Declinando el género y el trabajo en diferentes latitudes. La presencia de Margaret Maruani en Brasil.

AutorAraujo Guimarães, Nadya

"El trabajo está en el corazón de las relaciones de género. Y, al revés: las lógicas de género son indispensables a la comprensión del funcionamiento de las actividades laborales."

Margaret Maruani, Je travaille, donc je suis, 2018, p. 11

En 2021, Jacqueline Laufer y Hyacinthe Ravet, publicaron una entrevista a Margaret Maruani, quien acababa de dejar la condición de directora de Travail, genre et sociétés -revista que creó en 1999 y dirigió hasta 2017-, manteniéndose como miembro de su Consejo Editorial (2). Al final de su presentación, introduciendo el largo y rico diálogo, las dos investigadoras expresan un sentimiento: "Trazar su carrera [...] relata no solo una trayectoria excepcional, sino también la forma en que se constituyó un campo de investigación en la sociología del trabajo y sobre el género y, más en general, cómo se estudia el género en Francia" (Laufer y Ravet 2021, p. 6. Traducción de la autora).

Al releer la observación de Laufer y Ravet, y mirando a la trayectoria de Margaret Maruani desde un punto de vista no francés y no europeo, se me hizo evidente que sus ideas no solamente inquietaban y desconcertaban a las formas habituales de pensar el trabajo (y el género) en su entorno intelectual--lo que en sí mismo sería un logro. Margaret ha sido exitosa en propagarlas mucho más allá del mundo académico francés, inseminando múltiples agendas nacionales. Lograrlo no ha sido expresión de un mero cálculo de oportunidad, obstinado por el reto de difundir conocimiento, ni tampoco el resultado de una propensión a comparar por comparar. Era mucho más que eso o, mejor dicho, no era eso en absoluto.

De no ser así, ¿cuál ha sido su móvil intelectual? Anduve buscando "su respuesta" y creo haberla encontrado en un texto de apertura incluido en la Introducción del libro Travail et genre dans le monde. État des savoirs (Maruani, 2013). Sugiero que dicha propensión cobraba un sentido heurístico pues hacía ver su manera de pensar el trabajo y el género, anclada en la urgencia por romper ("faire voler en éclats" para usar sus elocuentes palabras) con la idea de que "el" trabajo femenino constituiría una entidad homogénea (Maruani, 2013:9). Justamente por el hecho de que las jerarquías de lo masculino/femenino que se construyen y estructuran en torno al trabajo están presentes dondequiera que estemos, capturar dichas construcciones jerárquicas en su inevitable movimiento ha sido su reto. Como dichas construcciones son cambiantes, se transforman y se renuevan, para conocerlas bien habría que desvelar los modos por los cuales se reconfiguraban en distintas épocas y territorios (Ídem).

En el mismo texto de 2013, Margaret Maruani precisa lo que ella considera los desafíos de una agenda comparativa:

Así, desde los años 1980, ¿cómo se transformó el lugar de hombres y mujeres en el mundo del trabajo en Europa, Estados Unidos, China, Japón, América Latina, Africa, India, Magreb y Medio Oriente? ¿Será posible comparar, desde el punto de vista del trabajo, del empleo, del desempleo y de la formación, regiones del mundo que poseen historias, culturas y niveles de desarrollo tan distintas? ¿Seremos capaces de documentar, en universos de trabajo tan variados, cómo el género se entrecruza con las clases sociales y las divisiones étnicas?

Es reuniendo conocimientos como podemos intentar poner en perspectiva lo que, a primera vista, es incomparable. Porque, a pesar de los contrastes, hay recurrencias que impresionan [...]En efecto, un cierto número de núcleos duros de discriminaciones existen en todas las latitudes, pero según declinaciones bien diversas.

(Maruani, 2013: 9. Traducción y negritas de la autora)

La arquitectura de una organización en red, internacional y pluridisciplinar--el MAGE, Marché du Travail et Genre--, creado en 1995, ha sido el dispositivo vislumbrado para poner en marcha ese valiente proyecto intelectual basado en la interlocución internacional. ¡Y el camino se anduvo rápidamente! Cuatro años después de la constitución formal de la red MAGE, Margaret Maruani, en colaboración con Helena Hirata, puso a circular Les nouvelles frontières de l'inégalité (Maruani e Hirata, 1998), movilizando a tres decenas de autores/as de distintos países de Europa, alrededor del tema de las nuevas configuraciones de la desigualdad entre hombres y mujeres en los mercados de trabajo, dando prueba del vigor e internacionalización de la red.

Si la desigualdad es el punto de interrogación que atraviesa los veinte capítulos y las cuatro introducciones temáticas, hay en el libro una "cultivada polifonía", tomando prestadas las palabras de Margaret (Maruani, 1998). Así, echando mano de las diversidades nacionales bajo distintas perspectivas disciplinares, ha sido posible avanzar en temas que seguían bloqueados en sus propias lógicas. La polifonía bien cultivada posibilitó al grupo reexaminar conceptos y problemáticas. Eso es MAGE, y MAGE (por eso) no es una "escuela", subrayó Margaret en su introducción al libro (Maruani, 1998).

Comparación y pluridisciplinariedad han sido, además, armas para resistir a su propio universo profesional. Así lo describió, pensando en retrospectiva, en junio de 2015, en la entrevista para Isabel Clair y Elza Dorlin: "un universo profesional duro, a veces refractario al género, a veces alérgico al trabajo, a veces decepcionado por lo que triunfa" (Laufer y Maruani, 2022: 120. Traducción de la autora). Pero Margaret triunfó: en 2003 el CNRS reconoció que el grupo de investigación MAGE era merecedor del estatuto de grupo de investigación europeo (3). MAGE comprende hoy cerca de tres decenas de universidades y centros de investigación y se encuentra presente en trece países de distintos continentes.

América Latina ahí está y Brasil se encuentra presente en la red desde temprano. Inicialmente, por mediación de la participación de Helena Hirata, conocida investigadora que se estableció en París tras su exilio durante la dictadura militar en Brasil y que destacó por sus estudios comparados acerca de los interfaces entre género y trabajo en Francia, Japón y Brasil. Helena ha sido una mediadora estratégica en el diálogo entre intelectuales brasileñas y francesas, en especial a partir de los años 1980, año en el que, como resultado de la amnistía política, pudo restablecer su presencia directa (aunque periódica) en el mundo académico y en el feminismo brasileños (4). En efecto, cinco años después de publicado en Francia, Les nouvelles frontières de l'inégalité (Maruani e Hirata 1998) ya tenía una edición en portugués (Maruani e Hirata, 2003) (5). Dicha versión incorporaba una introducción al público brasileño, redactada por Helena Hirata, subrayando las especificidades brasileñas frente a los capítulos originales que miraban a distintos países europeos. Pero su novedad editorial era un capítulo suplementario, que no formaba parte de la publicación francesa, redactado por dos autoras brasileñas, Cristina Bruschini y Maria Rosa Lombardi (Bruschini y Lombardi, 2003), en el que se presenta un cuadro minucioso de la participación de hombres y mujeres en el mercado de trabajo de Brasil en los años 1990. La edición en portugués abre así la posibilidad de inclusión de Brasil en el área de las comparaciones, aunque con impacto todavía restringido sobre la dinámica misma de los debates de la red, puesto que se trató de una inclusión "ex-post".

Margaret Maruani se encargará de estrechar esos diálogos. Por una parte, invitando a autoras brasileñas a participar del Consejo de MAGE, empezando por Bila Soij. Por otra parte, coordinando (con Helena Hirata y colegas brasileñas) la organización en Brasil de un gran...

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