Introducción

AutorJosé Luis Rey Pérez
Páginas15-18

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La crisis económica y financiera que ha afectado las economías euro-peas y norteamericanas ha supuesto el cuestionamiento de las estructuras de bienestar que teníamos en Europa. Es cierto que el tema de la crisis del Estado de bienestar es algo recurrente en la literatura académica desde los años 70. Pero también lo es que las sucesivas reformas de los sistemas de bienestar que se han producido en las tres últimas décadas del siglo XX y los primeros años del siglo XXI no supusieron el final del bienestar. Parecía que, pese a la globalización, las sociedades de bienestar se resistían a su desaparición. Durante esos años las economías europeas vivieron sucesivas crisis de empleo, épocas de bonanza y de recesión económica, ajustes en programas que pudieron hacer más selectivas las garantías a determinados derechos, pero con todo y con eso, un núcleo bastante importante de derechos sociales y laborales seguía estando a salvo.

La crisis financiera de 2008 ha supuesto un hito importante en la historia de los Estados de bienestar europeos porque sí ha significado el recorte de muchos de los programas que habían logrado sobrevivir a las tendencias liberalizadoras. Estas reformas que suponen más bien el desmantelamiento de las estructuras de bienestar se han centrado, fundamentalmente, en los siguientes aspectos que tratarán de ser analizados en este capítulo: en primer lugar, se puede decir que a nivel general en muchos países hemos pasado del reconocimiento universal de derechos a uno selectivo, profundizándose en la condicionalidad o focalización de muchos de los programas

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existentes hasta ahora. La familia se ha vuelto a convertir en el principal suministrador de bienestar, quedando el Estado y las instituciones públicas en muchos casos reducidas a un mero papel subsidiario. En segundo lugar, esta nueva filosofía que parece inspirar la nueva política de bienestar, basada en la idea de reciprocidad y en el discurso de los deberes más que en el de los derechos, se ha concretado en reformas en el ámbito del acceso a la sanidad, la educación y, sobre todo, en reformas en el mundo del trabajo y de los programas orientados a prevenir la exclusión social, reforzándose el papel del vínculo laboral como elemento principal de la cohesión de las sociedades, aun cuando en todas las economías europeas las tasas de desempleo se han incrementado llegando a niveles alarmantes en algunos países del sur de Europa como pueden ser Portugal...

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