SAP Navarra 69/2003, 14 de Mayo de 2003
Ponente | FRANCISCO JOSE GOYENA SALGADO |
ECLI | ES:APNA:2003:537 |
Número de Recurso | 64/2001 |
Procedimiento | PENAL |
Número de Resolución | 69/2003 |
Fecha de Resolución | 14 de Mayo de 2003 |
Emisor | Audiencia Provincial - Navarra, Sección 2ª |
SENTENCIA Nº 69
Magistrado:
D. FRANCISCO JOSE GOYENA SALGADO
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ENCABEZAMIENTO.
En Pamplona, a catorce de mayo de dos mil tres.
Vistos por el Ilmo.Sr. D. FRANCISCO JOSE GOYENA SALGADO, Magistrado de la Audiencia Provincial de Navarra/Nafarroa, el presente Rollo de apelación núm. 64/01, correspondiente a los autos de Juicio de Faltas núm. 683/99, procedentes del Juzgado de Instrucción Núm. Dos de Pamplona/Iruña y seguidos por una falta de injurias en juicio. Siendo partes apelante D. Raúl ; y como parte APELADA D. Eloy
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Por el Juzgado de Instrucción Núm. Dos de Pamplona/Iruña se dictó sentencia, de fecha 3 de octubre de 2001, recaída en autos de Juicio de Faltas núm. 683/99, seguidos por una falta de injurias en juicio, en la que se declaran como hechos probados los siguientes: "UNICO.- Son hechos probados, y así se declara, que en los autos de Divorcio 901/96- A el Letrado Raúl hizo uso de expresiones y afirmaciones referidas a Eloy tales como "se encuentra desequilibrado y descompensado", "debido a su mentalidad feudal", "absolutamente desequilibrado emocionalmente", "no puede tener otro calificativo que extorsionador", "comportamiento absolutamente demencial". Asimismo, recayó fallo del tenor literal siguiente: "Que debo condenar y condeno a Raúl como autor responsable de una falta prevista y penada en el artículo 620.2º del Código Penal a la pena de multa de 20 días a razón de 1000 ptas. diarias y al pago de las costas procesales. La presente resolución no es firme y contra la misma cabe interponer recurso de apelación en ambos efectos en este Juzgado para ante la Ilma. Audiencia Provincial de Navarra en el plazo de cinco días desde su notificación."
Publicada y notificada en legal forma la citada sentencia, por D. Raúl , se interpuso recurso de apelación para ante la Audiencia, con base en los motivos que estimó oportunos y con el suplico de que se dicte sentencia revocando la de instancia y dictando otra en su lugar, absolviendo al recurrente de la falta por la que viene siendo acusado.
Interpuesto en tiempo y forma el citado recurso se admitió a trámite dándose traslado a la parte contraria para alegaciones. Dicho trámite fue evacuado por D. Eloy , con base en las alegaciones que estimó oportunas y con el suplico de que se dicte sentencia, desestimando el recurso interpuesto y confirmando la sentencia dictada.
Cumplimentado el anterior trámite se elevaron los autos a la Audiencia, correspondiendopor turno de reparto a esta Sección, formándose el oportuno rollo con el núm. 64/01 y tras los trámites legales vigentes se señaló para resolución.
SE ACEPTAN los antecedentes de hecho de la sentencia recurrida y en cuanto al de hechos probados se modifica, quedando redactado de la siguiente manera: "son hechos probados y así se declara, que en los autos de juicio de divorcio núm. 901/96, el Letrado Raúl , hizo uso de expresiones y afirmaciones, referidas a Eloy , tales como: "debido al comportamiento absolutamente demencial" y "circunstancia imposible teniendo en cuenta su descontrol mental".
En la tramitación de esta segunda instancia se han observado las prescripciones legales vigentes, salvo el plazo para dictar sentencia por acumulación de ponencias.
La sentencia de instancia condena a Raúl como autor responsable de una falta, prevista y penada en el art. 620.2º del Código Penal: injurias de carácter leve, a una pena de multa de 20 días, con una cuota diaria de 1000 ptas (6,01 euros) y pago de las costas. Frente a dicha resolución se interpone recurso de apelación, al objeto de que se revoque la sentencia de instancia y se dicte otra absolutoria.
Como primera cuestión cabe señalar que este Tribunal debe modificar el relato de hechos probados, a tenor de la impugnación que se hace en el recurso de apelación (alegación quinta), por cuanto efectivamente en el escrito de denuncia del Sr. Eloy , únicamente se hace referencia a dos expresiones: "comportamiento absolutamente demencial", y "circunstancia imposible teniendo en cuenta su descontrol mental", y a estas expresiones, no negadas por el denunciado Sr. Raúl , debe quedar lo acreditado, ya que el resto de las expresiones recogidas en el relato de hechos probados de la sentencia recurrida, provienen de unos folios sueltos, aportados por la parte denunciante, sin que quede acreditada su procedencia ni se han sometido al reconocimiento del denunciado.
Con carácter general, por otra parte, debe señalarse, frente a la idea que destila el recurso, sólo de alguna manera matizada, que los abogados, en el ejercicio de su función no gozan de impunidad, escudándose en la manida expresión "en estrictos términos de defensa", para verter cualquier tipo de expresión ajena al rigor fáctico y jurídico que es deseable. Baste al respecto, "a sensu contrario", tener en cuenta la previsión establecida en el art. 215.2 del Código Penal. Cuestión distinta es si las expresiones denunciadas, en el contexto en que se vierten, o bien no constituyen injurias o bien están amparadas por el derecho a la defensa y dentro de ésta por la libertad de expresión, que repetimos no es, sin embargo, absoluta.
Fundamentado el recurso de apelación en la libertad de expresión que conlleva el ejercicio de la defensa, cabe señalar la doctrina que al respecto mantiene el Tribunal Constitucional, expuesta en SSTC 157/1996, de 15 de octubre, 113/2000, de 5 de mayo, 184/2001, de 17 de septiembre, y que recoge la STC de 26 de noviembre de 2001, y a cuyo tenor recuerda lo que dispone el art. 437.1 L.O.P.J.: "En su actuación ante los Juzgados y Tribunales, los abogados son libres e independientes, se sujetarán al principio de buena fe, gozarán de los derechos inherentes a la dignidad de su función y serán amparados por aquéllos en su libertad de expresión y defensa". Interpreta este precepto el Tribunal Constitucional señalando que: "Con estos términos, el legislador orgánico de 1985 ha descrito los rasgos más esenciales del Estatuto de la Abogacía, concluyendo con una proclamación de la "libertad de expresión y defensa", como parte esencial e imprescindible de la función de defensa. La relevancia constitucional de esta libertad es...
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