Pinceladas sobre una Europa federal
| Autor | Alejandro Barón - Domènec Ruiz Devesa |
| Páginas | 139-155 |
XII
PINCELADAS SOBRE UNA EUROPA FEDERAL
Alejandro BARÓN y Domènec RUIZ DEVESA
Unión de Europeístas y Federalistas de Madrid
I. INTRODUCCIÓN
A fuerza de caer en el tópico, hay que reconocer, como muchos dicen,
que la Unión Europea (UE) se encuentra en una encrucijada. Es en los
cruces de caminos donde se han producido los mayores avances en su
construcción, pero eso no significa que el círculo virtuoso se repita. Nada
en la historia, incluyendo el progreso de la humanidad, es inevitable; los
horrores del siglo XX lo prueban. Son los seres humanos los que de una
manera o de otra la moldean.
De ahí que los europeos podrían enterrar el proyecto de integración
volviendo a la falsa seguridad que ofrece el Estado nación, quizá por la
vía indirecta de la inacción y la falta de compromiso con el mismo, aban-
donándolo de hecho como a un edificio que deja de habitarse, y que por
su falta de uso termina por amenazar ruina.
También pudiera suceder que una ruptura desordenada de la Unión
Monetaria desencadenara el fin de la construcción europea tal y como
conocemos. Esta posibilidad aparece como remota en el otoño de 2014,
pero ha llenado los titulares de prensa y el apetito de especuladores du-
rante el crítico período de la escalada del diferencial en los tipos de inte-
rés de las deudas públicas italiana y española, entre el verano de 2011 y
el de 2012. Crisis que se ha ido resolviendo, de momento, por la interven-
ción indirecta del Banco Central Europeo.
Quizá este episodio, que ha abierto una etapa de cierta estabilidad
financiera en la zona euro —aun cuando esta siga teniendo un grave
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problema de falta de crecimiento y de creación de empleo— pueda tra-
ducirse como una apuesta por el optimismo moderado en la fortaleza
del proyecto europeo, al menos en lo que respecta a sus perspectivas de
supervivencia y desarrollo.
Aunque no hay garantías de que este patrón se repita, este análisis
encuentra fundamento en la experiencia histórica propia de la UE, pues
esta nos enseña que, hasta la fecha, ha salido reforzada de las sucesivas
crisis que ha padecido. En este sentido, la peor crisis financiera y eco-
nómica que el mundo ha vivido en generaciones puede tener un efec-
to positivo en medio de la catástrofe social: proporcionar los incentivos
para el cambio, para corregir los errores de diseño de la moneda única
y para dotar a la Unión de reglas y herramientas de corte federal que, de
haber existido, habrían podido corregir estos desequilibrios con anterio-
ridad, aportando mayores garantías y menores costes sociales.
De ahí que, desde movimientos como la Unión Europea de Federa-
listas, creamos que ha llegado el momento de dar un salto cualitativo
hacia la Unión Política sin abandonar el incrementalismo que siempre
ha caracterizado el proceso de construcción europea. Esta Unión Polí-
tica tiene que servir como fundamento necesario e imprescindible para
acompañar a una mayor integración económica, financiera, fiscal y ban-
caria en el futuro.
II. APUNTES SOBRE EL FEDERALISMO
Antes de proponer por qué una Europa de corte federal sería muy po-
sitiva, y de avanzar algunas propuestas de tipo programático al respecto,
es preciso definir algunos rasgos básicos de la ideología federalista, una
ideología que ha florecido en los Estados democráticos y liberales. Hay
un vínculo claro en el origen entre democracia y federalismo. Este origen
puede rastrearse en la Revolución americana de 1776, después en los
Federalist Papers y en la aprobación de la Constitución de los Estados
Unidos, cuando resultó evidente que los artículos de la Confederación
eran insuficientes para el pleno desarrollo político y económico de las
13 colonias. Aunque no todas las democracias son federales, es condi-
ción natural que las federaciones sean democráticas, con alguna excep-
ción como por ejemplo los Emiratos Árabes Unidos, al tiempo que nacen
por la libre voluntad de los Estados que deciden federarse, pues en caso
contrario no se trataría de una auténtica federación (caso de la Unión
Soviética). La UE, a pesar de sus deficiencias, ha tenido como una de
sus características definidoras el haberse movido siempre, aunque con
parones, hacia una creciente legitimidad.
A grandes trazos, podemos decir que el federalismo clásico se ha
caracterizado por el establecimiento de un pacto entre varias entidades
políticas preexistentes mediante el cual se cede a un gobierno y a un
parlamento centrales una serie de competencias vinculadas al ejercicio
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