Responsabilidad de las residencias privadas de mayores

AutorGuilabert Vidal, María Remedios
Páginas17-113
II. RESPONSABILIDAD DE LAS RESIDENCIAS
PRIVADAS DE MAYORES
1. EVOLUCIÓN HISTÓRICO, SOCIAL Y JURÍDICA DE LAS RESIDEN-
CIAS DE MAYORES
La etapa vital correspondiente a la ancianidad, venerada en la Época
Antigua, hasta el punto de ser los gerontes quienes servían de guía al poder
establecido, fue diluyéndose hasta la Edad Media, período en la que se ges-
tó un profundo desprecio hacia esta etapa vital que continuó durante el
Renacimiento, donde los ideales de belleza y juventud fueron profundamente
exaltados.
Este devenir histórico propició la marginación de los mayores y la inexo-
rable caída de muchos de ello en la mendicidad de un modo secular. Debido a
esta realidad se fueron gestando instituciones benéficas, ya incluso en tiempos
de Justiniano, para paliar esta problemática social. De este modo, al abrigo de
la expansión del cristianismo vieron la luz hospitales, hospicios y asilos regen-
tados por órdenes religiosas 7.
La inclusión de los mayores en un establecimiento para su guardia y cus-
todia ha supuesto tradicionalmente la adopción en los mismos de una con-
cepción de corte totalitario, dado que la reglamentación bajo la que se inserta
a estas personas abarca la práctica totalidad de sus aspectos vitales. Así, por
ejemplo, desde la hora de levantarse hasta las relaciones personales que se
7 B G, J.J.: “Metaestudio sobre la experiencia vital de las personas ma-
yores que viven en residencias como fundamento de los cuidados enfermeros geriátricos”,
Biblioteca Lascasas, 2017, disponible en http://www.index-f.com/lascasas/documentos/e11575.
php, pp.10-12, consultado el 30.10.2020.
16 María Remedios Guilabert Vidal
pueden desarrollar, dejando de este modo escaso o nulo margen a la autono-
mía personal.
Al mismo tiempo, se producen en este tipo de regímenes graves invasio-
nes a la esfera de la intimidad de las personas mayores, al tener que compartir
esferas muy íntimas con el resto de residentes, tanto en la convivencia realiza-
da en las zonas comunes como en las habitaciones, usualmente compartidas,
por no hablar de proceso de trasferencia de datos de toda índole que se reali-
za con anterioridad al acceso al establecimiento.
Esta configuración igualmente provoca en el individuo el denominado
proceso de institucionalización, de modo que su personalidad acaba concor-
dando con la imagen que el sistema desea que el individuo desarrolle. De este
modo, se apunta hacia finalidades espurias de la gobernanza de estos esta-
blecimientos como pudiera ser la propia comodidad del staff de custodia al
anciano, al minimizarse las posibilidades actuación inesperada por parte del
custodiado, en lugar de el beneficio de éste.
Este proceso de institucionalización de la persona acarrea la consiguiente
pérdida de control de la gestión de su persona y la consecuente ausencia de
proyecto vital, abocando al anciano a una situación de apatía, cuando no de
depresión 8.
Este esquema de pensamiento fue dominante hasta después de la Segunda
Guerra Mundial, momento en el que empezó a esbozarse otra de signo distin-
to y tintes comunitarios, basada en el libre desarrollo de la persona. En ese
momento se traspasó la obligación cristiana de caridad hacia el prójimo al
Estado, conceptuándose como deber jurídico que éste debía satisfacer.
No obstante este surgimiento ideológico, la versión institucionalizada del
cuidado a los mayores continúa vigente, si bien endulzada a través de cier-
tas concesiones hacia su persona, apartándose así del concepto tradicional de
asilo 9.
Así las cosas, debemos indicar que la propia Ley 39/2006, de 14 de di-
ciembre, de Promoción de la Autonomía personal y Atención a las personas
en situación de dependencia, ha promovido en parte la continuidad de las
instituciones dedicadas al internamiento de personas ancianas como régimen
de vida preponderante mediante un sistema mixto en el que además de los
8 Expone con claridad la configuración y efectos en la persona de las instituciones
totalitarias B, M.P.: “Las residencias de ancianos y su significado sociológico”, Revista
Española de Investigaciones Sociológicas, núm. 64, 1993, pp. 163-170.
9 Apuntó en su momento hacia la necesidad de implementar alternativas a las residen-
cias de apoyo a las familias y mayores que viven solos, tales como servicios domiciliarios, pisos
compartidos, familias de acogida, Barenys, M.P., op. cit., pp. 134-135.
Responsabilidad de las residencias privadas por los fallecimientos por COVID-19 17
centros públicos existen otros concertados, en los que las plazas públicas son
gestionadas por empresas privadas o plazas privadas subvencionadas con re-
cursos públicos.
Sobre este particular, se alude por la doctrina al peso de los intereses eco-
nómicos de las empresas geriátricas, por cuanto necesitaban amortizar las ins-
talaciones realizadas tras la crisis del 2008, circunstancia que explicaría el he-
cho de que otros mecanismos alternativos al internamiento residencial, como
la teleasistencia o la ayuda a domicilio, en nuestro país no hayan alcanzado las
cotas deseables en su aplicación 10.
A pesar de esta circunstancia, la citada Ley conserva en el art. 13 como
objetivo junto al trato digno que debe dispensarse a la persona dependien-
te en todos sus ámbitos, el facilitar su incorporación activa en la vida de la
comunidad.
A este respecto, debemos señalar que la inmensa mayoría de las residen-
cias de mayores españolas son de carácter privado, alrededor de 3.845, mien-
tras que 1.530 son de titularidad públicas. Las residencias privadas cuentan
con un número de plazas que asciende a 267.240, mientras que las públicas
estarían ofertando unas 99.130, es decir, en torno al 72.8 % de las residencias
de nuestro país son están en manos del sector privado 11. Además, estos datos
suponen en relación con la población existente, una ratio de 4.1 por cada cien
habitantes, habiendo determinado la OMS que sería deseable una proporción
que alcanzase las cinco plazas 12.
Un buen número de estos centros pertenecen a grandes multinacionales,
muchas de ellas nutridas mediante capital extranjero, generalmente prove-
niente de fondos de inversión, los cuales han encontrado en este sector una
forma de negocio notablemente lucrativo, con unos beneficios cercanos a los
4.500 millones de euros en nuestro país en el año 2018 13.
10 Vid. en este sentido D V, E.: “Evolución histórica de los servicios de aten-
ción a las personas en situación de dependencia: del modelo de internamiento al enfoque co-
munitario”, Revista Sociológica de Pensamiento Crítico, vol. 8, 2, 2014, pp. 95-96.
11 Datos extraídos del Informe emitido en por A G, A./A N,
M.P.  R F, D.: Estadísticas sobre residencias. Distribución de centros y plazas residenciales
por provincia. Datos de abril de 2019, Informes envejecimiento en Red, núm. 24, Madrid, 2018, dispo-
nible en Envejecimiento.csic.es/documentos/documentos/enred-estadisticasresidencias2019.
pdf>, consultado el 2.10.20.
12 Tal y como se ha manifestado en https://elpais.com/economia/2020-05-02/residen-
cias-de-mayores-cuando-la-busqueda-de-beneficios-devalua-la-calidad-de-los-servicios.html, con-
sultado el 25.10.20.
13 F, M.: “Residencias de mayores: un negocio en cuestión que factura 4.500
millones”, disponible en https:elpais.com/economía/2020-0502, consultado el 25.10.20.

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