Gestión y Administración de fundaciones», por M.ª P. POUS DE LA FLOR, R. A. LEONSEGUI GUILLOT, y E. DEL RÍO COBIÁN (dirs.)

AutorJuan-Cruz Alli Turrillas
CargoProfesor titular de Derecho administrativo
Páginas2139-2145

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La historia de la «fundación» en apenas dos siglos ha pasado de su omnipresencia social -en forma de diversas instituciones con un trasfondo de tipo fundacional- hasta su práctica eliminación en el siglo XIX, transcurriendo por un tenue reconocimiento, como persona jurídica (universitas rerum), y su reaparición tímida en el siglo XX, primero en el Código Civil y, luego, ya de manera mucho más rotunda, con su reconocimiento expreso en la Constitución de 1978. Nunca ha dejado la institución civil fundacional de existir del todo, de hecho, aunque de derecho no estuviera muy clara su presencia e, incluso, no existiera stricto sensu como forma jurídica. Es, por eso, una institución peculiar, sumamente interesante; centauro bifronte, dirá GOMÁ, en la medida en que tiene cuerpo privado y cabeza pública.

El estudio doctrinal -como la regulación pública- de las fundaciones en España, en consecuencia, también ha estado sometido a unos vaivenes similares a los de la institución que estudiaba. Así, sin perjuicio de varios señeros, brillantes y profundos estudios -ya algo antiguos (como, por ejemplo, los de I. NART, en 1951, J. M. LÓPEZ JACOISTI en 1965, y U. VALERO AGÚNDEZ en 1969, principalmente)- y otros más también dispersos en el tiempo (BÁDENES GASSET en 1977, MALUQUER DE MOTES en 1983), con alguno anterior a todos ellos, no ha existido un importante cuerpo de doctrina; como tampoco hubo una legislación completa, hasta la aparición de la ley de fundaciones de 1994.

Es en tal momento cuando se elaboran los primeros análisis doctrinales que pueden calificarse como de gran entidad: los libros de DE LORENZO, GARCÍAANDRADE, REAL PÉREZ & PIÑAR, y unos excelentes Comentarios a la Ley (junto con otros libros más coyunturales, de diversa factura y calidad). Desde entonces, y especialmente desde la aparición de la Ley de 2002, han ido proliferando los estudios generales y parciales, de diverso nivel y categoría: otros comentarios sobre la ley, otros análisis completos sobre la fundación, hasta estudios de la fundación desde otros ángulos, bien como artículos parciales sobre aspectos de la fundación (actividad empresarial, fiscalidad, regulación civil, régimen histórico).

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O bien como parte de obras más generales (mercantil, administrativo, Cajas de ahorro y Banca, etc.). Además han surgido unos estudios centrados en un fenómeno prácticamente único en Europa: el de las llamadas «fundaciones en mano pública» en sus muy diversas categorías y con un tono generalmente crítico o muy crítico hacia tal institución (VAQUER CABALLERÍA, SOCÍAS CAMACHO, CARBALLEIRA, SOSA WAGNER, entre otros).

Un episodio aparte de todo lo antes dicho requiere otro conjunto de libros dedicados al «tercer sector». Estos surgieron al rebufo de los análisis llevados a cabo por el Profesor Salamon John Hopkins Non Profit Book Series en los años 90. Habían quedado algo abandonados, pero ahora mismo, el mismo autor propone nuevos análisis de brillante factura sobre el «nuevo» tercer sector y las fórmulas que se están alumbrando a su alrededor. No se trata estrictamente de fundaciones, pero tiene un enorme interés para esta figura por ser parte del conjunto que forman con ellas (Philanthropication thru privatization, The Resilient Sector Revisited, What is the ‘Third Sector’’).

Entre nosotros, en cambio, si bien hay algunos análisis socio-económicos muy completos en aquel momento (el primero fue alrededor de 1993 y una traducción del más general a nivel mundial que se hizo en España en 1999), los últimos estudios globales sobre el «sector no lucrativo» recogen datos y visiones de hace ya más de cinco años (2005-2006); lo cual los deja un poco obsoletos. En ningún caso estos últimos trabajos aportan novedades, como lo hicieron aquellos u otros de ámbito más europeo (A. SCHLÜTTER & V. THEN & P. WALKENHORST, Foundations in Europe. Society, Management and Law, CAF & Bertelsmann Foundation, 2001); dejando a salvo algún estudio parcial, como el realizado sobre el gobierno fundacional comparado entre Europa y los Estados Unidos [K. J. HOPT & T. V. HIPPEL (dirs.), Comparative Corporate Governance of Non-profit Orgatizations, Cambridge University Press, 2010], y otro interesante estudio sobre filantropía y el concepto de fundaciones (H. K. ANHEIER & S. DALY, The Politics of Foundations. A comparative analysis, Routledge London, 2007) o algunos otros parciales y variados, que no recojo.

No obstante, varios hechos han removido desde hace pocos años este panorama más bien continuista. En primer lugar los sucesivos análisis sobre el sector fundacional realizados por el IAEF en colaboración con la Asociación Española de fundaciones (AEF), que en varias oleadas nos ha transmitido los datos más señeros del sector (el último recién publicado sobre datos de 2015/2016). No sé si es su causa o consecuencia, pero puede ponerse en relación con el intento de crear un «sector europeo de fundaciones»; propósito fracasado en lo estatutario, pero que ha ayudado a la auto-percepción del sector en su conjunto de Europa y en España en particular. En segundo lugar no cabe duda que la paulatina aproximación de los alientos...

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