Aproximación a la noción de sistema

AutorJuan Ignacio Piña Rochefort
Cargo del AutorProfesor de Derecho Penal. Universidad de los Andes, Chile

Die folgenden Überlegungen gehen davon aus, daß es Systeme gibt

LUHMANN

I. LA DOBLE RUPTURA DE PARADIGMAS

1. Consideración Previa

§1. Si la intención que subyace a este trabajo consiste en entregar algunos materiales para la observación del sistema jurídico-penal en su funcionamiento actual, inmediatamente aparece la necesidad de aclarar (o al menos de tomar postura) respecto de lo que se entiende por «sistema». De hecho, la expresión «sistema jurídico-penal» se encuentra ampliamente difundida dentro de la doctrina, sin que ello se vea acompañado necesariamente de las correspondientes aclaraciones respecto de su alcance42. Obviamente, no resulta posible revisar aquí la historia del concepto de «sistema» ni tampoco de la teoría general que en torno a ellos se ha desarrollado. Este es un escollo difícil de superar si se quieren dar a entender claramente las proposiciones que se formularán más adelante. Para solventar en parte las dificultades que ello presenta, sólo será posible apuntar aquí una porción del camino recorrido durante el siglo XX, tomando como extremos a dos autores que constituyen probablemente los más importantes revisores de la Teoría General de Sistemas (TGS)43, y que presentan además una característica común, cual es la de superar los paradigmas sistémicos imperantes hasta antes de sus obras: Ludwig VON BERTALANFFY y Niklas LUHMANN44. Es preciso, en cualquier caso, hacer aún una doble prevención. En primer lugar resulta imposible, y ni siquiera sería conveniente, detenernos en todos los aspectos que un teoría tan general como la de sistemas trata. Aun cuando nos movemos en aguas que tienen una sorprendente pretensión de universalidad, sólo habrá que rescatar aquellas parcelas que encuentren conveniente ubicación en un análisis sistémico-social del Derecho penal. De este modo se evitará caer en largas explicaciones u odiosas introducciones de conceptos que después tengan insignificantes manifestaciones en el nivel del sistema que nos ocupa. Por lo demás, es impensable describir los alcances de una teoría general de sistemas, en caso que ello fuera posible, en el espacio que aquí se puede destinar al efecto. La segunda es una prevención que por básica resulta imprescindible: la necesidad de simplificación. La Teoría General de Sistemas se ha desarrollado y nutrido durante el siglo recién pasado mediante un cúmulo de experiencias multidisciplinarias azarosa y complejamente integradas45. El hecho de centrarnos en dos autores cuyas obras pueden considerarse hitos del pensamiento sistémico no implica desconocer que el proceso ha sido lento y se ha apoyado en el trabajo de muchos otros. No es posible entender la evolución de la TGS desde VON BERTALANFFY a LUHMANN sin reconocer el camino recorrido por WIENER, MARUYAMA, ASHBY, VON FOERSTER, MATURANA y VARELA46. Esto quiere decir que ninguno de los dos primeros son un azar en el vertiginoso desarrollo científico del siglo XX, sino que sus elaboraciones teóricas tienen raíces en un ámbito interdisciplinar extremadamente amplio. Aun cuando no se puedan incorporar desarrollos exhaustivos de las aportaciones de estos autores, será necesario tenerlos presentes con frecuencia, y por ello se mencionan sumariamente con la bibliografía correspondiente.

2. Von Bertalanffy y los sistemas abiertos: la relación sistema-entorno

§2. La noción de teoría general de los sistemas se debe sin duda a Ludwig VON BERTALANFFY, quien acuñó verbalmente el concepto en la década del treinta del siglo pasado y después de la segunda guerra mundial lo consignó en diversos artículos47. Para él, un sistema es un conjunto de elementos que se relacionan entre ellos y con un medio48. Esta definición, que hoy puede parecer en extremo básica, tenía la virtud de superar el paradigma sistémico imperante desde ARISTÓTELES, cual era que la nota distintiva de un sistema era que el todo que formaban los elementos era más que la suma de las partes49. Esta superación no ha de entenderse en el sentido de que la concepción sistémica anterior fuese desechada por la nueva, sino lo contrario, pues incorporaba en ella el paradigma anterior, haciendo descansar ahora el concepto en la distinción entre sistema y entorno50. En otros términos, no se negaba que el todo fuera más que la suma de las partes, pero se establecía que la distinción capital del análisis sistémico ya no era todo/parte, sino sistema/entorno. Básico en este modelo conceptual resultaría el reconocimiento de una interacción entre ellos, y su prototipo sería un sistema abierto en constante intercambio con el entorno.

Desde la perspectiva ontológica, esta teoría distinguió tres tipos de sistemas abiertos51:

a) Los sistemas reales: o aquellos sistemas percibidos o deducidos de la observación que tienen una existencia con independencia del observador, como los sistemas orgánicos o el sistema solar.

b) Los sistemas conceptuales: o aquellos sistemas que son constructos simbólicos como la lógica y la matemática.

c) Los sistemas abstraídos: que son una subclase de los anteriores que se caracteriza por que, a pesar de ser conceptuales, tienen un correlato en la realidad (como los sistemas científicos)52.

Metodológicamente, todo el planteamiento de VON BERTALANFFY se funda en dos premisas. La primera es que las cosas existen en la realidad con independencia del observador. La segunda es que los sentidos del observador suelen ser traicioneros a la hora de captarlas. No se trata aquí de la mera construcción por parte del observador, existe una realidad exterior al observador, subsistente en sí. Sin embargo, la constatación de esta realidad no implica que el acceso a ella sea sencillo. Por el contrario, el acceso a dicho conocimiento es imperfecto pues estamos esclavizados a una percepción sensorial de suyo engañosa. Esta falibilidad de la percepción no sólo envuelve a las cosas en sí, sino que también a su delimitación con el entorno53. En otros términos, no solo es dificultoso conocer un sistema, sino que igualmente lo es saber dónde empieza y dónde termina (o, lo que es lo mismo, dónde termina o empieza el entorno). Naturalmente, si esta dificultad arrecia ya en los «sistemas reales» tanto más ocurre en los «conceptuales». Ello lo llevará a afirmar que lo único que hace posible definir un sistema es su cohesión, esto es, las interacciones de los elementos que lo integran. Sólo se puede decir que acaba el sistema y empieza el entorno ahí donde entre las partes del sistema ya no hay cohesión. La consecuencia más relevante de esta perspectiva, es que si los sistemas existen ahí donde hay relaciones entre sus elementos, un ecosistema o un sistema social son tan reales como una planta, un animal o una persona.54

§3. Las interacciones o relaciones entre los elementos de un sistema son constructos conceptuales, pues casi nunca pueden verse ni percibirse directamente. He aquí una de las primeras consecuencias gnoseológicas de la teoría de los sistemas abiertos, pues si los sistemas acaban ahí donde acaban las relaciones entre sus elementos y éstas casi nunca pueden verse ni percibirse directamente, los propios sistemas casi nunca pueden percibirse directamente. Así, cuando el ser humano ve una piedra percibe una sustancia cohesionada y dura, aun cuando la ciencia ha demostrado que lo que tiene al frente es un espacio casi vacío con centros de energía diminutos muy distantes unos de otros. Esta incapacidad perceptiva es la que hace que el hombre deba suponer y construir las relaciones que unen a los elementos constituyentes de un sistema, y, al mismo tiempo, obliga a entender al «sistema» como un método de aproximación a la realidad55.

§4. Resumidas en extremo, según VON BERTALANFFY, las características distintivas de los sistemas abiertos serán cinco56:

  1. Sinergía o totalidad (synergy): los sistemas tienen una identidad propia que no puede reducirse a las de sus componentes. Ella está determinada por la relación entre sus elementos. Esta es la incorporación del paradigma aristotélico —el todo es más que la suma de las partes— porque en un sistema las partes no se suman, se relacionan. El todo se conserva en la acción recíproca de las partes. A modo de ejemplo, el sistema jurídico no consiste en una mera suma de estructuras jurídicas (leyes, reglamentos, sentencias, principios, etc.), ni de (sub)sistemas (Derecho penal, administrativo, civil, etc.) sino, por el contrario, de la relación entre estos adquiere la unidad requerida para satisfacer la necesidad social en cuya virtud se ha diferenciado.

  2. Interrelaciones (interrelations): las relaciones entre los componentes de un sistema son esenciales en su conservación. Estas relaciones admiten muchas clasificaciones (reales o ideales, activas o latentes, recíprocas o unidireccionales, etc.), pero siempre implican un intercambio de energía, materia o informaciones (a esto se ha denominado procesos, funciones, comunicaciones, interdependencias, asociaciones, etc.). A modo de ejemplo, de las relaciones entre el (sub)sistema político y el (sub)sistema jurídico, el sistema social puede obtener las modificaciones estructurales que le permitan mantenerse adaptado al entorno (como cuando se verifican modificaciones del ordenamiento constitucional).

  3. Equifinalidad (equifinality): consiste en la capacidad de los sistemas de alcanzar un mismo fin, a partir de puntos iniciales diferentes57. En un ejemplo, esto puede apreciarse respecto de la diferenciación del sistema jurídico. Sin importar el grado de evolución social (ni tampoco la ulterior autonomía del sistema) todas las sociedades terminan diferenciando un sistema mediante el que se garantice ciertas expectativas de modo que los partícipes de la vida social gocen de un cierto grado de confianza con el que poder estructurar sus conductas58.

  4. Diferenciación (differenciation): el desarrollo de un sistema supone la especialización de sus partes. Potencialmente los sistemas están integrados por partes que pueden asumir múltiples funciones...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR