Constitucionalismo social, regulación del trabajo y política en Latinoamérica: un largo ciclo de euforia y desencanto

AutorGuillermo Gianibelli
CargoCatedrático de Derecho de Trabajo y la Seguridad Social. Universidad de Buenos Aires.
Páginas89-113
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1. INTRODUCCIÓN. CUADRO DE CONTEXTO: LOS CICLOS POLÍTICO-
ESTRUCTURALES
La propuesta de la Revista de Derecho Social no puede ser más oportuna por
un cúmulo de razones, algunas de las cuales se pueden conjugar de la siguiente
manera. En primer lugar es una natural consecuencia de su propia historia y su
continuada construcción de un espacio de reflexión teórica en la que su clave
de bóveda, su aleph borgiano, es un concepto central, de naturaleza política
pero plasmación jurídico-constitucional: el Estado Social de Derecho1. A la vez,
porque la proyección de ese ideario secular de política del derecho, en el terri-
torio real de las relaciones de trabajo y sus conflictos de poder y su regulación,
marca la tónica de intervención en estos cien números que hoy celebramos. Por
último, aunque se podrían alinear otras tantas explicaciones, por una caracte-
rística propia de la revista, como del núcleo fundador y sostenedor, de “mirar”
a Latinoamérica2.
En esa confluencia de soporte ideológico y normativo, política de derecho y
relaciones sociales, Latinoamérica es también un espacio fértil para la reflexión
y puede servir de contraste por un cúmulo semejante de razones. Si bien su
vastedad y sus particularidades3 podrían relativizar el grado de homogeneidad y
1 Solo considerando algunas de sus editoriales, ver número 1, en el que se asume la voluntad de expresar un
pensamiento crítico y construir desde sensibilidades que comparten un mismo punto de partida: un derecho
del trabajo alternativo. Y números 26, 32, 38, 50, 52, 69, 70, 80, 86, 98, entre otros.
2 Explicitado en la fundación de la “Revista de Derecho Social-Latinoamérica”, Editorial Bomarzo
Latinoamericana, dirigida por Antonio Baylos Grau y Oscar Ermida Uriarte.
3 Lo que parecería más de un continente –América del Norte, Central y Sur–, y sin embargo no lo es. A
los fines de este trabajo consideraremos una “región”, que aunque fundada en la pertenencia a una lengua
común, derivadas del latín, se conforma como tal por sus aspectos culturales, sociales e históricos. En el caso
de una de las organizaciones de referencia, la Comisión Económica para América Latina (CEPAL), la consti-
tuyen treinta y tres países, incluyendo el área Caribe. Su población, para el año 2022, asciende a 650 millones
de personas, el 8,3% de la población mundial. Sus índices sociales dan cuenta de una pobreza del 33% y una
pobreza extrema del 13%, lo que significa que 204 millones de personas no tienen ingresos suficientes parar
1. Introducción. Cuadro de contexto: los ciclos político-estructurales. 2. La fórmula del Estado Social de Derecho
en Latinoamérica y cómo se despliega: luces y sombras.. 3. De nuevo sobre la forma del ESD –o constituciona-
lismo social– como modelo de organizar la sociedad. 4. Un estatuto del trabajo del siglo XXI para Latinoamérica,
conforme los principios del constitucionalismo social en registro supranacional.
Guillermo Gianibelli
Catedrático de Derecho de Trabajo y la Seguridad Social. Universidad de Buenos Aires.
ESTUDIO
CONSTITUCIONALISMO SOCIAL, REGULACIÓN DEL TRABAJO
Y POLÍTICA EN LATINOAMÉRICA: UN LARGO CICLO DE
EUFORIA Y DESENCANTO
ESTUDIO__Constitucionalismo social, regulación del trabajo y política en Latinoamérica: un largo ciclo de euforia y desencanto
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pertinencia de análisis, ciertos elementos, especialmente históricos y propios de
su conformación “hacen” identidad y proveen unidad de sentido. Sin que en este
trabajo corresponda ni podamos hacer un mínimo relato histórico de esas señas
comunes, lo cierto es que una categoría política tan definitoria, aunque no solo
para Latinoamérica, como la de colonialismo sirve para trazar una primera línea
de referencia, sobre todo de cara al señalado contraste con otro espacio cultural.
