Factores en el desarrollo de la oposición a los OMG y pruebas derivadas del estudio de casos

AutorSilvie Bonny

Introducción

¿Cómo se puede explicar la fuerza de la oposición a la ingeniería genética alcanzada al final de los 1990 y en los primeros 2000, dado que en los 1980 la biotecnología se presentaba generalmente como una tecnología prometedora? Hacerse esta pregunta no significa que esa oposición sea injustificada o, inversamente, que todas las preocupaciones sean legítimas (no obstante las considerables diferencias en el énfasis de un país a otro). El objetivo aquí es destacar un caso particular, el de Francia, con el fin de subrayar una serie de factores que pueden ser aplicables también a otros países de la UE, y que pueden en parte explicar por qué surgió este movimiento. El rechazo de la ingeniería genética es particularmente fuerte en varios países europeos, aunque existen claramente diferencias significativas. Como muestra la figura 1, las variaciones entre los países europeos son considerables, y esto es debido probablemente a las diferentes características culturales y situaciones sociopolíticas (Gaskell, Bauer, 2001). En 10 de los 15 países de la UE, más de la mitad de la población piensa que los alimentos modificados genéticamente (MG) son peligrosos. Sin embargo, en unos pocos países (Holanda, Finlandia, el Reino Unido y Suecia) menos del 46,5% de la población piensa que lo son. (Eurobarómetro, 2001). En cada país, hay también diferencias en la oposición o la aceptación del público (Verdurme, Viaene, 2002).

Figura 1. Opinión sobre los OMG por países de la UE*

Conteste a la pregunta: ¿'Piensa usted que es cierto o falso que los alimentos basados en OMG son peligrosos'? (% de respuestas).

Los países se han ordenado por nivel creciente de percepción de los OMG como peligrosos.

Fuente: Eurobarómetro 55.2, organizado y supervisado por la CE. Encuesta realizada desde mediados de mayo a mediados de junio de 2001; 16.029 personas encuestadas, un promedio de unas 1.000 personas por estado miembro (Eurobarómetro, 2001).

Aunque hay considerable variación entre los países europeos, en muchos países la mayoría de la población piensa que los OMG son peligrosos

¿Cómo ha llegado el público en general a tener una visión tan negativa de los alimentos MG?

La oposición por el público en general surgió inicialmente de una percepción de que los organismos modificados genéticamente (OMG) presentan numerosos riesgos, que parecen afectar a un campo extremadamente amplio de áreas -alimentos, salud, medio ambiente, economía, sociedad, biodiversidad, geopolítica, etc. Los beneficios esperados en compensación parecen ser solamente escasos o incluso inexistentes, especialmente con los tipos de plantas transgénicas que se han desarrollado hasta ahora. Esta percepción creó la impresión en la mente del público de que, mientras la ingeniería genética puede aumentar los beneficios del puñado de empresas directamente implicadas, no hay prácticamente beneficio para el resto de la sociedad, que en cambio tiene que hacer frente a los que percibe como riesgos importantes. Desde esta perspectiva, por consiguiente, los OMG se miran como algo innecesario, inútil y, además, peligroso e incontrolable una vez introducido (Bunny, 2003).

El público percibe los riesgos de los OMG como algo que afecta a un amplio abanico de áreas (salud, medio ambiente, etc), mientras los beneficios recaen sólo en un pequeño número de empresas

No es difícil identificar otros procedimientos usados comúnmente y productos ampliamente comercializados que presentan riesgos y, finalmente, ofrecen sólo una apariencia de beneficio último. Sin embargo, están bien consolidados y generan sólo un rechazo limitado. En contraste, la ingeniería genética es objeto de franca hostilidad. ¿Por qué? Un factor apreciable es la información, frecuentemente crítica, que se difunde acerca de la ingeniería genética, con énfasis centrado en sus riesgos, en particular por parte de quienes se oponen a ella y de los medios de comunicación. Esta reacción viene condicionada por el contexto en el que se ha hecho pública la información sobre los OMG. La ingeniería genética se convirtió en un tema de amplia difusión y frecuente información poco después de un período durante el cual habían surgido varios problemas de salud pública, seguridad alimentaria, contaminación, etc. La confianza en las instituciones, en la industria, y en ciertos avances tecnológicos se vio seriamente afectada por los problemas de la sangre contaminada1 , el amianto2, las 'vacas locas' (encefalopatía espongiforme bovina, BSE), etc. Como consecuencia, se dedicó una atención creciente a las voces críticas, especialmente a las que critican los OMG, después de las campañas de denuncia desarrolladas por varias asociaciones hostiles que han usado métodos de comunicación muy eficaces. Un creciente número de organizaciones asumió el tema y se unió a la oposición a los OMG, incluyendo organizaciones ecologistas (Greenpeace, Amigos de la Tierra, etc), partidos políticos 'verdes', organizaciones de alimentos orgánicos, el segundo sindicato de agricultores de Francia (la Confederation Paysanne), asociaciones antiglobalización (por ejemplo, ATTAC, Asociación para la Tributación de Transacciones Financieras para Asistencia a los Ciudadanos) y otras organizaciones centradas en cuestiones económicas o de desarrollo.

