organizar y redactar mi trabajo, sin pensar en la posible
evaluación de mis colegas, a pesar de que (oh, paradoja) me presentaba a
un certamen cuyo objeto era precisamente y no otra cosa, la evaluación de
un estudio por todos los ángulos posibles.
Aquello fue el comienzo de una etapa, creo que no me excedo en
petulancia al decirlo, de una nueva etapa intelectual y académica, poco
entendida entonces por mis colegas. Y ahora que la cierro, me siento todavía
con fuerzas (cierto, bastantes menos) y con el mismo entusiasmo que aquel
joven que también fui, para iniciar nuevos caminos, tal vez absolutamente
desconocidos e intransitables para mí.
CMRC
Trabajo ganador del “1er. Premio Internacional sobre la “Ciencia del
Hombre”, otorgado por la Fundación Letamendi-Forns y premiado con un
millón de pesetas.
Barcelona, diciembre de 1985.
“El hombre no progresa sino elaborando lentamente, año tras año, la
esencia y la totalidad de un universo depositado en él”.
Pierre TEILHARD DE CHARDIN (Le phénomène humaine)
“La medicina no debe ser sólo ‘corpus’ de las técnicas de la curación y del
saber que éstas requieren; desarrolla también un conocimiento del hombre
saludable, es decir, a la vez una experimentación del hombre no enfermo
y una defi nición del hombre modelo”.
Michel FOUCAULT (Naissance de la clinique)
“Cuando al tratamiento del tema, la desproporción entre la enormidad del
cuadro y la angostura del espacio a que debe ajustarlo, fuérzame a pintar
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