Reflexionando sobre el futuro de los sistemas de pensiones

AutorSantos Miguel Ruesga Benito
Páginas319-354
Revista de Derecho de la Seguridad Social. Laborum 23 (2º Trimestre 2020)
Economía y Sociología de la Seguridad Social y del Estado Social ISSN: 2386-7191 ISSNe: 2387-0370
Fecha Recepción: 15-05-2020 Fecha Revisión: 16-05-2020 F echa Aceptación: 17-05-2020
Pag. 319-354
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Reflexionando sobre el futuro de los sistemas de pensiones
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Reflecting on the future of pension systems
Resumen
Abstract
La crisis que está arrastrando la pandemia del COVID-19,
pondrá de nuevo en el debate público el cómo abordar la
financiación del ineludible aumento del endeudamiento
que la política económica que a ella se enfrente, traerá
consigo. El retorno a viejas recetas de austeridad, si ha
lugar, traerá consigo recortes presupuestarios que pueden
afectar, como ha ocurrido en los pasados años de poscrisis
(2013-17), a la dotación de recursos para financiar las
políticas de protección social.
En este hipotético contexto no sería de estañar de desde
diferentes grupos de interés y desde orientaciones política
de corte conservador se estimule la expansión de los
sistemas de pensiones de capitalización (de gestión
privada, posiblemente) sustituyendo a los hoy vigentes,
públicos de reparto, total o parcialmente. En buena
medida, la filosofía de buena parte de las reformas que se
han venido implementando en la mayoría de los países
desarrollados (y emergentes) en las últimas décadas,
caminaban en esa dirección. Más allá de abordar los
problemas financieros a los que se enfrentan estos
sistemas de reparto, justificativos de múltiples reformas en
los mismos, conviene tener en cuenta el rol fundamental
que han venido desarrollando estos instrumentos de
protección social en materia de cohesión social y, por
extensión, de estabilidad económica y política.
Hay alternativas en la búsqueda de la sostenibilidad
financiera sin poner en cuestión el satisfactorio efecto de
los modelos actuales en materia de cohesión social. En
este trabajo se abordan los posibles efectos de los modelos
de sistemas de pensiones alternativos a los que se alude,
para concluir en la necesidad de buscar recursos que
equilibren financieramente los sistemas de reparto,
acudiendo a fórmulas que contribuyan a acentuar los
niveles de equidad redistributiva alcanzados.
The crisis that is dragging the pandemic of
COVID-19, will put back in the public debate how to
approach the financing of the inescapable increase in
indebtedness that the economic policy that it will face
will bring. The return to old recipes of austerity, if
they are applicable, will bring with them budget cuts
that can affect, as has happened in the past post-crisis
years (2013-2017, the provision of resources to
finance social protection policies.
In this hypothetical context, it would not be surprising
that from different interest groups and from
conservative political orientations, the expansion of
capitalization pension systems (privately managed,
possibly) is encouraged, replacing the current, public,
pay-as-you-go, total or partially. To a large extent, the
philosophy of a good part of the reforms that have
been implemented in most of the developed (and
emerging) countries in the last decades, went in that
direction. Beyond addressing the financial problems
faced by these pay-as-you-go systems, justifications
for multiple reforms in the very same ones, it is worth
bearing in mind the fundamental role that these social
protection instruments have been developing in terms
of social cohesion and, by extension, of economic and
political stability.
There are alternatives, in the search for financial
sustainability, without questioning the satisfactory
effect of current models on social cohesion. In this
work the possible effects of the models of alternative
pension systems referred to are advocated, to conclude
on the need to look for resources that financially
balance the pay-as-you-go systems, resorting to
formulas that contribute to increase the equity levels
redistributive achieved.
Palabras clave
Keywords
COVID-19; asimetrías económicas; envejecimiento;
sistemas de pensiones; planes privados de pensiones
COVID-19; economic asymmetries; a ging; pension
systems; private pension plans
1
Este artículo se ha realizado a partir de dos publicaciones previas, Ruesga, 2019a y Ruesga, 2019b, ampliando y
extendiendo temporalmente los análisis allí elaborados.
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CÓDIGOS JEL:I38; J14
1. INTRODUCCIÓN
Desde mediados de marzo de 2020 nuestra vida política, económica y social vie ne
marcada y condicionada por la rapidísima expansión de los contagios del virus COVID19 y
la puesta en marcha de numerosas iniciativas de todo tipo para atajar la pandemia generada.
En el campo de la política económica se asiste a un cambio significativo respecto a las
recetas arbitradas en la pasada crisis financiera de 2008-09, al menos en el territorio europeo.
La política fiscal expansiva, como remedio a los males derivados del COVID 19, gana el
espacio, por el momento, de la política económica y se ponen en marcha ingentes programas
de gasto fiscal, aunque, de nuevo, en el escenario europeo, sin garantías de financiación
solidaria.
El crecimiento del endeudamiento de ello derivado, como es habitual en el mundo del
mercado financiero en el que nos movemos, castigará en mayor medida y antes o después, a
los países económicamente más débiles y endeudas, limitando, por tanto, sus posibilidades
de acción fiscal expansiva en el futuro. De no mediar el apoyo solidario en la financiación de
esas políticas fiscales expansivas, por parte de los países acreedores y más sólid os
económicamente hablando, de nuevo los mercados impondrán políticas de austeridad hoy
aparentemente muy denostadas, más o menos explici ticas, arrastrando los co nsabidos
recortes de gasto públicos que hemos vivido en la pasada década (fruto de los cuales, en el
capítulo de infraestructuras y capacidad para el cuidado de la salud, son buena parte de las
dificultades habidas para contralar la expansión y la letalidad del corona virus).
La propia expansión de la pandemia y las medidas auspiciadas para su control, en sus
momentos iniciales, ya ponen de manifiesto, como cualquier otra crisis socioeconómica
precedente, la exacerbación de asimetrías de todo orden en el tejido productivo y en el social.
Si las políticas económicas puestas en marcha no atienden al control de la expansión de tales
asimetrías, nos volveremos a encontrar al final de este túnel con sociedades más desiguales y
más vulnerables a próximos eventos críticos. A ello dedicaremos un primer epígrafe de este
trabajo.
Y aquí, en este contexto, nos volveremos a encontrar con d ebates sobre la
financiación de las políticas sociales, en ar as de adelgazar los presupuestos de gastos
públicos, con el consabido ensalzamiento de la "eficiencia" de la gestión de los recursos
disponibles p or el mercado, es decir abogando de nuevo por la traslación de dicha gestión
desde el espacio de lo público hacia el privado y mercantil. Reabriéremos de nuevo el debate,
por otra parte, nunca cerrado, entre, por ejemplo, las bondades de los sistemas público s de
pensiones versus los privados. A este debate, retomando reflexiones y textos anteriores,
dedicaremos la segunda y más extensa parte de este artículo.
2. UN PREÁMBULO. SOBRE LA CRISIS DEL CORONAVIRUS Y SU IMPACTO
ASIMÉTRICO
Sin duda, esta crisis económica tiene orígenes y características diferentes a o tras
anteriores. En este caso, el agente provocador es de carácter biológico y no financiero o
comercial, como en las grandes depresiones anteriores. Lo que tiene incidencias específicas
claras en las características de la crisis económica y social que acompañará y acompaña a
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esta pandemia. Y, sin duda, también, incide de forma singular en las incertidumbres que
están en la base de toda crisis y al mismo tiempo en las certezas que se requieren para salir
de las mismas.
Pero no es a ellas a las que pretendo referirme aquí, sino a las asimetrías de diferente
cariz, que, como en las crisis anteriores, se ponen de manifiesto en el desarrollo de ésta y que
serán más evidentes cuando encaremos la recuperación.
2.1. Efectos asimétricos en la expansión de la pandemia
En primer lugar, la propia pandemia en misma y en su evolución y distribución del
contagio, muestra asimetrías importantes que afectan a la ca racterización de la crisis
económica y social a la que nos estamos enfrentando ya. Es decir, asimetrías en la propia
distribución de los contagios. Es evidente que, por razones que, a mí, en parte, se me
escapan, el impacto geográfico de la pandemia es, hasta el momento, bastante asimétrico.
Iniciado el contagio, como es sabido, con intensidad en algunas provincias de Ch ina se ha
ido expandiendo hacia otras áreas del este, oeste y sudeste de Asia y hacia Europa y Estados
Unidos, donde se ha desarrollado con especial virulencia y letalidad. Hasta el momento, las
áreas geográficas con menor desarrollo parece que no están sufriendo un impacto tan intenso,
al menos a tenor de las estimaciones que recibimos a diario por distintos medios.
Latinoamérica aunque algunos países, como Ecuador, Brasil o Perú, ya están sufriendo la
pandemia con i ntensidad de momento, parece menos impactada que las economías más
desarrolladas. Lo mismo ocurre, también, por el momento, en África, cuna de otras, no tan
lejanas, pandemias. Parecer ía pues como si esta pandemia fuera un atributo aplicado con
mayor intensidad a las economías más desarrolladas.
Esa asimetría en la expansión geográfica, parece estar vinculada a variables como el
grado de movilidad de la población a mayor nivel de desarrollo, mayor movilidad, fruto de
la más reciente fase de globalización económica. O a otras, como la fortaleza de las
infraestructuras sanitarias disponibles y la calidad de la mismas fruto, en buena medida, de
la historia institucional de cada país, pero también de las políticas (de austeridad) pasadas,
con recortes sobre el gasto y la inversión en sanidad e investigación, como las q ue afectaron
sobre todo al sur de Europa a raíz de la pasada crisis financiera de 2008. O como la
estructura demográfica grado de envejecimiento de cada sociedad. O como la propia
calidad de las instituciones políticas y económicas, en general, que afecta a la eficacia y
eficiencia alcanzadas por las medidas aplicadas para combatir la pandemia. Todas ellas
ayudarían a entender la disímil distribución de contagios entre diferentes países europeos.
Pero, posiblemente esta amalgama de factores no es suficiente para explicar esas d iferencias.
Aún nos quedan factores diferenciales por descubrir, sin desechar algunos que tengan que
ver con el ámbito sanitario desde la genética hasta la biología o los hábitos alimentarios
particulares de cada territorio que aún hoy son desconocido.
Como efecto de estas asimetrías, pero también de las ya visibles en la prop ia
estructura social y económica de las sociedades por las que se expande la pandemia,
podemos vislumbrar co mo éstas se intensifican o, inclu so, aparecen otras con perfiles
nuevos, que se irán marcando co n mayor intensidad a medida que los efectos
socioeconómicos adversos de las actuaciones para atajar la pandemia vayan a vanzando.

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