La información sobre los OMG en los medios estuvo quizá coloreada por una serie de recientes fallos sanitarios. Aunque no relacionados con la ingeniería genética, socavaron la confianza del público en las autoridades

Además, el debate sobre los cultivos transgénicos ha continuado durante un período de preocupación generalizada por la agricultura. Los OMG se perciben como reforzadores de modelos de agricultura altamente industrializados. Éstos son precisamente objeto de muchas críticas en Europa Occidental hoy día, con acusaciones de que las prácticas agrícolas a escala industrial están teniendo muchas consecuencias negativas (por ejemplo, contaminación, seguridad, fiebre aftosa en el Reino Unido, etc,). En este contexto, hay una cierta escalada en la denuncia de los riesgos de los OMG, particularmente en los medios, debido a la fuerte competencia que existe en el sector y a la presión para utilizar, a veces, términos alarmistas en sus titulares con el fin de aumentar la cuota de lectores.

Las empresas implicadas en la ingeniería genética a menudo subestimaron inicialmente los temores del público, viéndolos como el resultado de miedos irracionales y creyendo que desaparecerían gradualmente con una mejor información y educación

Desde luego, muchos otros agentes distintos de las organizaciones o de los medios están implicados en la ingeniería genética y hacen declaraciones sobre ella. Sin embargo, los mensajes de las empresas que trabajan en este campo a menudo tienen poca credibilidad a los ojos del público, como han mostrado las encuestas de opinión del Eurobarómetro. La encuesta del Eurobarómetro de 1999 solicitó a los europeos que manifestaran (a) en cuál de 12 fuentes de información sobre biotecnología confiaban más, y después (b) en qué otras fuentes confiaban también. Las respuestas combinadas (a+b) mostraron que la industria y los partidos políticos se percibían como las menos fiables de las fuentes citadas. Sólo el 3% de los europeos las citaron como fuentes fiables, a diferencia de las organizaciones de consumidores y de las organizaciones ecologistas que el 55% y el 45% de los europeos citaron, respectivamente, como fiables. No obstante, el resultado registrado para la industria fue un poco mejor en algunos países, como Holanda, Bélgica, Luxemburgo y Finlandia (Eurobarómetro, 2000). Otro factor es que las empresas implicadas en la ingeniería genética a menudo subestimaron inicialmente las preguntas del público referentes a los OMG, o incluso las trataron con un cierto grado de desdén, considerándolas, aparentemente, como resultado de miedos irracionales que desaparecerían gradualmente con una mejor información y educación (Marris et al. 2001). En general, la industria biotecnológica no parece tomar bastante en serio las desventajas de los OMG (reales o percibidas).

En Francia, las autoridades públicas parecían dubitativas y frecuentemente cambiaron de política sobre el tema, reforzando así la suspicacia pública respecto a los OMG. En lo que se refiere a los organismos públicos de investigación en Francia, han permanecido relativamente silenciosos sobre el tema, aun cuando los medios han citado muchas veces a algunos científicos -o personas consideradas como científicos- con puntos de vista divergentes. Se crea entonces la sensación de que los científicos están divididos sobre la cuestión, y las opiniones contradictorias sobre los OMG preocupan a muchos consumidores. Finalmente, la ingeniería genética ha tenido pocos aliados o defensores que el público considere creíbles; mientras por otra parte, ha tenido opositores influyentes que apoyan y refuerzan el movimiento anti-OMG. Además, la contradictoria información recibida sobre los OMG por parte de los expertos, en comparación con el mensaje claro de los grupos ecologistas, refuerza muchos temores de la gente sobre esta cuestión.

