Entrevista al Ilmo. Sr. D. Carlos Carnicer, Presidente del Consejo General de la Abogacía Española

Licenciado en derecho por la Universidad de Zaragoza en 1971, hizo su preparación práctica para el desempeño de la profesión en el despacho del letrado José Luis Espinosa. En el año 1972 causa alta como abogado en el Iltre. Colegio de Abogados de Zaragoza donde fue Diputado Octavo de la Junta de Gobierno durante el periodo 1974 a 1977. Presidente de la Agrupación de Abogados Jóvenes. Durante el periodo de 1990 a 2000 fue Decano del Iltre. Colegio de Abogados de Zaragoza; siendo desde 1991 Consejero del CGAE y desde 1993 hasta dejar de ser Decano del Colegio de Zaragoza, Consejero no decano del CGAE. En 1997 fue Presidente de la Ordenación Profesional del CGAE. Consejero de la Comisión Jurídica del Gobierno de Aragón, miembro del Comité Federal de la Federación de Colegios de Abogados de Europa y Secretario de la Federación Internacional de Abogados Pirenaicos. En el mes de julio de 2001 fue elegido Presidente del Consejo General de la Abogacía Española.

¿Qué valoración nos podría hacer del VIII Congreso de la Abogacía celebrado en Salamanca el pasado mes de octubre?

Todas las valoraciones deben ser positivas. Desde el punto de vista organizativo, Salamanca es una ciudad preciosa pero era la primera vez que albergaba un Congreso de semejante magnitud. Hay que tener en cuenta que éramos un total de 2.200 personas, eso entrañaba muchísimas dificultades no solo el alojamiento sino también para encontrar un marco en donde pudiéramos caber todos los asistentes. Lo que destacaría del Congreso, sobre todo, es la confraternidad. De lo que es mi experiencia congresual de la abogacía, que arranca en Palma de Mallorca, es el primer congreso al que hemos llegado sin tensiones marcadas, que se celebró en un clima de camaradería y confraternidad extraordinarias porque las dificultades, que sin duda las hubo, se resolvieron con extraordinaria buena fe y unas ganas de participar todos increible. Hay que decir también que el Congreso se preparó por muchísimas personas, no sólo compañeros del Colegio de Abogados de Salamanca, no sólo el decano, sino también otros decanos y consejeros voluntarios estuvieron trabajando durante muchísimo tiempo en actividades paracongresuales. Yo creo que hicieron una extraordinaria labor, por ejemplo esa implicación de toda la abogacía española con la ciudad de Salamanca creo que dio muy buenos resultados, desde la exposición del Siglo de Oro de la Abogacía de 1838-1936; la semana de cine jurídico en Salamanca, en la que colaboró hasta el Fiscal del Tribunal Supremo Ilmo. Sr. Eduardo Pérez Luce que es un renombrado experto en la materia que fue quien diseñó las películas y los foros, pasando por los conciertos de música que son tradicionales pero no con tanta abundancia desde los conciertos de órganos en la Catedral, y luego la inundación de Salamanca con nuestras corales, de todos los Colegios que cuentan con corales, y que actuaron no sólo dentro de un marco tan increíble como es la Clerecía, sino también por todas las calles. Y ese clima, insisto, de camaradería de la abogacía al margen del Congreso ayudó muchísimo al buen ambiente existente en los distintos foros de discusión. No se detectó, en ninguna de las cuatro ponencias, tensiones o radicalismos que en otros congresos han entorpecido la marcha de las ponencias. Luego, el resultado de las ponencias independientemente de su influencia normativa, es un documento histórico, es el resultado de lo que la abogacía española piensa sobre esas materias. A unos les parecerá mejores, a otros les parecerá peores, algunos más progresistas, otros menos progresistas pero ese es el reflejo de lo que somos hoy y de lo que tiene que servir es de reflexión a donde queremos llegar.

En su discurso inaugural del Congreso de Salamanca, usted apuntó que se deben articular más medios, sobre todo a nivel legislativo a fin de garantizar el derecho de defensa de los ciudadanos. ¿Piensa que se vulnera la presunción de inocencia en nuestro país?

Yo creo que todavía hay demasiados derechos fundamentales no suficientemente tutelados ni por la norma, que a veces...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR