El fideicomiso en México y su viabilidad en España.
| Autor | José María Chico y Ortiz |
| Cargo | Registrador de la Propiedad |
| Páginas | 1111-1115 |
EL FIDEICOMISO EN MÉXICO Y SU VIABILIDAD EN ESPAÑA.
Jornadas de estudio organizadas por el Banco Nacional de México, S. A., y el Banco de Bilbao, Madrid, 1979.
Cuando en el año 1979 recibí una invitación para participar en las Jornadas sobre el «fideicomiso» en su proyección bancaria, sentí una especie de complejo jurídico por no encajar plenamente la figura dentro de esos ámbitos. Y quede bien claro que al filo del año 1955, cuando aún estaba haciendo oposiciones, había leído y ahora lo veo subrayado el trabajo «antecedente» de estas Jornadas de Joaquín Garrigues Díaz-Cañabate: «Negocios fiduciarios en el Derecho mercantil». De ahí que más que de la aplicación de la figura al campo bancario o mercantil, lo que me producía zozobra era el nombre, que frente al ciudadano no debe ser muy alentador. Yo, que he militado territorialmente en casi todos los «países» de diferente lenguaje del castellano en esta España variopinta, he observado cómo hay ciertos términos jurídicos de difícil traducción o conversión a la lengua vernácula. Uno de ellos es el fideicomiso, con raíces auténticamente latinas, y otro es la enfiteusis, con auténticas vinculaciones medievales. Y pienso que si difícil es la traducción, más lo debe ser la comprensión, pues sólo la palabreja, dicha con cierta seriedad, impone respeto y admiración hacia el que la pronuncia. Sería auténticamente desastroso sacar un micrófono a la calle, mexicana o madrileña, y comenzar a preguntar lo que es la enfiteusis o el fideicomiso.
Por todo ello adelanto mi admiración por esa decisión bancaria (mexicana y española) de organizar unas Jornadas de Estudio sobre el fideicomiso, no ya sólo con el afán de divulgación, sino con la intención de precisión y aplicación de la figura dentro del contexto del negocio fiduciario español. Y a mi admiración se une el aplauso por el esfuerzo que significa haber reunido en un volumen, repartido en forma gratuita por el Banco de Bilbao y el Mexicano, las conferencias e intervenciones de los prestigiosos autores que en ellas colaboraron. Quizá la esencia de todo ello venga resumida en forma palmaria por José Angel Sánchez Asiain, Presidente del Consejo de Administración del Banco de Bilbao, en esa especie de prólogo-presentación que abre la publicación: «El brillante análisis de la experiencia mexicana realizado por las ilustres personalidades que nos visitaron, demuestra que es posible la superación de los más rígidos arquetipos y de los más viejos dogmas, si se concibe el Derecho como un instrumento vivo, atento siempre a las necesidades de una sociedad en continua evolución. En efecto, la introducción del fideicomiso anglosajón en un Derecho de clara estirpe latina, supone la puesta en práctica de una concepción realista e imaginativa del Derecho, que convierte al jurista en un experto en el imperativo del cambio social».
Page 1112Efectivamente, creo que acierta José Angel Sánchez Asiain en su preciosa presentación, ya que al viejo jurista (el de la concepción «plana», de que hablaba García de Enterría) no le falta imaginación para, sobre el viejo solar de las clásicas instituciones, sacar nuevas posibilidades que presten servicios públicos al ciudadano. El viejo jurista se siente complacido al ver la «nueva hoja de servicios» de aquella institución que tuvo su momento. El viejo jurista solamente padece cuando ve que las torpes manos de un legislador ignoran la institución que podía haberle prestado la solución que él pretende por caminos distintos, difíciles y que chocan a veces con la uniformidad del ordenamiento jurídico.
La publicación, deliciosamente realizada, tiene dos puntos claves de apertura y clausura, coincidentes con lo que toda jornada lleva consigo: la iniciación y el término de la misma. En la primera intervienen Emilio de Ibarra y Churruca, Consejero Delegado del Banco de Bilbao...
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