Derecho agrario, de Juan José Sanz Jarque.

AutorFrancisco Corral Dueñas
CargoRegistrador de la Propiedad
Páginas1552-1557

    SANZ JARQUE. JUAN JOSÉ: Derecho agrario. Colección Compendios de la Fundación Juan March. Un tomo de 717 págs. Madrid, 1975.

Entre las distintas ramas que han nacido del tronco común del clásico IUS CIVILE y con características propias por su tinte técnico y publicista, destaca el Derecho Agrario, que está siendo objeto de atención creciente en los últimos tiempos. Pueden oscilar las posiciones desde el tajante «pronunciamiento» que postula una independencia total, hasta la que considera que las normas agrarias son simplemente desenvolvimiento de las civiles sin otra particularidad que su objeto rural, con abundante gama de opiniones intermedias; pero lo cierto es que hay unos sujetos, una materia y unos objetivos indudablemente dirigidos al campo de modo exclusivo y que reclaman un tratamiento específico.

Incluso situándonos en la postura civilista más absorbente e integradora, es preciso reconocer que junto a lo urbano está lo rural, con sus distintas regulaciones diferenciadoras que no responden a meros caprichos o distingos doctrinales, sino que vienen exigidas por una realidad social innegable. Por citar un ejemplo, el tema de las reformas aprarias, ya sean integrales, ya limitadas a la estructuración de la tierra o unidas y combinadas con el desarrollo tecnológico, económico v social, es algo Que naturalmente preocupa a los gobernantes v estudiosos de todo el mundo.

En nuestra Patria se viene sintiendo últimamente esta creciente atención por los temas agraristas. tanto en su aspecto doctrinal como en el de las aplicaciones prácticas. Son numerosos los trabajos y estudios que se vienen realizando, v es de destacar en este sentido el núcleo integrado en la Asociación Española de Derecho Agrario, así como las últimas Jor-Page 1553nadas Nacionales, para el estudio de la Ley de Reforma y Desarrollo Agrario y la realidad jurídica española, celebradas a finales del año pasado en el IRYDA, en las que, junto a las conferencias doctorales de algunos de nuestros mejores especialistas, se expusieron por los Letrados del Organismo más de setenta memorias en las que se recoge la realidad viva, el Derecho que conocen y practican nuestros agricultores y que esperamos se publiquen en breve ayudando a conocer de modo real la temática jurídica de las distintas regiones españolas.

Es curioso que este movimiento de inquietud estudiosa, y a la vez la necesidad, que cada vez más se nota en la práctica, por conocer la importante normativa rural no tenga otro reflejo en la Universidad que un curso optativo en el Doctorado de la Facultad de Derecho y una Cátedra de Derecho Agrario en la Politécnica, en la Escuela Superior de Ingenieros Agrónomos. Precisamente el titular en Madrid de esta última, Juan José Sanz Jaroue, acaba de publicar el libro que vamos a comentar, el cual, bajo el excesivamente modesto rótulo de «compendio», constituye un completísimo tratado de la materia agraria.

Sabido es que en esta clase de obras se pueden seguir dos caminos: bien la especulación puramente doctrinal y científica, de tonos a veces tan elevados y filosóficos que dan la impresión de que su autor vive en las nubes del Olimpo, o bien la del que pone los pies en el suelo y, pensando que el Derecho es para la vida, expone lisa y llanamente lo que es, lo que rige y lo que es preciso hacer en cada caso determinado, según la normativa jurídica vigente, pero a veces con olvido de lo teórico por creerlo superfluo.

Sanz Jaroue no ha caído en ninguno de los dos extremos, aunque la impresión inicial nos induzca a pensar en un libro de tinte predominantemente «práctico» a la vista de su índice (que es completísimo, recogiendo toda la variada y múltiple legislación de la materia). Al penetrar en la lectura y estudio del libro encontramos en sus capítulos, combinados de modo armónico, lo científico y lo legislado, ofreciéndose al estudioso y al profesional una exposición clarísima y completa de las distintas materias que se contemplan relacionadas con el campo. El autor es catedrático y el núcleo inicial de la obra arranca de su tesis doctoral, objeto en su día de las máximas calificaciones en la Universidad y en la Real Academia de Jurisprudencia y Legislación, que le otorgó el premio «Castán Tobeñas»; pero a la vez es hombre que ha vivido la realidad campesina, de donde procede y para la cual trabaja, y esta doble faceta se refleja en su libro, que viene a ser, sin dudarlo, un jalón importante en los estudios jurídico-agrarios de nuestros días.

En los puestos directivos del agro español, junto a los funcionarios técnicos, deben estar los juristas, y por esta razón no podemos menos de insistir en la conveniencia, más bien necesidad, de que a los profesionales del Derecho se les exija y proporcione también una más cuidada formación agrarista. No es que creamos que sólo hay campo y ciudad, pero sí...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR