Hacia un Derecho Común de la Unión Europea

AutorBeatriz Pérez de las Heras
CargoCatedrática de Derecho Comunitario de la Universidad de Deusto

Constatar que los sistemas legales en Europa convergen en numerosos ámbitos no constituye novedad alguna. En unas materias el acercamiento jurídico se ha realizado espontáneamente, en otras, de modo dirigido y centralizado. En cualquier caso, se trata de un fenómeno que se observa con especial intensidad tras la Segunda Guerra Mundial y que coincide con la emergencia de numerosas organizaciones internacionales donde se han gestado importantes instrumentos jurídicos.

A título de ejemplo cabe destacar el Convenio Europeo para la Protección de los Derechos Humanos y las Libertades Fundamentales, obra emblemática del Consejo de Europa, de 4 de noviembre de 1950. Hoy en día ningún jurista niega la formidable influencia de este texto en los Derechos y en las jurisdicciones internas, especialmente significativa en aquellos Estados en los que se le reconoce efecto jurídico directo, recuérdese así la conocida Sentencia Marckx c. Bélgica, del Tribunal Europeo de Derechos Humanos, de 13 de junio de 1979, cuyo pronunciamiento propició un acercamiento del Derecho de Familia en los países del Consejo de Europa, al desterrrarse completamente las previsiones sobre hijos ilegítimos.

En ocasiones, la aproximación normativa en Europa es clara consecuencia de esfuerzos de convergencia jurídica que se despliegan también a nivel mundial y que se proyectan primordialmente sobre cuestiones referidas a la economía y a los Derechos del Hombre. Entre otros, valgan como muestras la Declaración Universal de los Derechos del Hombre y los Pactos de 1966 sobre derechos políticos, civiles, económicos, sociales y culturales, de Naciones Unidas, la Convención, también de Naciones Unidas, firmada en Viena el 1 de abril de 1980, sobre Compraventa Internacional, o el Reglamento de regulación de diferencias de 1994, de la Organización Mundial de Comercio.

Ahora bien, a escala europea la mayor fuerza centrípeta hacia la unificación del Derecho proviene de la Unión Europea y, en especial, de sus Comunidades Europeas. Su constitución entre 1951 (CECA) y 1957 (CEE y CEEA) marcaron el inicio del actual proceso de construcción europea como proyecto de paz y de convivencia entre Estados, cuya aspiración última es la unión política. Los Tratados constitutivos de estas tres organizaciones y la legislación derivada de los mismos configuran, en afirmación reiterada del Tribunal de Justicia de las Comunidades Europeas (TJCE), "un nuevo orden de Derecho Internacional, dotado de un sistema...

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