Proemio

AutorLuis Javier Cuenca López
Cargo del AutorDoctor en Ciencias Jurídicas
Páginas19-21
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PROEMIO
El de las responsabilidades dimanantes de la intervención profesional de los
distintos profesionales técnicos que actúan directa o indirectamente en la construc-
ción de edificios, es uno de los problemas más graves y recurrentes que estos agentes
intervinientes soportan desde hace varios siglos. Con ello no descubrimos nada
nuevo. Pero creemos que debe acometerse con rigor y profundidad si queremos
solucionarlo de una vez por todas.
Por eso entendimos que debíamos realizar un estudio histórico de las respon-
sabilidades que se derivan del hecho edificatorio, para lo cual comenzamos una
investigación, cuyo fruto fue la Tesis Doctoral con la que, una vez leída en público
ante el correspondiente Tribunal, obtuvimos el Grado de Doctor el 9 de marzo de
2012.
Durante la defensa de la Tesis, los diferentes miembros del Tribunal realizaron
una serie de comentarios y sugerencias. Una vez tenidas en cuenta y corregido el
trabajo, nos parece oportuno dar a conocer su contenido para tratar de sembrar la
semilla de la curiosidad para que otros compañeros puedan aportar lo que estimen
conveniente para intentar desarrollar la tarea de mejorar las cosas al respecto.
Estamos convencidos que la tarea más importante que habría que acometer
para dar solución al sector de la edificación, especialmente en una época de crisis
severa, es comenzar a entenderlo como cualquier otro sector industrial manufactu-
rero que produce bienes inmuebles destinados a la edificación, por lo que la tarea
más urgente es conseguir su industrialización para mejorar su calidad, el precio de
los productos edificatorios, la seguridad y salud laboral minimizando su excesiva
siniestralidad y la mejora de la relación calidad/precio. Es decir para tratar de
conducirlo a la Excelencia, dentro de la cual podemos incluir el problema de las
responsabilidades de los Aparejadores que nos preocupan muy especialmente.
La industrialización efectiva de la edificación debería conllevar un nuevo
enfoque de esas responsabilidades de forma que se pareciera a lo que ocurre en
otros sectores industriales, tales como el de la locomoción, donde el usuario final
o el comprador de un vehículo automóvil, en caso que detecte un defecto o vicio
de fabricación del coche, se dirija directamente al fabricante o su representante
concesionario oficial, que es quien tiene que garantizar la idoneidad del producto
para el fin para el que se ha fabricado.

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