Actos, actas y proyectos constitucionales para la forja de la República de Colombia: de El Socorro a Cúcuta (1810-1821)

AutorJusto Cuño Bonito
CargoUniversidad Pablo de Olavide
Páginas160-194
ACTOS, ACTAS Y PROYECTOS CONSTITUCIONALES
PARA LA FORJA DE LA REPÚBLICA DE COLOMBIA: DE
EL SOCORRO A CÚCUTA (1810-1821)
FACTS, ACTS AND CONSTITUTIONAL PROJECTS FOR
THE FORGING OF REPUBLIC OF COLOMBIA: FROM EL
SOCORRO TO CÚCUTA (1810-1821)
Justo Cuño Bonito1
Universidad Pablo de Olavide, Sevilla, España
SUMARIO: I. PREÁMBULO: LAS CONSTITUCIONES, LA GUERRA Y LA FORJA
DE LA NACIÓN. II. TRIBUTO, ESCLAVITUD, MUJERES Y DERECHOS
POLÍTICOS. III. ESPACIOS POLÍTICOS Y RESTRICCIONES A LA
REPRESENTACIÓN: ANTECEDENTES A LAS CONSTITUCIONES DE AMÉRICA
DEL SUR. IV. IDEOLOGÍAS SOBRE PARTICIPACIÓN CIUDADANA EN LOS
DISCURSOS POLÍTICOS DE LA INDEPENDENCIA. V. REPRESENTACIÓN
POLÍTICA EN LAS PRIMERAS CONSTITUCIONES DE AMÉRICA DEL SUR. 5.1.
Quito y el primer proceso constituyente. 5.2. Caracas y el primer proceso
constituyente. 5.3. Mérida y Trujillo: constituciones y contextos. 5.4. Santa Fe:
desde el monarquismo hasta el independentismo. 5.5. Tunja: entre las amenazas
internas y externas. 5.6. De Cartagena de Indias a Cúcuta: de la incertidumbre a
la consolidación en el poder.
Resumen: La forja de los nuevos Estados fue un proceso cruento, donde el
cambio de estructuras y superestructuras alumbró nuevos Estados liberales
construidos a partir de la derrota de las monarquías absolutas. No hubo
negociación, ni transición, ni consenso: la eclosión de los proyectos
constitucionales acompañó un triunfo militar que lo asentó y consolidó en torno a
unas nuevas bases políticas. La nueva élite triunfante se sirvió de las cartas
magnas para consolidar su nueva dominación hacia el interior de sus territorios,
pero también utilizaron las constituciones para asegurar su independencia frente
al resto de élites regionales. El proceso de construcción de los nuevos Estados ha
sido siempre observado solo desde ópticas jurídicas o solo desde perspectivas
históricas, sin interrelacionar unos factores que sólo adquieren significación y
lógica a través de una óptica integradora. Esto es lo que propone la presente
investigación, que forma parte de un esfuerzo iniciado hace años por construir
explicaciones integradoras en torno a los proyectos constitucionales que
surgieron en la capitanía general de Venezuela y en el Virreinato de la Nueva
Granada a principios del siglo XIX.
Abstract: The forging of the new States was a bloody process, where the change
of structures and superstructures gave birth to new liberal States built from the
1 Cuño Bonito, Justo. Profesor de Historia de América de la Universidad Pablo de Olavide de
Sevilla, España. Doctor en Historia de América. ResearcherID: E-8046-2017 / Scopus Author ID:
56105846000. Título del proyecto: CONNECTED WORLDS: THE CARIBBEAN, ORIGIN OF
MODERN WORLD. Entidad financiadora: European Union´s Horizon 2020 research and
innovation programme under the Maria Sklodowska Curie grant agreement Nº 823846
Historia Constitucional
ISSN 1576-4729, n. 22, 2021. http://www.historiaconstitucional.com, págs. 160-194
defeat of the absolute monarchies. There was no negotiation, no transition, no
consensus: the emergence of constitutional projects accompanied a military
triumph that settled and consolidated it around new political bases. The new
triumphant elite used the constitutional projects to consolidate their new
domination within their territories, but they also used the constitutions to ensure
their independence from the rest of the regional elites. The process of
construction of the new States has always been observed only from legal points of
view or only from historical perspectives, without interrelating factors that only
acquire significance and logic through an integrating both point of view. This is
what this research proposes, which is part of an effort begun years ago to build
integrative explanations around the constitutional projects that emerged in the
captaincy general of Venezuela and in the Viceroyalty of New Granada at the
beginning of the 19th century.
Palabras clave: Constituciones, Nueva Granada, Venezuela, Estados-nación,
independencia.
Key Words: Constitutions, Nueva Granada, Venezuela, nation-states,
independence.
I. PREÁMBULO: LAS CONSTITUCIONES, LA GUERRA Y LA FORJA DE LA
NACIÓN
La máxima expresión del juego político con que las élites pretendieron
conseguir el apoyo de los sectores populares se materializó en las primeras
constituciones que se elaboraron en América y que fueron precursoras de la
constitución gaditana de 1812. Las constituciones, más que un instrumento
jurídico, se transformaron en herramientas políticas que asegurasen la
independencia de los nuevos territorios. Esas nuevas leyes de leyes se alzaron
sustituyendo a las monarquías de derecho divino, pero tratando de mantener una
celestial pátina, un olímpico distanciamiento, en su restrictiva y simbólica
representación.
Al tiempo, en medio del conflicto político, la guerra se convirtió en otro de los
motores fundamentales del cambio. En la afirmación del Estado contemporáneo
fundado por las constituciones y por la guerra, el pueblo y la nación se
confundían: era toda una nación y no sólo un ejército el que estaba en guerra,
por lo que la guerra era una guerra popular. Del pueblo nacía el Estado moderno,
la soberanía moderna y la democracia: el pueblo, en sí, se transformaba en el
príncipe maquiavélico y en el forjador del Leviatán. El Estado moderno nacía de
entre las ruinas del antiguo régimen a través de una guerra que daba cuerpo al
pueblo, y a éste se lo daba una nación concebida desde la singularidad
nacionalista de un Danton o desde la universalidad de un Robespierre o de un
Bolívar.
De pronto, - escribió Carl Von Clausewitz con ocasión de la batalla de Valmy en
1792- la guerra se había convertido en asunto del pueblo, y de un pueblo de treinta
millones de habitantes que se consideraban, todos, ciudadanos del estado... La
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participación del pueblo en la guerra, en vez de un despacho o un ejército, hacía que
una nación entera entrase en el juego con su peso natural.2
La patria - indicó Louis de Saint-Just “El Arcángel del Terror” - no es, de
ningún modo el suelo, es la comunidad de afectos, que lleva a que, al luchar cada
cual por la salvación o la libertad de lo que le es querido, la patria se sienta
defendida. Si cada uno sale de su choza con su fusil en la mano, la patria se salva
de inmediato. Cada cual lucha por lo que ama … Combatir por todos no es más que
se consecuencia.3
En un complejo proceso de transustanciación, el cuerpo político sustituyó al
cuerpo del monarca y en su nacimiento, la nación, en su conjunto, se
independizó del cuerpo del rey.4 Luis XIV entendió que la unidad rey nación era
consustancial a la monarquía absoluta y de igual modo, en 1766, Luis XV
defendió esta actitud ante el parlamento proclamando que:
Los derechos y los intereses de la nación, a la que se pretende convertir en un
cuerpo separado del monarca, están necesariamente unidos a los míos y sólo
descansan en mis manos. No admitiré que se establezca en mi reino una asociación
que llevaría a que degenere en una confederación de resistencia el lazo natural de
los mismos deberes y de las obligaciones comunes, ni que se introduzcan en la
monarquía un cuerpo imaginario que sólo podría turbar su armonía; la magistratura
no constituye en absoluto un cuerpo ni un orden separado de los tres órdenes del
reino.5
Pero el nuevo Estado se fundamentará en provecho de una clase social que
así se aseguraba la preservación de su poder. En la base de este nuevo orden se
encontraba el predominio del derecho y de la ley que otorgaban la libertad: para
Saint Just la ausencia de ley oprimía, mientras que era la existencia de leyes la
que garantizaba la libertad. Por ello la primera tarea del nuevo orden y su
garantía de continuidad, lo dieron la elaboración de una constitución, una
declaración de derechos que, en la práctica, transferían a la ley la autoridad
antes detentada por el monarca. La ley, el pueblo y la revolución fueron las
figuras esenciales de la soberanía y es por ello por lo que un Estado no
revolucionario era un Estado que no podía escapar de los preceptos del antiguo
régimen en donde el rey continuaba ocupando el centro y ostentaba aún la
unidad de su poder. En este contexto, Robespierre afirmaría: “La resistencia a la
opresión es la consecuencia de los otros derechos del hombre y del ciudadano”.6
De este modo, la guerra del fusil precedía o era consecuencia de la guerra
ideológica y el nuevo Estado, precursor inmediato del complejo Estado
2 Clausewitz, Karl Von, De la Guerra, Labor, Barcelona, 1994.
3 SaintJust, Louis de, El Espíritu de la Revolución. Malinca Pocket, Buenos Aires, 1965.
4 Kantorowitz, Ernst H., Los Dos Cuerpos del Rey: Un Estudio de Teología Política Medieval,
Alianza Editorial, Madrid, 1985.
5 Guiomar, J. Y., La nation entre l'histoire et la raison, La Découverte, París, 1990.
6 Robespierre, Maximiliano, Discursos e Informes en la Convención.: Editorial Ciencia Nueva
S.L., Madrid. 1968.
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