Mario G. Losano: Gregorio Peces-Barba y Norberto Bobbio: historia de una amistad

AutorNorberto Bobbio, Gregorio Peces-Barba
Páginas15-67
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Mario G. Losano
Gregorio Peces-Barba y Norberto Bobbio:
historia de una amistad
1. Recuerdos, a la espera de la “transición” a la democracia
Para los jóvenes que, entre 1945 y 1975 se aproximaban a la
vida cultural en una Europa libre de las dictaduras, los contac-
tos con la España entonces franquista eran difíciles. Me limito
a algunos recuerdos personales. Comencé a estudiar el español
cuando aún estaba en el instituto, en torno a 1955, siguiendo los
cursos libres organizados por el Arcsal en una escuela media de
Bolonia cercana a Porta Saragozza: una coincidencia que me
parecía un buen augurio. El Arcsal era el acrónimo italiano de
la “Asociación para las relaciones culturales con España y Amé-
rica Latina”, pero los contactos con España eran bien pocos:
recuerdo pocos libros y rarísimas películas españolas; el contac-
to con la lengua española pasaba para mí principalmente a tra-
vés de América Latina. Solo en 1977 se constituyó la Arcis
(“Asociación para las Relaciones Culturales entre Italia y Espa-
ña”), que tenía planteamientos socialistas y que contribuyó tam-
bién al viaje a España de Bobbio a finales de 1978 1.
1 Centro Studi Piero Gobetti, Torino: Fascicolo ANB 712, Viaggio in Spagna
di Bobbio e documentazione relativa all’«Associazione per le Relazioni Cultura-
li tra l’Italia e la Spagna», 1978, Viaggio in Spagna (24 ottobre - 3 novembre
1978) e ARCIS. Cfr. infra, p. 74-85.
Norberto Bobbio – Gregorio Peces-Barba
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Otra prueba de esta dificultad de los contactos entre la Ita-
lia democrática y la España franquista pude tenerla tras la
licenciatura, cuando desde 1964 trabajé en la editorial Einaudi.
El editor español de Barcelona Carlos Barral organizaba desde
1959 encuentros literarios internacionales en las Islas Baleares,
en los que se otorgaba el premio Formentor (el nombre del
cabo Formentor en la isla de Mallorca). Posteriormente, con
Giulio Einaudi y otros editores europeos, Carlos Barral organi-
zó un premio literario europeo, en el que un criterio de valora-
ción fue también aquel, discutido, de la función social de la
literatura: tema que provocó la hostilidad del gobierno fran-
quista 2. En la editorial Einaudi se discutía sobre la oposición
del gobierno español al hecho de que los premios tuvieran
lugar en Barcelona: al final se llegó a un compromiso, fijando
en las Baleares la sede del premio Formentor. Es difícil intentar
aquí una reconstrucción de aquellos debates, presentes sobre
todo en evocaciones personales: aún permanece vivo en mí el
recuerdo de la inaccesibilidad de España en aquellos años.
En 1956, la editorial Einaudi había publicado un volumen
con las cartas de los condenados a muerte de la Resistencia
europea 3, que retomaba el título de un volumen de 1952 con las
cartas de los condenados a muerte de la Resistencia italiana. El
volumen no contiene cartas de los resistentes españoles, porque
recoge solo las de los condenados a muerte por el nacionalsocia-
lismo y por el fascismo. Pero, puesto que el recuerdo de la guerra
2 “Franco condenó los premios como disidencia intelectual contra su
régimen y prohibió una repetición en el territorio español. La entrega de pre-
mios se trasladó a Corfú(1963), Salzburgo(Austria, 1964),Valescure(sur de
Francia, 1965) y Gammarth (Túnez, 1966). Los coloquios y los procedimientos
de entrega de premios eran complejos y costosos, pagados por los editores.
Las decisiones se politizaron y fraccionaron cada vez más, lo que llevó a las
editoriales a perder interés en respaldar el proyecto. El último premio de la
década de 1960 se otorgó en 1967”. (https://es.wikipedia.org/wiki/Premio_For-
mentor). La actividad del Premio Formentor retornó en 2011.
3 Piero Malvezzi - Giovanni Pirelli (a cura di), Lettere di condannati a morte
della resistenza europea. Prefazione di Thomas Mann, Einaudi, Torino 1954,
XXXV-726 pp. (1ª ed.)
Gregorio Peces-Barba y Norberto Bobbio: historia de una amistad
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civil en España estaba aún vivo y el régimen español no era leja-
no de aquellos modelos, Thomas Mann escribía en su prefacio:
“En estas cartas de despedida cristianos y ateos se reencuentran
en la fe de la supervivencia, que tranquiliza su alma. […] ¿Quién
podría dudarlo? ¿quién podría creer que en España se haya com-
batido en vano por la libertad, que se haya combatido en vano en
todos los países de Europa de los que provienen estas cartas?” 4.
“Este libro, que es un monumento” (señalaba Thomas Mann) no
agradó al gobierno franquista. Y aún agradó menos el volumen
de 1961, Canti della nuova resistenza spagnola: 1936-1961 5. Desde
aquel momento los miembros del editorial Einaudi tuvieron
ulteriores dificultades para entrar en España.
Las tensiones políticas se manifestaban también en el ámbi-
to universitario. En 1966 Treves había visitado en Madrid el
“Centro de Enseñanza e Investigación”, donde Enrique Tierno
Galván y José Luis López Aranguren enseñaban sociología del
Derecho. Poco después también aquel Centro fue clausurado
por el gobierno franquista. Esta circunstancia se vincula a otro
de mis recuerdos: “En el congreso de la Asociación Internacio-
nal de Filosofía del Derecho y Filosofía Social de Gardone
Riviera, en septiembre de 1967, el español Luis Legaz Lacam-
bra había presentado una ponencia sobre la libertad, al térmi-
no de la cual Treves intervino con una dureza desconocida
antes para mí: ¿cómo podía proponer una teoría de la libertad
precisamente Legaz Lacambra que, en la práctica, como subse-
cretario del Ministerio de Educación, había participado en la
persecución política de sus colegas?” 6.
4 Thomas Mann, en su Prefazione de marzo de 1954, en Lettere di condan-
nati a morte della resistenza europea, cit., p. XXIII.
5 Sergio Liberovici – Michele L. Straniero, Canti della nuova resistenza spag-
nola: 1939-1961. Con la colaboración de Margot Galante Garrone, Einaudi,
Torino 1962, 118 pp.
6 Losano, Renato Treves, sociologo tra il Vecchio e il Nuovo Mondo. Con il
regesto di un archivio ignoto e la bibliografia di Renato Treves, Unicopli, Milano
1998, p. 41 y nota, en la que se citan los textos españoles sobre el evento.
Legaz y Lacambra de 1962 a 1968 fue Subsecretario del Ministerio de Educa-
ción, luego Ministerio de Educación y Ciencia.

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