Ante el nuevo año judicial
| Autor | Julio Picatoste |
| Cargo del Autor | Magistrado (jubilado) - Académico de número de la Real Academia Gallega de Jurisprudencia y Legislación |
| Páginas | 44-46 |
ANTE EL NUEVO AÑO JUDICIAL 9
Hace unos días tuvo lugar la apertura del año judicial. Constituye tal
ceremonia momento de escenicación solemne; la Justicia se acicala antes
de salir a escena, las togas se engalanan; pajaritas, cuellos altos y collares
revisten las dignidades; balance del año judicial y rendición de cuentas; es
la hora de anunciar propósitos, los de futuro y los de enmienda. Acabada la
celebración, se apagan las candilejas, se retiran decorados y entre bambalinas
se diluye el aparato ceremonial; acallados ya los ecos de ahuecados discursos
y sustituido el terciopelo por el paño, llegará la grisura cotidiana de la lucha
concreta, áspera y acuciante con los problemas de la Administración de Jus-
ticia.
Antes del verano se dio a conocer la Memoria del Tribunal Superior de
Justicia (TSJ) que levanta acta de la situación de los tribunales gallegos, hace
su diagnóstico y, en ocasiones, sugiere alguna propuesta terapéutica. Nos im-
porta aquí la radiografía de nuestra Audiencia Provincial porque, observada
al trasluz de los datos estadísticos, sorprende descubrir en ella una patológi-
ca deformidad en la segunda instancia judicial, debida a una grave asimetría
territorial en el funcionamiento de las Secciones civiles; se comprueba, en
efecto, y así lo dice el TSJ, que el tiempo de respuesta de aquéllas que tienen
su sede en Pontevedra oscila entre uno y dos meses, mientras que en Vigo la
demora es de once meses –¡casi un año!–. No es en modo alguno aceptable
que la misma Audiencia Provincial administre Justicia con dos velocidades,
una rápida, ágil, resuelta –la que corresponde a la demarcación de Ponte-
vedra– y otra lenta, tardía y morosa –la que se dispensa a quienes hayan
de litigar en la circunscripción territorial viguesa–. Poner n a tan injusto
desequilibrio, que es fuente de desigualdades, debiera ser, desde ahora, tarea
prioritaria para los responsables de la política judicial.
Conviene advertir que esa acusada desigualdad no es en modo alguno
achacable a una distinta laboriosidad de magistrados y funcionarios de uno
y otro territorio. La propia Memoria destaca el esfuerzo desplegado por los
que atienden la Sección de Vigo; de hecho, esta ha superado la cota de la
9 Faro de Vigo, 19 de septiembre de 2007.
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