Año 1913
| Autor | Emilio González Bou |
| Páginas | 295-304 |
En números anteriores nos hemos referido a los distintos cambios producidos a lo largo de los años en el Consejo de Redacción de La Notaría pero, con independencia de las concretas personas que lo formaran, hubo unos temas que fueron tratados siguiendo siempre una misma línea, destacando entre todos ellos el del catalanismo de la revista y del propio Colegio Notarial de Barcelona.
Es cierto que este es un tema que ya se trató en su día en esta sección pero la insistencia de la revista en su tratamiento y la situación política actual derivada del nuevo Estatuí, hacen inevitable retomarlo destacando, como tantas otras veces, que las mismas cuestiones que preocupaban al notariado hace un siglo siguen siendo hoy de actualidad.
La Notaría, en su línea habitual de defensa de la cultura, la lengua y el derecho catalanes, publicó en el número 11 de 1 de junio de 1913 un artículo titulado «Actualidades» de Juan O'Callaghan, notario balear, en el que hacía una crónica de un mitin celebrado en el teatro Madrileño, de Madrid, organizado por abogados y notarios como protesta de las «ofensas inferidas a los profesionales españoles, en general, por determinados elementos regionalistas en el mitin verificado en el teatro Tívoli, de Barcelona...», ofensas que consistían en pedir del Gobierno la descentralización de las oposiciones y advertir que «.. .en los notarios es preciso el conocimiento del modo de sentir del pueblo, distinto en cada comarca, e inaccesible para quienes desconocen la lengua, por muchas que sean sus dotes de inteligencia y buena voluntad...», es decir, se reclamaba competencia para convocar las oposiciones y exigencia del conocimiento de la lengua propia de cada región para ejercer el notariado en ella, pretensiones que hoy, noventa y tres años después, siguen formulándose aunque no en nombre del "regionalismo" sino del "nacionalismo".
La lectura del artículo resulta muy interesante destacando especialmente lo acertado de la predicción del autor cuando afirma que «relacionando las manifestaciones de los dos mítines, el de Barcelona y el de Madrid, sacamos la amarga consecuencia de que los de éste, no han entendido todavía a los de aquél y, por lo visto, tardarán aun algún tiempo en comprenderlos».
En cualquier caso, parece evidente que las pretensiones de los regionalistas catalanes producían en Madrid una desconfianza e inquietud, cuando no una abierta hostilidad, quePage 296 hoy, casi un siglo después, siguen sin superarse, lo que no hace sino evidenciar que hay un problema que sólo podrá resolverse reconociendo todos los implicados su existencia ya que únicamente desde su conocimiento y análisis podrá llegarse a un acuerdo satisfactorio para todos.
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Sección Doctrinal
ACTUALIDADES
I
La prensa profesional de Madrid nos había enterado de que el domingo, 30 del próximo pasado Marzo, a las diez de la mañana, se verificaría en el teatro Madrileño (Atocha), un mitin presidido por D. Antonio Royo Vilanova y organizado por los abogados y notarios interesados en el mantenimiento del real decreto de 28 de Junio de 1911 y como protesta de las ofensas inferidas a los profesionales españoles, en general, por denterminados elementos regionalistas en el mitin verificado en el teatro Tívoli, de Barcelona, a primeros del mismo mes.
Y la prensa diaria de Madrid, que hemos leído con interés, nos ha puesto luego en conocimiento de que el anunciado mitin se había celebrado ya y con gran altitud de miras. Unos periódicos, como "A B Cn y "El Correo Español , dicen que fue presidido por el señor Royo Vilanova; otros afirman "El Imparcialn y "El Liberal que por el señor de-las Heras. Lo pasan por alto uElMundoni "Mundo Gráfico,,, "Nuevo Mundon y "El Heraldo,,. "El Imparcialn y "El Liberal,, dan cuenta de él en palabras tan iguales, que parecen tomadas de la misma cuartilla; también "La Época,, y "La Correspondencia utilizan términos muy parecidos, tanto que, sin grandes esfuerzos, pueden suponerse redactados por la misma pluma. "A B Cn publica, además, un gráfico en el que se ven las cinco filas mal contadas de butacas del diminuto teatro Madrileño y hasta...
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