La risa de Otegi

Lo que se sospechaba y no querÌamos creer ya est· a la vuelta de la esquina. SÛlo hay que ver la euforia de Batasuna, la organizaciÛn etarra -asÌ definida nada menos que por el Tribunal Supremo- que sin salir de la ilegalidad, va a ser interlocutora del Partido Socialista con el aval del presidente del Gobierno. El llamado proceso de paz empieza a causar consecuencias favorables para el mundo etarra. Hasta el momento, no ha sido propicio para el Estado de Derecho, al que amenaza una de las m·s feroces agresiones, la quiebra de la legalidad por quienes han de ser los primeros en respetarla.

Tal como discurren los acontecimientos, podemos temernos lo peor. ETA no ha renunciado a una sola de las exigencias por las que ha asesinado a casi 1.000 personas, no ha desistido de la violencia ni ha pedido perdÛn a las vÌctimas. Batasuna, su organizaciÛn polÌtica, ni siquiera ha formulado una tÌmida condena de los crÌmenes ni ha dado un solo paso para optar a ser legal. Sin embargo, Zapatero autoriza un contacto ´polÌticoª con los etarras.Ahora dicen que se trata de convencer a los batasunos para que afloren a la legalidad, pero no es necesario un contacto para eso. M·s bien, es necesario no sentarse a una mesa con ellos, sino exigÌrselo o aplicarles el CÛdigo Penal, como a todo hijo de vecino. La reuniÛn es para otra cosa, como saben los batasunos, que asÌ est·n de contentos. La reuniÛn es para...

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