Guantánamo, La Barbarie
Autor | Julio Picatoste |
Cargo del Autor | Magistrado (jubilado) - Académico de número de la Real Academia Gallega de Jurisprudencia y Legislación |
Páginas | 35-37 |
GUANTÁNAMO, LA BARBARIE 7
Tras el monstruoso atentado del 11-S es evidente que el clásico deba-
te acerca de la delicada tensión entre libertad y seguridad se ha resuelto en
EE.UU. enfebrecidamente a favor de la segunda, y a costa de la legalidad inter-
nacional y de los derechos y libertades individuales. Su reacción en el orden
político y jurídico ha sido harto expresiva. En el exterior, haciendo gala de un
neoimperialismo preventivo-belicista, vulnerador de las leyes de la guerra. Y
en el interior, recurriendo a la adopción de medidas excepcionales desdeñosas
con los derechos civiles. El ejemplo lo tenemos en la Usa Patriot Act aprobad a
por el Senado y promulgada mes y medio después del 11-S; en su virtud se
coneren al Gobierno poderes extraordinarios para luchar contra el terroris-
mo; y así: sin necesidad de la justicación previa de una sospecha razonable de
actividad delictiva, se podrán realizar investigaciones secretas en domicilios
particulares o escuchas telefónicas indiscriminadas, investigar correos electró-
nicos, detener libremente a extranjeros con el único motivo de considerarlos
una amenaza, grabar conversaciones entre abogados y clientes...
En suma, todo un arsenal de medidas con especial capacidad de aco-
metimiento contra las libertades ciudadanas. Ese exceso ya ha producido
indeseables consecuencias: el propio Departamento de Justicia puso de ma-
niesto que la aplicación de la Patriot Ac t ha dado lugar a la vulneración de
derechos fundamentales sin relación alguna con la guerra contra el terro-
rismo; dicho de otro modo, ciudadanos inocentes y libres de sospecha han
visto agredidos sus derechos constitucionales. Afortunadamente, se abor-
taron posteriores intentos legislativos de semejante jaez (TIA y Patriot Act
II). Dworkin no tardó en denunciar que en la sociedad americana se había
alterado el equilibrio entre libertad y seguridad.
Completa este panorama la indigna e ilícita situación de los presos de
Guatánamo; sobre ellos, en artículo publicado en nuestro país (Claves,146),
ha dicho el citado profesor de Derecho y Filosofía de la Universidad de Nue-
va York, que la actual política de la Administración estadounidense muestra
un desprecio intolerable por los derechos y la dignidad de sus víctimas.
7 Faro de Vigo, 21 de marzo de 2006 y La Nueva España, 26 de marzo de 2006.
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