«La morosidad es una profesión»
Escurridizos, listos, evasivos, no hay duda que los cobradores de morosos están hechos de otra pasta. Y si el que fuera gestor de cobros ahora es abogado de una empresa como El cobrador del Frac, terror de los deudores, el resultado es el que sigue...
Pregunta.- ¿Es cierto que detrás de un cobrador hay un antiguo acreedor?
Respuesta.- Pudiera ser.
P.- En su caso ¿no ha sido así?
R.- No, bueno, matizo: Todo abogado es acreedor. Hay muchas minutas por ahí sin pagar.
P.- Por profesiones ¿quiénes son los más morosos?
R.- El moroso en sí es una profesión además de ser una categoría de persona.
P.- Se estarán frotando las manos con la crisis.
R.- La estamos notando. Hay más llamadas y más contrataciones.
P.- O sea que a usted le viene bien.
R.- ¿Cuántos abogados conoce usted que no les venga bien una crisis? Hay más reclamaciones en los juzgados y todos salen ganando: los procuradores, los administradores concursales...
P.- Hay un moroso por cada cuántos pagadores.
R.- Eso no se puede saber. La mayor mentira que hay son las estadísticas.
P.- Pero no me negará que, estadísticamente, España está a la cabeza de los morosos. Es la cuarta en morosidad de Europa.
R.- Portugal está por delante de nosotros.
P.- Tampoco eso es muy significativo.
R.- Pues sólo en París hay 500 empresas de cobro de morosos, si los franceses fueran buenos pagadores no habría mercado ¿no cree?
P.- Quizá tenga razón ¿Y en Madrid cuántas hay?
R.- Sólo nosotros.
P.- Y ¿los toreros, monjes, tunos, payasos y otros disfrazados de otras empresas?
R.- ¿Dónde tienen su sede, sus oficinas? Dígame. Somos los únicos.
P.- No sé si son únicos pero desde luego son los más temidos.
R.- El temor es muy subjetivo. Llevamos 20 años en el mercado y no desaparecemos. La gente cree que cobrar es vestirse de marciano y seguir a los morosos por la calle. Detrás de una empresa de cobro hay cosas mucho más serias.
P.- Pero se siguen vistiendo de frac.
R.- Sí.
P.- Hay varias sentencias que echan abajo sus métodos.
R.- El Supremo en el 2001 produjo la única sentencia de El Cobrador del Frac que echó abajo la actuación concreta de cobro de dos empleados de Irún y no de nuestra empresa, aunque se nos condenara, obviamente, como responsable civil subsidiario.
P.- ¿Cuál es el límite de su actuación?
R.- Los derechos fundamentales del deudor. Tenemos un código ético de actuación. Después de 20 años ¿por qué cree que no nos han cerrado aún?
P.- ¿Cuál ha sido la excusa más absurda...
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