Nota del autor
Autor | Antonio Sólon Rudá |
Páginas | 25-29 |
25
Nota del Autor
La obra que se encuentra en vuestras manos, está compuesta por dos
títulos, siendo el primero denominado: ‘Derecho penal como saber natural’ y el
segundo: ‘Derecho penal como saber cientíco’. Esta división por título tiene
el objetivo de diferenciar el estudio de un Derecho Penal más volcado a los
orígenes losócos (en cuanto al ramo del Derecho como también su escorzo
histórico, desde la era primitiva hasta la modernidad) de un Derecho penal de
naturaleza cientíca (visto bajo un ángulo de una ciencia del Derecho, eng-
lobando así, sus estudios dogmáticos y cientíco-criminológicos). La verdad
está dicha: no hay como entender la historia del Derecho Penal sin tener en
consideración la historia de la humanidad, esto es un hecho. En esa estera, no
hay como entender la historia de las grandes transformaciones del Derecho sin
entender las grandes transformaciones por las que pasó la humanidad. Por lo
tanto, no hay como entender el Derecho penal actual sin razonar los factores
que llevaron a los cambios recientes, principalmente los ocurridos en los siglos
XVIII y XIX. Desde esos acontecimientos es posible trazar una ruta segura
hasta los días actuales.
Sin embargo, antes de entrar en los signicativos acontecimientos de
los siglos mencionados, es importante traer a tono que en nuestras pesquisas
fue posible vericar que el miedo a Dios sirvió de motivación para la bús-
queda del hombre a través de formas cada vez más severas y deshumanas de
castigar a los ‘pecadores’ (delincuentes), lo cual contribuye para transformar
el Derecho penal en algo asombroso y descomunal, totalmente disforme de
sus propósitos. Ese modelo de Derecho Penal puede ser vericado principal-
mente como fruto maléco del enlace perverso de la Iglesia con el Estado.
Acontecimientos como este, sirven para recordarnos que el Derecho Penal,
tras su fase privada y en cierta medida, siempre procuró atender a los intereses
del Estado, en detrimento de los intereses sociales. Las pocas y raras excep-
ciones ocurridas a lo largo de la historia se mostraron altamente benécas a la
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