Por obvias razones la conquista de un “nuevo mundo”, en lo que aquí interesa y
será foco –amplio– de estas líneas, al sur del río Bravo América fue un territorio
de conquista y se diseñó y definió con esas claves constitutivas4. Por supuesto
que un sustrato de cinco siglos, aún con sus efectos y reformulaciones (guerras
de independencia, guerras internas, guerra del Paraguay, etc.), no puede ser
completamente determinante, ni explicar contemporáneamente ciertas cons-
tantes que se verifican, de semejante componente estructural como, de modo
más reciente, lo hace la teoría de la dependencia5.
Por tanto, y para poner alguna señas de identidad, tanto en términos del sopor-
te geográfico, histórico y político, como del propio contexto de este trabajo,
establezcamos como marco referencial algunos elementos: 1) Latinoamérica
entendida menos como geografía y más como un espacio geopolítico, signado
por ciertas lógicas de poder, trasuntas de la historia y con efectos concretos en
la distribución de jerarquías y, más concretamente de la renta6; 2) con dicha
caracterización, y sin que podamos tampoco explayarnos sobre sus expresio-
nes a lo largo de la historia, lo resumimos en un momento no tan cercano, pero
que determina un influjo notorio para explicar al menos dos ciclos –largos–
precedentes a la situación actual: el denominado “Consenso de Washington”,
y las rupturas de los sistemas democráticos en buena parte de sus países7; 3)
cubrir necesidades básicas y 81 millones carecieron de recursos para adquirir una canasta básica de alimen-
tos (Ver CEPALSTAT, Base de Datos y Publicaciones Estadísticas, 2023).
4 Enrique Dussel plantea una modernidad cuyo origen coincide y es una consecuencia del descubrimiento
de América (Ver CHAPARRO AMAYA, A., “Tiempos (pre/post) modernos”, en “Modernidad, colonialismo y
emancipación en América Latina”, Eduardo Rueda y Susana Villavicencio (Editores), CLACSO, Buenos Aires
2018, p. 26).
5 CARDOSO, F.H. y FALETTO, E., “Dependencia y desarrollo en América Latina”, Siglo XXI, México,1969.
De reciente publicación, rastreando los orígenes y sus líneas de desarrollo, ver FAJARDO, M., “The
World That Latin America Created. The United Nations Economic Commission for Latin America in the
Development Era”, Harvard University Press, 2022.
6 El coeficiente de Gini, arroja para el Cono Sur un dato de 0,437, para América Latina y el Caribe, 0,50, y
para América Central 0,52 (Banco Mundial, Lac Equity Lab, Datos 2020).
7 Lo que en Latinoamérica se conoce como “doctrina de seguridad nacional”, una forma de defensa no
contra un enemigo externo sino “crear” un enemigo interno: trabajadores, sindicalistas, activistas y todo
aquel que no apoye el poder establecido (Cf. CHOMSKY, N., “Quién domina el mundo”, Ediciones B, Buenos
Aires, 2017, p. 25). El primer experimento neoliberal fue con la dictadura chilena de Pinochet, para la que
fueron convocados un grupo de economistas identificados como los “Chicago Boys”, cultores de las teorías
de Milton Friedman (ver HARVEY, D., “Breve historia del neoliberalismo”, Akal, Madrid, 2007, p. 14). Una de
las manifestaciones del terror de Estado regionalmente implantado fue la denominada “Operación Cóndor”,
un acuerdo formal entre los gobiernos dictatoriales de Argentina, Chile, Bolivia, Uruguay, Paraguay y Brasil,
impulsado y respaldado por Estados Unidos, que (desde mediados de la década del ´70) reprimió ilegalmente
a sus opositores políticos, concretando secuestros, desapariciones, torturas, etc., más allá de sus respectivos
fronteras, invocando la “doctrina de la seguridad nacional”.

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