Guía fiscal del agricultor. Banco de Crédito Agrícola, de Fosé Aurelio García Martín.

AutorFrancisco Corral Dueñas
Páginas1768-1770

    GARCÍA MARTÍN, FOSÉ AURELIO: Guía fiscal del agricultor. Banco de Crédito Agrícola. Madrid, 1987. Un tomo de 370 págs.

Al editar esta obra, el Banco de Crédito Agrícola ejercita las obras de misericordia de enseñar al que no sabe y dar buen consejo a quien lo necesita, pues nadie se encuentra más carente de información que el sector Page 1769 rural español. La verdad es que los agricultores están también faltos de otras muchas cosas, y no me refiero a las cacareadas ayudas o subvenciones que se publican a bombo y platillo y luego se dan con cuentagotas a cambio de prestaciones onerosas y obligaciones leoninas. La agricultura necesita, ante todo, comprensión: que la sociedad sepa lo que estos hombres hacen realmente y aprenda a darles a cambio lo que precisan.

Y una de las cosas más necesarias, junto a ayudas técnicas y económicas, es un correcto y eficaz asesoramiento jurídico y fiscal. Porque resulta que la Administración, encastillada en sus despachos centrales o autonómicos, está totalmente alejada de la realidad y sigue tratando a la agricultura, a la hora de imponer tributos, igual que a otros sectores económicos de renta mucho más elevada.

Así, en la agricultura de grupo, se piensa alegremente que toda asociación es una sociedad potente y con saneadas rentas y ganancias, cuando lo que realmente buscan los hombres del campo no es acrecentar ganancias, sino aminorar pérdidas, que es muy distinto. De este modo, resulta curioso, por ejemplo, que ahora se ande regateando a las agrupaciones más típicamente rurales, las Sociedades Agrarias de Transformación, continuadoras de aquellos memorables Grupos Sindicales de Colonización, unos beneficios fiscales que gozaban, con asenso unánime, desde la Ley de Exenciones de 1906. Pero éste es otro cantar y luego volveremos sobre él.

Lo más sobresaliente de este libro es su gran claridad y la sencillez con que explica el entramado normativo de nuestro régimen fiscal, aplicable al campo en su gran mayoría. La Guía, como se nos dice en su introducción, presta atención prioritaria a los impuestos exigibles por razón del ejercicio de actividades agrícolas, ganaderas o forestales en sentido propio; es decir, aquellas que no suponen procesos de transformación o los industriales derivados de dichas actividades, aunque a veces estas actuaciones rozan a las puramente agrarias y suponen campos limítrofes con las propiamente agrarias.

Atendiendo a su finalidad práctica y divulgadora, hace de entrada un...

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