La deshonestidad de la mujer. Consejos y regulaciones en la Edad Moderna

AutorFrancisco Carpintero Benítez
CargoProfesor Colaborador Honorario. Universidad de Cádiz (España)
Páginas103-123
La deshonestidad de la mujer. Consejos y regulaciones en la Edad Moderna
The dishonesty of women. Advice and regulations in the modern age
FRANCISCO CARPINTERO BENÍTEZ
Profesor Colaborador Honorario
Universidad de Cádiz (España)
francisco.carpintero@uca.es
Resumen: En los tiempos modernos, teólogos y moralistas discutieron sobre los vestidos y el
maquillaje de las mujeres y su relación con la deshonestidad sexual y el pecado. Algunos autores vieron
los escotes y los “afeites” como instrumentos peligrosos. Otros adoptaron una actitud más abierta y
tolerante.
Abstract: In modern times, theologians and moralists discussed about women´s dresses and make up
and their relation with sexual dishonesty and sin. Some authors saw cleavages and afeites as dangerous
instruments. Others, adopted a more open and tolerant way.
Palabras claves: deshonestidad, mujer, vestido, maquillaje.
Keywords: dishonety, woman, dress, make-up.
Sumario: 1. LA DESHONESTIDAD DE LA MUJER. CONSEJOS Y REGULACIONES EN LA
EDAD MODERNA. 2. VESTIDOS Y ADORNOS DE LAS MUJERES. 3. LOS DISCREPANTES. 4.
LA PÉRDIDA DE LA HONESTIDAD EN EL VESTIR. 5. CUESTIONES MÁS GENERALES. 6.
CREMAS, UNGÜENTOS Y DEPILACIONES. 7. LOS ESCOTES.
1. LA DESHONESTIDAD DE LA MUJER. CONSEJOS Y REGULACIONES EN LA
EDAD MODERNA
Puede extrañar el estudio de este tema en un filósofo del derecho. Pero, por el momento al
menos, no se me ocurre otro. Sucede que llevo meses trabajando en un estudio extenso sobre la
prostitución en la Edad Moderna. Y esto me ha llevado a interesarme sobre las costumbres de
las mujeres de hace siglos. Por supuesto, en este artículo no me refiero a las meretrices, sino a
las mujeres normales. Estimo que un estudio así añade un tono jovial a un acto necesariamente
Recepción: 01/06/2020
Aceptación: 04/06/2020
Cómo citar este trabajo: CARPINTERO BENÍTEZ, Francisco, “La deshonestid ad de la mujer. Consejos y
regulaciones en la Edad Moderna”, Revista de Estudios Jurídicos y Criminológicos, nº 1, Universidad de Cádiz,
2020, pp. 103-123, DOI: https://doi.org/10.25267/REJUCRIM.2020.i1.5.
Francisco Carpintero Benítez
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festivo, como es la inauguración de la Revista de nuestra Facultad. En los siglos que trato, era
normal que los discursos con que los Rectores de la Universidad, al abrir el nuevo curso,
tuvieran este tono, el más próximo al Gaudeamus igitur. Es cuestión de unirse a este estilo.
He preferido dejar los textos que van en castellano antiguo en su tenor literal. Posiblemente
esto dificulte algo su lectura; pero añade un sabor de época que, de otra forma, perderían. Las
mujeres de hoy, que trabajan, no se reconocerán en las páginas que siguen; pero deben tener en
cuenta que ha cambiado mucho la condición de la mujer a lo largo, especialmente, del siglo
pasado. Si quieren saber cómo vivían entonces las mujeres de las clases acomodadas, sólo
tienen que leerse “La perfecta casada” de Fray Luis de León.
2. VESTIDOS Y ADORNOS DE LAS MUJERES
Hay cosas que hoy nos resultan muy cercanas, como es que las mujeres procuren vestir bien,
que usen cremas de belleza, que se pinten las uñas o que vayan a la peluquería. Pero alcanzar
esto costó tiempo y bastante esfuerzo. Las razones a favor y en contra irán apareciendo
paulatinamente, que no es cuestión de soltar todo de una vez.
Tamburini se preguntaba si una mujer puede cuidar el ornato de su cuerpo sin pecado porque
con ello tenía a la vista un buen fin; es decir, no usar su vestido sólo para cubrirse el cuerpo,
sino atendiendo a la condición de su status social; él entiende que esto es laudable y que consona
con la recta razón
1
.
Leonardo Lessius, uno de los teólogos que cierran la Segunda Escolástica Española -aunque él
era belga-, y que fue considerado durante la Edad Moderna una de las mayores instancias para
declarar la moralidad, ya había establecido que el cuidado del cuerpo (cultus corporis) es por
indiferente, porque no va contra la caridad de Dios
2
. Concina representa aún una actitud
intermedia entre los defensores del ornato femenino y sus detractores, porque entiende que los
vestidos no han sido creados solamente para defenderse del frío y del calor, sino también para
distinguirnos entre sexos y grados; de este modo, los nobles y los magistrados se visten de
formas distintas a los demás hombres, y las mujeres se adornan más según que sean nobles o
plebeyas, o que busquen marido o vayan a una boda
3
. El mismo Lessius entiende que hay que
arreglar el cuerpo, y la casa, según sea la ocasión y que, en cualquier caso hay que vestir de
forma congruente a la calidad de la persona, de acuerdo con las costumbres confirmadas, según
los tiempos y lugares
4
. Puede tratarse de un lujo, ciertamente, y como todo lujo procede contra
1
HUGUETAN, J. A., RAVAUD, M. A., Explicationes in Decalogum et alia opera moralia, Lugduni, 1659, p. 95
2
THEODORICI, R., De justitia et jure caeterisque virtutibus cardinalibus libri quattuor, Paris, 1610, p. 14.
3
MAINARDI, Theologia christiana dogmatico-moralis elucubrata, , Roma, 1764, Tomus Prior, cap. III, titulado
de Vano mulierum ornato.
4
Op. cit., p. 805.

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