La ingeniería genética ha tenido pocos defensores que el público considere creíbles. Por otra parte, el contraste entre la contradictoria información recibida sobre los OMG por parte de los expertos y el mensaje claro de los grupos ecologistas ha reforzado los temores de la gente sobre esta cuestión

Varios factores decisivos para crear oposición

Dentro del contexto ya descrito, otros factores han desempeñado también un importante papel para crear una percepción negativa sobre los OMG. En primer lugar, la oposición a los OMG parece ser inherentemente atractiva. Los opositores presentan argumentos que apelan a valores que a priori generan apoyo, como la necesidad de precaución y prudencia en el uso de la tecnología, el cuidado y la preocupación por el medio ambiente, por la salud pública, por el futuro del planeta, sin olvidar la participación y la implicación de los ciudadanos en las opciones tecnológicas. Aquí, el tema de los OMG ha demostrado ser una excelente plataforma para ciertas asociaciones porque las ha acreditado con una actitud responsable, confiriéndoles legitimidad. En contraste, las empresas implicadas en la ingeniería genética se han visto a menudo como codiciosas y rapaces. También se consideran irresponsables debido a la más bien escasa gestión de los problemas de la circulación de los genes transgénicos y a las incertidumbres que rodean a las cuestiones de responsabilidad respecto a los riesgos medioambientales. Una segunda cuestión es que la investigación llevada a cabo en décadas recientes sobre los factores implicados en la percepción del riesgo, ha demostrado que los riesgos elegidos y conocidos (como fumar y conducir un coche) se consideran más aceptables que los riesgos impuestos o poco conocidos (radioactividad, plaguicidas) (Slovic, 2000). La percepción también depende del nivel de confianza en las empresas o instituciones que generan el riesgo a través de su actividad, o que lo gestionan (Siegirst, 2000).

La oposición a los OMG se ha basado también en valores que a priori generan apoyo, como la necesidad de precaución en el uso de la tecnología, el cuidado y la preocupación por el medio ambiente y la salud pública, etc

A estos determinantes del rechazo pueden añadirse hoy día ciertos temores relativos a las tendencias en el desarrollo tecnoeconómico y socioeconómico. Los OMG se han considerado a veces como un símbolo de ciertos cambios que mucha gente considera negativos: el productivismo agrícola3, la concentración creciente en la industria agroalimentaria, la cada vez mayor globalización económica, etc. Estas consideraciones están reforzadas por el hecho de que las organizaciones oponentes y los grupos activistas usan los OMG como una plataforma para expresar sus opiniones sobre puntos relacionados mucho más amplios. Así, se acusa a los OMG de tener características negativas que, de hecho, no son específicas de ellos: la creciente mercantilización de bienes, la concentración de empresas, las dificultades de abastecimiento de las poblaciones pobres, etc. Estos aspectos se mencionan frecuente y forzosamente para los OMG y menos para otros productos a los que también son aplicables. También se acusa a los OMG de tener efectos desfavorables que realmente no causan, sino simplemente manifiestan. Por ejemplo, patentar las funciones de ciertos genes es un producto de desarrollos financieros y económicos, y no un requisito de la ingeniería genética misma. Los OMG parecen así estar encasillados en el papel de cabeza de turco.

Perspectivas: ¿Puede esperarse un cambio de opinión?

Dada esta polarización ¿se considerará alguna vez a los OMG de un modo menos negro y blanco y más neutral? Debería tenerse en cuenta que la ingeniería genética y otras áreas de la biotecnología forman una nueva ola de innovación basada en material vivo. Estas tecnologías prometen un mejor conocimiento del funcionamiento de los organismos y mecanismos de intervención más precisos, más refinados y estrictos que las técnicas empíricas usadas durante décadas, siglos o incluso milenios. Sin embargo, los OMG tienen que ver con los alimentos y con la naturaleza, que ocupan un lugar especial en la cultura humana. Que la sociedad se plantee interrogantes sobre este cambio parece lógico y pertinente, debido a los riesgos ligados a un poder grande, utilizado sin suficiente conocimiento. Además, la frecuente actitud de suspicacia y rechazo mostrada hacia los OMG parece bastante lógica con respecto al equilibrio riesgo/beneficio establecido por muchos ciudadanos. ¿Cómo puede producirse un cambio?

Algunos aspectos clave para un cambio

Un cambio de opinión en los países de la UE más fuertemente opuestos a los OMG parece difícil a priori, a corto plazo. Requeriría una sustancial mejora en la percepción del equilibrio riesgo/beneficio, o que surgiera la idea de que rehusar los OMG podría, a su vez, parecer una elección arriesgada. Los factores que podrían facilitar ese cambio incluyen: empresas que proporcionen respuestas creíbles a una serie de cuestiones sobre MG; agentes fiables que destaquen las ventajas de los OMG; cambios en el contexto general, tales que la gente llegue a ver a los OMG bajo una luz diferente; o que las ventajas de la ingeniería genética se destaquen en casos concretos en los que otras técnicas no han tenido éxito. Como se ha dicho antes, las cuestiones de utilidad, justificación y legitimación de productos y procesos percibidos como productores de riesgo desempeñan un papel importante.

Un cambio de opinión en los países de la UE más fuertemente opuestos a los OMG parece difícil a priori a corto plazo, ya que requeriría una sustancial mejora en la percepción del equilibrio riesgo/beneficio

¿Existe algún factor que pueda inducir un cambio en la percepción?

A menudo se juzga a los OMG en Europa conforme al estado actual de la tecnología por una parte, y según las actuales características económicas, demográficas y medioambientales mundiales actuales, por otra. Sin embargo, la ingeniería genética es una técnica reciente y se pueden esperar numerosas mejoras para reducir riesgos o para desarrollar innovaciones con más ventajas que las de las primeras plantas transgénicas. Pueden verse muchos ejemplos de esto en la historia de cualquier tecnología. Muchas innovaciones fueron inicialmente extremadamente primitivas y peligrosas, pero ganaron considerablemente en seguridad, utilidad, posibilidades de control y facilidad de uso después de años y décadas de mejora y adaptación a las condiciones de utilización. Además, los impactos de las técnicas no están determinados a priori, sino que dependen enormemente de sus objetivos, las orientaciones de sus aplicaciones, y las condiciones de uso en el más amplio sentido. La presente controversia podría precisamente contribuir a dar orientaciones y características más satisfactorias a esta nueva ola de innovación, y a conseguir una mejor regulación de los procedimientos para su uso.

Numerosas innovaciones en el pasado estuvieron inicialmente cargadas de riesgo, pero gradualmente ganaron en seguridad, utilidad, posibilidad de control y facilidad de uso después de años de mejora y adaptación

Además, los cambios en el contexto general pueden conducir a una diferente percepción de la ingeniería genética. Por ejemplo, las posibles consecuencias del cambio climático pueden destacar las ventajas de una mejora de variedades más rápida. En cuestiones de producción de alimentos, la afirmación de que la biotecnología puede ayudar a alimentar a la población del mundo se ha rechazado a menudo como hipócrita. Se recuerda de hecho, con frecuencia, que la malnutrición observada hoy día no es el resultado de una insuficiente producción agrícola en el mundo, sino más bien un problema de cómo se comparte esa producción, con guerras, conflictos o pobreza que se oponen a menudo a una distribución más equitativa. En particular, la pobreza impide que una parte de la población mundial pueda adquirir los alimentos disponibles, o los alimentos que podrían producirse si hubiera una demanda solvente. Aquí la contribución de la ingeniería genética se considera a priori muy pequeña. Realmente, debido a la dificultad de conseguir esas tecnologías, la ingeniería genética podría aumentar la producción en los países ricos -que ya tienen una producción agrícola importante- más que donde sería más necesario. Sin embargo, ¿cuál será la situación mañana, o dentro de unos pocos años, y, sobre todo, dentro de una, dos o tres décadas, con el crecimiento de la población y el riesgo de una reducción en ciertas áreas cultivadas actualmente, como consecuencia del cambio climático, la contaminación, la ampliación de la infraestructura urbana, etc.? Parece difícil sostener y asegurar que será suficiente simplemente compartir mejor la producción obtenida con el estado actual de la tecnología. Un aumento en la producción agrícola sin deterioro medioambiental será entonces seguramente necesario. La ingeniería genética puede ser un medio para lograr este objetivo, especialmente si pudiera aplicarse en zonas de cultivo de subsistencia donde podría rendir los mayores beneficios. Sin embargo, esto supone un contexto institucional y socioeconómico favorable, que proporcione a estas poblaciones el acceso a esta tecnología, y les permita beneficiarse de un exceso de producción sin disminución de los ingresos. Además, la ingeniería genética no es el único medio que podría considerarse, aunque continúe siendo una herramienta útil a considerar (PNUD, 2001).

Aunque la ingeniería genética atrae mucha hostilidad, el progreso en las ciencias de la vida, la biotecnología y la genómica puede en el futuro hacer la transferencia de genes de diferentes especies o reinos menos útil o menos necesaria para la mejora de las plantas

Se pueden prever también otros desarrollos. Aunque la ingeniería genética atrae mucha hostilidad, otros desarrollos pueden quizá tomar forma en las propias biotecnologías. Por ejemplo, el progreso científico y técnico en las ciencias de la vida, la biotecnología y la genómica puede hacer la transferencia de genes de diferentes especies o reinos menos útil o menos necesaria para la mejora de las plantas.

Así, aunque la oposición a los OMG es fuerte y arraigada en el público en general, en Francia y otros varios países de la UE, puede haber no obstante factores que podrían cambiar esta percepción en el futuro.

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Palabras clave

biotecnología, OMG, riesgos/beneficios, percepción del riesgo, opinión, evolución de la agricultura, movimiento de oposición, cambio tecnológico

Notas

  1. En el caso de la 'sangre contaminada', los pacientes recibieron sangre contaminada por el virus del SIDA en transfusiones de sangre, cuando de hecho el estado del conocimiento en ese momento podría haber limitado esta práctica arriesgada.

  2. Aunque los riesgos del amianto son conocidos desde hace tiempo, continúa usándose, en particular para proteger los intereses de la industria del amianto, que desempeña un papel influyente en el organismo oficial responsable de la evaluación y gestión de los riesgos del amianto.

  3. Este término describe el tipo de agricultura dirigida a la máxima producción, sin especial preocupación por las consecuencias medioambientales, sociales o de calidad de tales prácticas.

Agradecimientos

La autora desea expresar su agredecimiento a la DG Prensa y Comunicación de la CE, sector de Análisis de la Opinión Pública, por proporcionarle las tablas de la encuesta 55.2 del Eurobarómetro.

Referencias

Bonny S. Why are most Europeans opposed to GMOs? Factors Explaining rejection in France and Europe. Electronic Journal of Biotechnology., 5 (1), 15 abril 2003. Publicado en línea en http://www.ejbiotechnology.info

Eurobarómetro. Europeans and biotechnology. Eurobarometer 52.1. Bruselas: CE, DG Investigación, 2000. Publicado en línea en: http://europa.eu.int/comm/research/pdf/eurobarometer-en.pdf

Eurobarómetro. Europeans, science and technology. Eurobarometer 55.2. Bruselas: CE, Análisis de la Opinión Pública, 2001. Publicado en línea en: http://europa.eu.int/comm/public_opinion/archives/special.htm

Gaskell, G. y Bauer, M.W. (eds). Biotechnology 1996-2000: The Years of controversy. Londres, Science Museum, 2001.

Marris C., Wynne B., Simmons P. y Weldon S. Public Perceptions of Agricultural Biotechnologies in Europe. Informe Final del Proyecto de Investigación PABE encargado por la CE, 2001. Publicado en línea en: http://www.pabe.net

PNUD (Programa de Desarrollo de las Naciones Unidas). The Human Development Report. Oxford University Press, 2001.

Siegrist, M. The influence of trust and perceptions of risks and benefits on the acceptance of gene technology. Risk Analysis, 20(2), 2000, págs. 195-203.

Slovic, P. The perception of risk. Londres, Earthscan Publications, 2000.

Verdurme A. y Viaene J. Ideas del consumidor sobre seguridad alimentaria: el caso de los alimentos modificados genéticamente. The IPTS Report (65), 2002.

Sitios Web: estudios del Eurobarómetro: http://europa.eu.int/comm/dg10/epo/eb.html

Contactos

Sylvie Bonny, INRA

Tel.: +33 130 81 53 34, fax: +33 130 81 53 68, correo electrónico: bonny@grignon.inra.fr

Dimitris Kyriakou, IPTS

Tel.: +34 95 448 82 98, fax: +34 95 448 83 39, correo electrónico: dimitris.kyriakou@jrc.es

Sobre el autor

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Sylvie Bonny es investigadora del INRA, en el Departamento de Economía Agraria y Sociología Rural. Su trabajo de investigación trata de la dinámica del cambio y las perspectivas de la agricultura francesa, especialmente en relación con la evolución tecnológica. Su trabajo actual está centrado en particular en los problemas, impactos y perspectivas de la biotecnología en agricultura.

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