SEVERINO AZNAR Y EMBID (1870-1959): Política y Seguridad Social desde el Catolicismo Social

AutorJosé Luis Monereo Pérez
Páginas261-283
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SEVERINO AZNAR Y EMBID (1870-1959): Política y
Seguridad Social desde el Catolicismo Social
ELEMENTOS DE UNA BIOGRAFÍA INTELECTUAL
Severino Aznar Embid (nace en Tierga, el 10 de febrero de 1870, y fallece en
Madrid, el 19 de noviembre de 1959). En su vida fue sobre todo un ideólogo y hombre de
acción del catolicismo social, sociólogo, demógrafo, acad émico y periodista. Toda esta
actividad fue puesta al servicio , en su mayor parte, del catolicismo social. Su vocación y
todas sus inquietudes fundamentales a lo largo de su larga vida residieron en su interés por
los problemas sociales, la política social, la reforma social y la implantación de los seguros
sociales en España; y todo ello desde los presupuestos ideológicos de la doctrina social de la
Iglesia católica. Los distintos ámbitos de las ciencias sociales donde tránsito habitualmente
eran, en el fondo, para él herramientas instrumentales al servicio de esa inquietud principal y
de la práctica de la acción so cial (Ello se refleja perfectamente en su producción,
paradigmáticamente, “La función social de la r eligión”, 1929, 3-43). Su familia era de origen
humilde obrera. Inició la carrera de sacerdocio en el Seminario de Zaragoza, que abandonó
para estudiar Filosofía y Letras en Zaragoza, haciendo el doctorado en Madrid. Ejerció el
periodismo y tras asistir en Tarragona (1904) a una intervención del Padr e Vicente se
consagraría a la tarea del catolicis mo social. Había colaborado con el Instituto de Reformas
Sociales (creado por Decreto de 23 de abril de 1903) y en 1914 inició su actividad en el
Instituto Nacional de Previsión (constituido por Ley el 27 de febrero de 1908), situándose,
por tanto, el período fundacional del intervencionismo público en materia social (aunque no
fue uno de promotores directos de estos “Institutos”). Fue fundador de la revista Paz Social,
en 1907. Colaboró también en otras publicaciones como El Correo Español, El Debate, La
Gaceta o ABC. Se docto ró también en la Facultad de Derecho de la Universidad de Madrid,
en octubre de 1911, versando su tesis doctoral sobre La conciliación y el arbitraje. Elección
temática que refleja su inmersión y dedicación activa en las cuestiones sociales en esa etapa
especialmente fructífera e n su producción intelectua l. Precisamente sería nombrado Asesor
técnico social en el Instituto Nacional de Previsión (1914). También impartió clases en el
Seminario de Madrid y en la Academia Universitaria Católica.
Académico de número de la Real Academia de Ciencia s Morales y Políticas desde
1921, con la medalla 16 , donde leyó su conocido y equívoco discurso sobre La abolición del
salariado. Obtuvo también la Cátedra de Sociología en votación celebrada el 31 de mayo de
1916. Formaba parte del Tribunal Eduardo Sanz y Escar tín, vinculad o a los inicios del
catolicismo social en nuestro país, au nque paradójicamente votaría a José Castillejo (sobre el
pensamiento y ac ción social de Sanz y Escartín, véa se exhaustivamente, Monereo Pérez,
Revista de Derecho de la Seguridad Social. LABORUM nº5
262
J.L., 3 ss., 68 ss., y 116 ss.). En los inicios de la implantación de la Dictadura franquista, fue
nombrado Director General de Previsión, y desde ese cargo i mpulsaría la instauración de los
subsidios familiares y otras for mas de aseguramiento social. Fue Director del Instituto
Balmes de Sociología desde su crea ción y hasta su fallecimiento (1943-1959); allí desplegó
una labor relevante para la implantación de la sociología y el d esarrollo de otras ciencias
sociales. Y ello a pesar de que Severino Aznar no tuvo como centro neurálgico de su
actividad profesional precisamente los estudios estrictamente sociológicos.
Significativamente, la publicación más importante del Instituto Balmes de Sociología fue la
Revista Internacional de Sociología, publicada a partir de 194 3, por él fundada y bajo la
dirección ininterrumpida del propio Severino Aznar hasta el número 68 , de octubre a
diciembre de 1959. Le sucedería en la dirección Car melo Viñas y Mey, discípulo suyo. El
Instituto Balmes llevaría a cabo numerosas publicac iones sobre sociología internacional,
historia social, estudios demográficos, problemas agrarios (tanto en cuestiones relativas a la
reforma agraria co mo al aseguramiento social en la agricultura), Jurados de Empresa,
etcétera. Tendría varios discípulos relevantes, como Antonio Perpiña Rodríguez, Carmelo
Viñas y Mey, Luis Legaz Lacambra, Jesús María Vázquez y el jesuita Florentino del Valle
(Iglesias Ussel, 2001, 116 ss., el cual relativiza la vocación y las aportaciones a la sociología
propiamente dicha de Severino Aznar, concluyendo que “no fue ni el precursor ni el
fundador que hubiera necesitado la sociología española entre 1916 y 1940”).
Pero, al mismo tie mpo, fue un hombre de acción polí tica, siendo uno de los
fundadores de la Democracia Cristiana en España y del Partido Social Popular, fundado en
1922, durante un breve periodo previo a la imposición de la Dictadura de Primo de
Rivera. Transcurrido el tiempo, con la instauración de la Dictadura de Francisco Franco
tras la Guerra (in)Civil, fue designado Director General de Previsión (ya des de el Gobierno
de Burgos en 1938). Asume plenamente el ideario y los valores del franquismo y se acentúa
en su pensamiento la siempre presencia d el “tradicionalismo” (en la postguerra civil ya habla
abiertamente de “comunión tradicionalista”; “Las encíclicas “Rerum Novarum” y
“Quadragesimo Anno””, 1941, 157-169 , con referencia a las instituciones del nuevo régimen
franquista y con apoyo en pensadores tradicionalistas como Juan Donoso Cortés, Juan
Manuel Orti y Lara, Juan Vázquez de Mella). Severino Aznar refuerza así su comunión con
el tradicionalismo dejando atrás gran parte del ideario más avanzado y abierto de la
democracia cristiana. No es de extrañar que su hijo, Agustín Aznar, llegase a ser una
personalidad eminente del movimiento falangista. No obstante su adhesión originaria al
franquismo, su vida estuvo muy marcada por la pérdida durante la Guerra C ivil de tres de sus
siete hijos (de los cuatro varones, tres murieron), le sobrevi vió su hijo Agustín Aznar (1911 -
1984), personalidad de la Falange y que se casaría con Dolores Primo de Rivera.
No se puede olvidar la preocupación in negable en su pensamiento originario por la
defensa y protección de la institución de la familia cristiana frente a las nuevas orientaciones
y política familiares y la s políticas de control de la natalidad (que él aprecia, de modo
simplificador, como una suerte de “neo malthusianismo” social). Por lo demás, la política
familiar en España, a la cual Aznar aportó buenos servicios, estaba puesta al servicio de la
ideología integrista y legitimadora del régimen franquista a travé s de una orientación
confesional del Estado (el cual debería garantizar los valores religiosos y la preeminencia de
la Iglesia Católica) y de protección de la “raza” (subsidios familiares; premios de natalidad,
el “plus familiar”; doctrina del “salario familiar”, legislación protectora de las familias
numerosas, seguro de maternidad, mutualidades escolares, etcétera). Ello suponía en la

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