Prólogo

AutorSamuel Rodríguez Ferrández
Páginas17-20
Prólogo
“Decía Borges en Prólogos con un prólogo de prólogos que si bien no hay
una teoría general de tal constructo literario, todos sabemos de qué se trata:
“El prólogo, en la triste mayoría de los casos, linda con la oratoria de sobreme-
sa o con los panegíricos fúnebres y abunda en hipérboles irresponsables, que
la lectura incrédula acepta como convenciones del género”; añadiendo luego
que, “el prólogo, cuando son propicios los astros, no es una forma subalterna
del brindis ; es una especie lateral de la crítica”.
Dos son las razones por las que me va a resultar complicado ayudar a los
astros a ser propicios en este caso. La primera es habitual en los prólogos de
tesis doctorales en Derecho penal, y consiste en el mayor conocimiento sobre
la materia que, generalmente, tiene el propio autor del libro que el prologuista.
La segunda estriba en la tendencia lógica a contextualizar el valor de la tesis
en relación con el valor del autor y de su esfuerzo, especialmente en casos,
como éste, en los que quien prologa ha dirigido la tesis doctoral y conoce, no
sólo científicamente, sino también personalmente, al artífice del libro. Pese a
estas cargas, trataré de acercarme más al juicio crítico que a la “Laudatio”, por
medio de un texto con el que pretendo situar la obra en el contexto científico
para valorar los aportes que realiza, y al autor en el contexto universitario,
para expresar la calidad y valía de su trabajo.
Aunque la dogmática penal había tratado anteriormente, tanto en artícu-
los como monográficamente, la cuestión de la respuesta jurídico-penal a las
infracciones que afectan a los distintos intereses sociales relacionados con el
agua, aún faltaba una obra como la presente que, además de ofrecer criterios
hermenéuticos para la mejor aplicación del art. 325 CP y otros, afrontara la
discusión político-criminal sobre el alcance de los tipos penales existentes en
relación con las necesidades de protección de un bien tan valioso como es el
agua. Y es que lo primero que llama la atención de “La protección jurídico-
penal del agua” de Samuel Rodríguez Ferrández es que se trata de un libro con
un título de corte clásico que encuadra un planteamiento moderno en el que la
valoración político-criminal tiene un altísimo protagonismo. Al fin y al cabo,
y como ha dicho recientemente Sánchez-Ostiz en Fundamentos de Política

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