El Lobishome de Vigo

AutorJorge Ramiro Pírez Suárez
Páginas31-35
El Lobishome de Vigo
Manuel Ferreiro Martínez de Aroxa (45 años), O Lobishome de
Vigo mira fijamente a su entrevistador. Manuel es un hombre distante,
de barba prominente y ojos oscuros, como negros caminos a la gruta de
una locura íntima y enraizada. Su voz es grave, su acento gallego denso
e inexpugnable. Manuel no está ni tranquilo ni nervioso, simplemente
está. Tras su aspecto duro y rudo se esconde un mortífero secreto.
Manuel jura a su entrevistador que él es un Lobishome. Un
Hombre-Lobo que en las noches de luna llena siente un ansia te-
rriblemente tangible y real; una palpitación en su corazón, latidos
arrítmicos que funcionan como un metrónomo de su necesidad.
¡La sangre llama a la sangre!
- Eu no so um homem, nunca o foi… so um lobo, lobo…- Y
mientras habla muestras sus colmillos afilados.
El entrevistador continúa tomando notas. Al parecer, Manuel
piensa que su humanidad es una burda máscara, un artificio plástico
ya que su verdadera naturaleza es la del Lobo. Hijo de una familia
de agricultores gallegos, desde muy pequeño sintió un extraño gusto
por la sangre y la carne. En su infancia devoraba conejos, liebres,
cerdos, etc. Hasta que poco a poco comenzó a bajar al pueblo en
busca de presas más grandes, jóvenes desprevenidas y borrachas a
las que asaltaba en callejones oscuros para devorar. Manuel asesinó
a seis mujeres a lo largo de los años.
Y entonces llegó Facebook. A través de la extensa red social,
Manuel encuentra a Guillermina Cruz Sanxenxo. Una mujer oligo-
frénica de 30 años que busca un hombre que la devore en un ma-
cabro ritual. Guillermina quiere vivir para siempre, ser una sola per-
sona a través un acto de tan sublime intimidad. Manuel, de manera
amable, acepta.

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