Delitos de traición
| Autor | Carlos Vázquez Iruzubieta |
| Cargo del Autor | Abogado |
| Páginas | 1075-1084 |
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Artículo 581.
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El español que indujere a una potencia extranjera a declarar la guerra a España o se concertare con ella para el mismo fin, será castigado con la pena de prisión de quince a veinte años.
Las acciones delictivas
El delito de traición prevé dos conductas: la inducción y la concertación. Ambas deben estar dirigidas a conculcar el bien jurídico protegido de la integridad de la Nación, o la independencia del Estado dado que el objeto de ambas conductas tiene por finalidad la declaración de la guerra a España. Aunque en este artículo se califica al sujeto activo por su carácter de ciudadano español, en atención a lo dispuesto en el art. 586, queda claro que se extiende a todo extranjero. Otro tanto debe decirse con respecto al sujeto pasivo que puede ser España o una potencia aliada (art. 587).
La inducción o la concertación como formas típicas de la actividad delictiva deben tener como destinatario a una potencia extranjera, y debe entenderse por tal a todo Estado extranjero que tenga la cualidad de sujeto del Derecho internacional público con capacidad jurídica como para declarar la guerra a España.
En cuanto a la esencialidad de ambas conductas, sea que se refleje en la intención del agente, sea que se manifieste por el resultado, el delito se perfecciona tanto si se favorece la posibilidad de la declaración de guerra, como si a causa de este favorecimiento la guerra se inicia de modo efectivo sin declaración previa.
La inducción
La inducción a la guerra ha de consistir en una actividad lo suficientemente seria y virtualmente factible de producir el resultado propuesto, aunque de hecho éste no se produzca por la razón que fuere. El consejo o asesoramiento han de ser idóneos para hacer nacer una resolución que de otro modo no se hubiera tomado. Si bien esta inducción tiene un destinatario que es la potencia extranjera, no es preciso que se lleve a efecto en la persona de Jefe de Estado de esa potencia o de la persona u organismo con capacidad de resolver; bastar que la inducción llegue a conocimiento de quienes tienen esa facultad resolutiva, y aun será bastante el provocar mediante la inducción un sentimiento público de repulsa a España que se pueda traducir en manifestaciones o en la creación de un sentimiento social de enemistad, que por lo sostenido y concreto de la acción delictiva puedan llegar a conducir la voluntad de los órganos
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decisores en el sentido buscado. Quiere esto decir que la inducción puede asumir variadas formas de manifestación como muy variadas son también las modalidades de una actividad que deviene de la imaginación humana tendente a lograr un resultado concreto.
La concertación
La concertación para la guerra contra España presupone, en cambio, una mayor complejidad en orden a las modalidades que puede asumir la cooperación tendente a la declaración de guerra, sin que puedan ser homologadas a la conspiración prevista en el art. 17.
Caracteres del delito
Este delito se comete con dolo genérico. Ello quiere decir que basta con que el agente tenga clara conciencia que su actividad consistente en una inducción para cometer el delito específico de traición a España. Puede estar animado de un propósito muy personal, que podrá aparecer o no en el curso de la investigación, pero que siempre será irrelevante a los fines de la consumación.
No son admisibles las formas imperfectas de ejecución ni de los grados de la participación criminal.
Artículo 582.
Será castigado con la pena de prisión de doce a veinte años:
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El español que facilite al enemigo la entrada en España, la toma de una plaza, puesto militar, buque o aeronave del Estado o almacenes de intendencia o armamento.
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El español que seduzca o allegue tropa española o que se halle al servicio de España, para que se pase a las filas enemigas o deserte de sus banderas estando en campaña.
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El español que reclute gente o suministre armas u otros medios eficaces para hacer la guerra a España, bajo banderas enemigas.
Las acciones delictivas
Las conductas son tres: facilitar, seducir y reclutar, y todas hacen referencia al concepto de enemigo que aparece en el artículo anterior, y que es fácil de inferir que se trata de una potencia extranjera, mediando un estado de guerra.
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La facilitación
Consiste en toda actividad dirigida a proporcionar los medios más adecuados para que el enemigo pueda obtener el resultado previsto que es la...
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