Álvaro López Nuñez' (1865-1936)

AutorJosé Luis Monereo Pérez
Páginas253-280
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“Álvaro López Nuñez”
(1865-1936)
1. ELEMENTOS DE UNA BIOGRAFÍA INTELECTUAL.
Álvaro López Nuñez (nacido en León, el 2 de junio de 1865, y fallecido en Madrid, el
30 de septiembre de 1936), fue ante todo un reformador social comprometido con la
instauración de los seguros sociales (puede considerarse como una de los fundadores de nuestro
sistema de previsión social) desde la ideología del catolicismo social y la propuesta de la
democracia cristiana. Al servicio de esta labor orientó su actividad como periodista (firmaba
frecuentemente con varios seudónimos), escritor y académico de la Real Academia de Ciencias
Morales y Políticas (16 de diciembre de 1919). Se licenció en Filosofía y Letras en la
Universidad de Salamanca. Se trasladó con su familia a Madrid y compaginó una doble
actividad en materia de seguros –llegando a ser Secretario de la Sociedad “La Mundial”,
realizando diversas publicaciones en la materia antes de la misma creación del Instituto
Nacional de Previsión (INP) y como representante en España de la Editorial Benziger de
Einsiedeln de Suiza. Esta editorial sería la que acogería algunas de las publicaciones de sus
obras literarias (narraciones, cuentos y traducciones). Fue discípulo de José Muluquer y
Salvador (como reconoce el mismo en LÓPEZ NUÑEZ,A., Ideario de previsión social,
Madrid, Publicaciones del INP, 1943, p.7). Ejerció una influyente actividad docente como
Profesor de la Escuela Social de Madrid, adscrita al Ministerio de Trabajo (y Comercio e
Industria, en la denominación realizada d urante la Dictadura de Primo de Rivera, en 1922).
Bajo la dirección del General José Marvá y Mayer, tuvo un papel destacado en la instauración y
la consolidación del sistema de Inspección del Trabajo en nuestro país. Desempeño la
Subinspección general de Trabajo, en el período de la Dictadura de Primo de Rivera.
Las publicaciones de carácter más científico en materia de seguros, ante todo, se
realizarían en el marco de los servicios de p ublicaciones del Instituto de Reformas Sociales
(creado a iniciativa de José Canalejas, y en el que trab ajó con Maluquer y Salvador del cual
siempre se consideró discípulo, Gumersindo de Azcárate, Adolfo Posada, Adolfo Buylla,
Pedro de Sangro y Ros de Olano, y Severino Aznar entre otras p ersonalidades del
reformismo plural presente en dicha institución) y el Instituto Nacional de Previsión (donde,
como brazo derecho de José Maluquer y Salvador, p repararía el proyecto de Ley de 27 de
febrero de 1908, creadora del Inst ituto Nacional de Previsión, en el cual se integró y
participó activamente hasta su muerte). En el INP asumió los cargos de Jefe de Publicidad,
Administración de la Caja General de Pensiones y Subdirector del Instituto. Dirigió, además,
el “Boletín del Instituto Nacional de Previsión”. Ello le permitió intervenir en la preparación
de las primeras leyes laborales y de protección social. Dentro de su doble labor como
propagandista social y escritor, cabe destacar su condición de fundador de “La Lectura
Revista de Derecho de la Seguridad Social. LABORUM nº3
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Dominial” y también fue redactor fundador del periód ico católico “El Universo” (1899),
junto con Rufino Blanco Sánchez y el grupo político del catolicismo conservador organizado
alrededor del Marqués de Comillas y Juan Manuel Ortí y Lara. El 16 de diciembre de 1919
sería elegido Acadé mico de la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas, tomando
posesión el 6 de junio de 1920. El discurso de ingreso, al tiempo una de sus obras más
importante, versó sobre El ideario de previsión social, con contestación de Eduardo San y
Escartín, conde de Lizárraga y uno de los artífices del catolicismo social conservador. López
Nuñez se había casado joven a los veinte años con la p oetisa Carolina Valencia Castañeda
(1860-1954), con la que le unía el interés por la literatura. Ej erció una importante labor
docente, tanto en la enseñanza privada co mo en la pública (Escuela Social de Madrid, sobre
previsión y seguros sociales en España). En su amplia labor docente, difusora y científica
tuvo numerosos discípulos (entre ellos destaca con luz propia Luís Jordana de Pozas).
Su ideario es el propio del catolicismo social, y como hombre de acción participó en
la creación como cofundador del “Grupo de la Democracia Cristiana” (1919), junto con otros
católicos sociales por entonces progresistas dentro de la corriente del catolicismo social
como Severino Aznar, Inocencio Jiménez y Maximiliano Arboleya Martínez. En dicho
Grupo ocupó el cargo de Censor. Había trabajo en el Instituto de Reformas Sociales y
contribuyó a crear, junto con su Maestro José Maluquer y Salvador (su verdadero artífice) y
Eduardo Dato, el Instituto Nacional de Previsión en 1908. Dada su implicación y
compromiso con la reforma social no sólo intervino activamente en el IRS y el INP, sino que
también participó en actividades internacionales relativas al reformismo social y a la mejora
de las condiciones de vida de las clases trabajadores (participó en numerosos Congreso e
Instituciones Internacionales, como los celebrados por la Asociación Internacional para la
Protección Legal de los Trabajadores Álvaro López Nuñez llegó a ser una los miembros del
Consejo Directivo de la Sección Española de la Asociación Internacional para la Protección
Legal de los Trabajadores, los Congresos de Política Social y las Conferencias
Internacionales del Trabajo y sobre seguros sociales obligatorios). En el IRS desplegó una
importante labor, y fue Secretario del mismo, permaneciendo en él hasta su disolución
(“refundición” en lenguaje oficial, elusivo) impuesta en 1924 por el régimen de la Dictadura,
siendo absorbido en el Ministerio de Trabajo; también algunos de sus personalidades más
significativas ( La Real Or den de 16 de j unio d e 1924, Gaceta de 20 de junio, relaciona el
personal del IRS que pasa a integrarse en el Ministerio de Trabajo). Durante Dictadura del
General Primo de Rivera formó parte de la Asamblea General, siendo un d e los muchos
integrantes del IRS y del INP que continuaría su labor bajo el nuevo régimen autoritario, a
pesar de que durante la misma se alcanzase nada más una retórica expansión de los seguros
sociales obligatorios, pues el avance de estos fue realmente modesto, primándose más los
instrumentos asistenciales de protección social. De este modo se hizo desaparecer un
organismo que había mostrado sus mayores frutos durante veinte años, rompiéndose con ese
espacio de encuentro p olítico y social. Con un planteamiento distinto y complaciente se
afirmó que todavía funcionando el IRS, “un buen día los que pertenecía mos a él nos vimos
sorprendidos con la incorporación al nuevo organismo (el Ministerio de Trabajo), hábilmente
realizada por D. Eduardo Aunós, y convertidos de la noche a la mañana, sin pensarlo, en
verdaderos funcionarios del Estado. Los que no pudieron incorporarse, por figurar en otro
escalón o por otra causa, pasaron a un organismo especial y que, por cierto, dio excelentes
resultados: me refiero al Consejo de Trabajo, co ntinuador, en cierto modo, de la obra d el IRS
en su primera fase de estudio e información” (MARTÍN-GRANIZO, L.: El Instituto de
Reformas Sociales y sus hombres, Madrid, Impr. F.Domenech, 1947, p.29).

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