Resolución de 22 de Mayo de 1997 (SA: nombramiento auditor; aumento capital: compensación créditos; objeto social: determinación actividades; interlineado) (BOE-19junio)

AutorTomás Giménez Duart

COMENTARIO

A la presente resolución, salvo expedientar al notario recurrente, no le falta nada prácticamente.

Comencemos por el final. La escritura matriz contenía determinados interlineados que, ha de suponerse, estaban salvados correctamente. La copia se hace por fotocopia de la matriz, luego dicha copia no contenía interlineados (y así lo reconoce el C.D.) sino, en todo caso, el detalle antiestético de renglones con letra o a distancia diferente. ¿Qué hay que salvar entonces? Según la D.C. "la adición" del texto incorporado a la redacción del documento con posterioridad a la redacción del resto del mismo.

La frase que se ha subrayado demuestra que la DGRN conoce escasamente, digámoslo benévolamente, cómo funciona una notaría y cómo "nace" una escritura. Por ello sorprenderá al C.D. si afirmo que un protocolo cuantas más enmiendas, interlineados y notas a mano contenga -todo, por supuesto, dentro de unos límites lógicos y reglamentariamente salvado antes de las firmas- es más autentico, más fiable, y muy probablemente su titular mejor notario. ¿Que un protocolo limpio es más bonito? ¿Y desde cuándo un protocolo ha de ser bonito antes que serio y trabajado?

¿Cómo puede hablar la D.G. de textos incorporados antes y después de la redacción del resto del documento? Los textos, todos, o se incorporan antes de las firmas -de la autorización, hablando técnicamente- o se incorporan después, mediante las diligencias o escrituras complementarias correspondientes. El hecho de que estén escritos con una sola máquina o con siete, o incluso conteniendo párrafos a mano[1] es algo jurídicamente indiferente. Cierto que luego la copia puede "quedar fea"[2], pero indudablemente "auténtica" puesto que es "fotografía" de su original que, ha de suponerse, está correctamente salvado. Sencillamente no entiendo en este caso qué es lo que en la copia debe salvarse, puesto que dicha copia, respecto de su original, no contiene adición alguna. Y me parece ya el colmo que ello constituya materia de "defecto subsanable" susceptible de ser calificado por el registrador.

En cuanto a la determinación del objeto, la doctrina del C.D. está claramente consolidada y poco más hay que hablar, al tratarse, en el desarrollo de tal doctrina, de casos ya muy concretos. El problema es más de literatura que de derecho y tengo la certeza de que, ante un objeto barroco (los notarios no podemos hacer nada si las gentes creen que un objeto "corto" abarca jurídicamente menos) de veinte...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR