Esfuerzos internacionales para el cuidado y protección del medio ambiente: la experiencia de Bélgica International

AutorMarconi Sosa Ríos

1. Introducción Los gobiernos y las administraciones públicas se enfrentan diariamente a un sinnúmero de problemas, entre los cuales se encuentran los asuntos de la vida política (corrupción, la consolidación de la vida democrática, el respeto de los derechos civiles y políticos); la economía (la inflación, el desequilibrio económico, el desempleo); las cuestiones sociales (pobreza, marginación, desarrollo humano); y los asuntos sobre el medio ambiente (contaminación del agua, deforestación, la erosión del suelo). Es evidente que cada uno de estos temas exige el diseño puntual de objetivos y estrategias como medidas de respuesta y solución. En lo que respecta al tema ambiental, en los últimos años se diseñaron a nivel internacional una serie de estrategias que buscaron revertir el escenario adverso de nuestro entorno. Sin duda, estos primeros esfuerzos de los gobiernos posicionaron al medio ambiente como una de las áreas prioritarias y como parte importante de las agendas públicas, así como un elemento esencial para el desarrollo y crecimiento económicos. En este marco de ideas, el presente documento centra su interés en presentar la experiencia de Bélgica como referente importante de estos primeros esfuerzos internacionales en pro del medio ambiente en el siglo XXI, para ello, el estudio pone énfasis en analizar cuatro áreas fundamentales: agua; aire; suelo; y naturaleza y biodiversidad. El escrito describe primeramente las características del país; posteriormente examina detalladamente las políticas desarrolladas y algunos resultados obtenidos; y, al final, se exponen las conclusiones del trabajo. 2. Desarrollo Bélgica es un país de Europa Noroccidental que históricamente formó parte de los Países Bajos hasta 1830. Es un Estado Federal compuesto por tres comunidades lingüísticas (flamenca, francesa y alemana), así como de tres regiones o entidades (Flandes, Valonia y Bruselas). En contraste con otras federaciones, no hay una jerarquía entre las entidades federadas, es decir, cada una tiene la misma igualdad por ley. De acuerdo con datos de la CIA de Estados Unidos, este país cubre una superficie de 30,528 kilómetros cuadrados con una población aproximadamente de 11,847,338 habitantes. (Agency, 2022). Desde el punto de vista geográfico, ocupa una posición central en Europa al ser uno de los iniciadores de la unificación europea. Es sede de la Comisión Europea, el Consejo de la Unión Europea y numerosas instituciones vinculadas. Bélgica es uno de los países más urbanizados del mundo, cuenta con 15 zonas urbanas de al menos 80,000 habitantes, que totalizan más o menos un 53% de la población. (Mundial, 2022). En este sentido, en un país tan densamente poblado y económicamente desarrollado como Bélgica, las presiones sobre el medio ambiente son muy fuertes. En los últimos años, el crecimiento de la infraestructura; la densa red de carreteras, vías férreas y canales de navegación; el desarrollo industrial; y la producción intensiva de ganado y los cultivos, ejercen presión sobre el aire, el suelo, los recursos hídricos y la naturaleza. En este tenor, la preocupación por los asuntos ambientales empezó a cobrar importancia en 1993, cuando el país, mediante una serie de reformas institucionales, se transformó en un estado federal compuesto por tres regiones y tres comunidades lingüísticas. Desde entonces, las responsabilidades del medio ambiente se definen claramente y los gobiernos (federal, regional y local) hacen un gran esfuerzo para diseñar las estrategias para reducir la contaminación, proteger la naturaleza y la biodiversidad, así como promover el desarrollo sostenible. Todas las responsabilidades en materia ambiental fueron establecidas en el Plan de Desarrollo Sostenible, cuyo diseño e implementación comenzó en el año 2000. En él se puntualizaron una serie de programas y estrategias para la atención de los asuntos ambientales. Este Plan se aplicó a nivel federal y en cada una de las entidades federadas, aunque a estos últimos se les concedió la facultad de establecer políticas y programas ambientales específicos. (Mundial, 2022). Actualmente se revisan de forma anual los avances del plan y cada cuatro años se reformula y evalúa. Para el cumplimiento del Plan de Desarrollo Sostenible, el gobierno belga comenzó a invertir fuertemente en materia ambiental, desde ese entonces a la fecha los asuntos ambientales representan aproximadamente el 1.5% del Producto Interno Bruto (PIB)[1]. Este país también delegó responsabilidades y funciones a las siguientes instituciones para garantizar la atención a los problemas medioambientales: la Oficina de Planificación Federal, que participó en el análisis, diseño e implementación; el Consejo de Desarrollo Sostenible, compuesto por representantes sociales y académicos, cuya función fue monitorear el desarrollo e implementación de las estrategias; y la Comisión Interdepartamental para el Desarrollo Sostenible, que fue una instancia que coordinó a las tres regiones para la definición de las áreas que dicho plan debía abarcar. En este orden de ideas, a continuación se analizarán algunas estrategias ambientales desarrolladas por este país en los últimos años (haciendo énfasis en el estudio de las cuatro áreas más fundamentales en materia medioambiental: agua; aire, suelo; y naturaleza y biodiversidad) y enmarcadas en el Plan de Desarrollo Sostenible, elementos que la instituyen como una de las experiencias internacionales más exitosas en pro del medio ambiente en el siglo XXI. 2.1 Agua Antes de la implementación del Plan, Bélgica presentaba problemas serios de contaminación de los recursos hídricos. Al no contar con tratamiento de las aguas residuales, la red de drenaje o desagüe de las viviendas y las industrias desembocaban en el Río Senne, cuyas aguas eran utilizadas para suministro público.[2] De igual forma, la contaminación se hizo cada vez mayor por la ganadería extensiva (porcina y avícola), principalmente por las grandes cantidades de estiércol depositadas a las orillas del Río, así como el uso de abonos nitrogenados y fertilizantes. (Organization, 2008) Ante esta situación, el Gobierno de Bélgica estableció, dentro del Plan de Desarrollo Sostenible, la creación de Plantas de Tratamiento de Aguas Residuales, misma que comenzaron a construirse en el 2000. De acuerdo con el Informe Ambiental Mundial del OCDE de 2009, esta inversión representó el 0.50% del PIB y fue compartida por las tres regiones. (OECD, 2009). El objetivo principal de esta estrategia fue el tratamiento de toda el agua residual que se generaba en el país, así como incrementar el número de viviendas conectadas al sistema de tratamiento. Por otro lado, se estableció un gravamen a la descarga de nutrientes a las empresas, a fin de reducir su volumen. De la misma forma, se dictaminó una carga impositiva para el uso de plaguicidas, los cuales fueron gravados de acuerdo a su contenido. Finalmente, el Gobierno Federal puso en marcha incentivos a los agricultores para que invirtieran en el tratamiento del estiércol. (Bélgica, 2022) De estas líneas de acción se obtuvo el incremento en el número de viviendas conectadas al sistema de tratamiento, pasando de un 28% en el 2000 a un 46% en el 2003. Asimismo, y de acuerdo a la OCDE, las aguas tratadas se destinaron a las tierras agrícolas; las descargas industriales disminuyeron en un 44%; y se registró una disminución del 62% en el uso de plaguicidas. (Bélgica, 2022). Estos resultados fortalecieron los compromisos en materia ambiental y estrecharon las relaciones de cooperación entre los niveles de gobierno. 2.2 Aire Bélgica tuvo avances importantes en el cuidado del aire. Desde el año 2000, el país logró una gran disminución en el nivel de emisiones de contaminantes atmosféricos, situación que le permitió ser un ejemplo a seguir en los países de la Unión Europea. (OECD, 2009) Antes de la implementación de las estrategias contenidas en el Plan de Desarrollo Sostenible, Bélgica presentó altos niveles de contaminación del aire, producto de la actividad industrial; la agricultura; la operación de la Planta Nuclear para la generación de energía; y el transporte. Sobre este punto, la siguiente imagen muestra el incremento en el número de contaminantes (CO2) de Bélgica del año 1988 a 1998: Imagen 1. Emisión de CO2 en Bélgica (1988-1998) Fuente: OCDE (2009). Nota: La barra roja corresponde al año 1988, mientras que la amarilla a la de 1998. Plan Verde. La electricidad en Bélgica era suministrada a través de las Plantas Nucleares, cuya actividad generaba altos niveles de contaminantes. Como respuesta a esta situación, el Gobierno estableció el Plan Verde, que consistió en la eliminación de las centrales nucleares para poner en marcha los Parques Eólicos Marinos, es decir, generar energía mediante el aprovechamiento de las buenas condiciones del viento en las aguas costeras. Otra de las líneas de actuación fue el mejoramiento de la eficiencia térmica en los sistemas de calefacción en las viviendas. En el 2002, el gobierno en coordinación con las empresas incentivó a las familias a intercambiar las unidades de calefacción viejas, que emitían altos niveles de contaminantes, por unidades nuevas. En lo que respecta a la contaminación del transporte, el NPRE contempló un plan de movilidad, que consistió en la mejora en el sistema ferroviario y el desarrollo de una red regional. De igual forma, en la capital se estableció la tarifación de carreteras, a fin de incentivar el uso del sistema férreo; y se estableció la verificación vehicular, lo cual obligaba a los automovilistas a contar con un catalizador en sus unidades para emitir menos contaminantes. De igual forma, se implementó el Proyecto Diábolo, que buscó enlazar el sistema ferroviario directamente con el aeropuerto de Bruselas; y se puso en marcha una nueva política de planificación, que consistió en la construcción de nuevos centros habitaciones y edificios de gobierno hacia zonas que ya tenían acceso ferroviario. Es importante mencionar que Bélgica apostó fuertemente a la competitividad económica, de tal forma no estableció gravamen a las empresas por las emisiones de contaminantes, únicamente creó los incentivos para que éstas contaran con planes de emisiones a fin de disminuir sus niveles de contaminantes. Estas acciones permitieron, de acuerdo con el Banco Mundial, una disminución en el amoniaco y CO2 desde el año 2000, una simplificación del 93% en el Dióxido de Azufre; y una disminución del 66% del Óxido de Nitrógeno. (Mundial, Desarrollo de Capacidades en Países, 2008). Del mismo modo, Bélgica se posicionó en un par de años como uno de los países con menos emisiones de contaminantes a la atmósfera. Para puntualizar lo anterior, la siguiente imagen muestra el progreso y los logros de Bélgica (del año 2000 al 2009) en el nivel de emisiones, ubicándose por debajo de países como Alemania, Holanda, Francia y Reino Unido. Imagen 2. Nivel de emisiones de contaminantes al aire (2000-2009) Fuente: OCDE (2009) Nota: La primera barra (izquierda) corresponde al año 2000, mientras que la segunda al año 2009. 2.3 Suelo Bélgica no enfrentó problemas de contaminación del suelo. Por tanto, las emisiones de residuos sólidos estuvieron desvinculadas con el crecimiento y desarrollo económico. De acuerdo con el Banco Mundial, la principal explicación de la inexistencia de contaminación de los suelos se debió a las altas tasas de reciclaje por parte de las empresas y viviendas. (Mundial, Desarrollo de Capacidades en Países, 2008). Es decir, se incentivó el reciclado a través del sistema educativo, así como mediante la creación de Centros de Educación Ambiental en cada una de las regiones. En lo que respecta a las empresas, de acuerdo con datos de la OCDE, el 48% contó con un sistema de reciclado de residuos sólidos; el 17% tuvo un sistema de tratamiento de aguas; 18% de ellas involucró el reciclado como parte importante de la gestión de la empresa; y el 5% utilizó de forma racional la energía. (OECD, 2009) Puntualizando lo anterior, la siguiente imagen muestra que, de 1995 al 2005, la mitad de las empresas en Bélgica se ocuparon de la gestión de residuos sólidos y el reciclaje, mientras que el porcentaje restante realizó acciones y actividades ligadas al mejoramiento del suelo, ahorro de energía y calidad del aire. Fuente: FAO (2008) Plan de Desarrollo Sostenible diversos gravámenes o impuestos ecológicos para algunos productos, entre los cuales se pueden mencionar a las pilas o baterías (0.5 euros por batería, independientemente de su tamaño); cámara de automóviles; y artículos de embalaje industrial. Dicho gravamen fue bajo, puesto que el pago del impuesto fue mucho menor al costo por recogerlas por parte de gobierno. 2.4 Naturaleza y Biodiversidad Gracias al Plan de Desarrollo Sostenible el gobierno de Bélgica intensificó sus esfuerzos en proteger la naturaleza y biodiversidad. Entre los alcances más importantes, y de acuerdo al Banco Mundial, se obtuvo que las áreas protegidas se ampliaron y llegaron a cubrir el 11.6% del país. (Mundial, Desarrollo de Capacidades en Países, 2008) De igual forma, el 17% del territorio se designó como parte de Natura 2000, que fue, y es actualmente, una iniciativa de la Unión Europea para ofrecer nuevas oportunidades para luchar contra la fragmentación de hábitats, ampliar las áreas protegidas e incentivar la participación de las partes interesadas (agricultores, propietarios de bosques, etc.) en la conservación de la naturaleza. 3. Conclusiones Los resultados obtenidos en el desarrollo de las estrategias demuestran los avances significativos de este país europeo en materia ambiental. El compromiso directo y la participación constante de los niveles de gobierno y de la sociedad civil permitieron trazar la ruta clara en pro del medio ambiente, aspectos que sin lugar a dudas convierten a la experiencia belga como una de las más exitosas en este siglo XXI. Este marco de análisis nos deja claro que el Programa de Desarrollo Sostenible se convirtió en el eje central para el gobierno y las regiones, así como de las empresas y la sociedad. De este Plan se desglosaron las estrategias, planes, políticas y líneas de acción para atender cada uno de los asuntos ambientales. Como se pudo analizar, se obtuvieron resultados favorables en las áreas estudiadas, algunos más medibles que otros, pero en su conjunto demostraron que la implementación fue significativa. De igual manera, este estudio nos permitió comprender la relevancia de las instituciones del medio ambiente en el logro de todos los resultados, sin dejar de mencionar la importancia de la inversión de 1,7% del PIB que se tradujo en resultados concretos. Por tanto, se puede afirmar que Bélgica tiene ahora un buen historial en materia ambiental y es hoy en día un ejemplo a seguir por otros países para el diseño e implementación de estrategias ambientales. No obstante, a pesar de esta tendencia positiva, es necesario de esfuerzos adicionales que garanticen un mayor cumplimiento de los asuntos ambientales. Se necesita mayor coordinación entre el gobierno, las empresas y la sociedad civil; mayor involucramiento de los ciudadanos en los asuntos ambientales; incluir la percepción de la sociedad en el diseño de políticas y planes en materia ambiental; y un vinculo estrecho entre el desarrollo económico y social con el medio ambiente. BIBLIOGRAFÍA (OECD), O. f. (2009). Environmental Performance Review: Europe. Obtenido de Link Agency, C. I. (15 de Enero de 2022). The World Factbook - CIA. Obtenido de Link Bélgica, G. d. (2022). Federal Plan for Sustainable Development 2004-2008. Obtenido de Gobierno de Bélgica Mundial, B. (2008). Desarrollo de Capacidades en Países. Obtenido de Banco Mundial Mundial, B. (16 de Enero de 2022). Informe sobre Desarrollo Mundial del Banco Mundial. Obtenido de Link Organization, F. a. (2008). Food and Agriculture Organization. Obtenido de The state of Food and Agriculture 2008 SANZ LARRUGA, J., “La nueva ordenación del espacio marítimo: Análisis del Real Decreto 363/2017, de 8 de abril”, Práctica urbanística, núm. 150, La Ley 275/2018, pp. 1-31. SERENO, A., “La estrategia territorial europea y su impacto en el mar: la Directiva sobre ordenación del espacio marítimo, EMBID IRUJO, A., Aguas, energía, cambio climático y otros estudios de derecho ambiental, Thomson-Aranzadi, Cizur Menor, 2015, pp. 65-84. SOBRINO HEREDIA, J. M., La construcción jurídica de un espacio marítimo común europeo, Bosch Editor, 2020. NOTAS [1] Sobre el particular se puede consultar el siguiente Link [2] El Río Senne es uno de los ríos más históricos de Europa desde comienzos de la Edad Media (no hay que confundir con el Río Sena de Francia), es la principal fuente de agua del país, cuenta con una extensión de 103 kilómetros y recorre las tres entidades federadas de sur a norte. Sobre el particular se puede consultar el siguiente Link [*] El autor es Licenciado en Administración Pública por la Universidad del Istmo Campus Cd. Ixtepec, México, y Maestro en Relaciones Internacionales con especialidad en Medio Ambiente por la Universidad del Mar Campus Huatulco, México. Ha desempeñado cargos en el sector gubernamental y actualmente es Profesor-Investigador adscrito a la Licenciatura en Administración de la Universidad de Chalcatongo, México. Dirección Postal: Av. Universidad, Ciudad Universitaria, Chalcatongo de Hidalgo, Oaxaca, México, Código Postal: 71100. Correo Electrónico: marsorios@yandex.com Sobre el particular se puede consultar el siguiente Link

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR