Carlos J. Fernández Rodríguez (ed.). Vigilar y organizar. UNa introducción a los criticial management studies. Editorial Siglo XXI, Madrid, 2007. 393 páginas

AutorCarmen Pineda Nebot
Páginas307-310

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La crisis del modelo de desarrollo y del Estado de Bienestar vigente en los países de Occidente desde la postguerra implicó crecientes cuestionamientos a la administración pública y culminó con la retirada de numerosas actividades de la gestión estatal y la redefinición de las tareas que quedaban a su cargo. A partir de la década de los ‘80 comenzaron a revisarse las formas tradicionales de gestión y de relación con la sociedad, en busca de esquemas más adecuados para la administración. La gran crisis económica internacional que se produce en esos años, traza un escenario en el cual el rol del Estado Interventor se ve fuertemente afectado. Desde ese momento, la presencia del Estado en la economía es vista como un obstáculo al desarrollo más que un aliciente. El origen de este grave desorden se centra en la crisis fiscal del Estado y en su modo de intervenir en la economía.

Siendo dos las principales fuentes teóricas de las cuales provienen la mayoría de las ideas y cambios propuestos en el contexto de la reforma de la gestión pública, la teoría de la elección pública y el llamado managerialismo (o neo managerialismo). La Teoría de la Elección Pública es una corriente que se ha venido desarrollando desde la mitad del siglo pasado, pero que fue tomada con mayor interés por la clase política a propósito de la emergencia de la denominada «Nueva Derecha». Su discurso estuvo muy marcado por una fuerte defensa de los valores y principios del mercado como asignador de recursos en la sociedad.

La segunda fuente de ideas tomadas en consideración para delinear los procesos de reforma de la gestión pública es el llamado managerialismo. Managerialismo o neo-managerialismo se refiere a la noción de que las organizaciones, tanto públicas como privadas, deberían cambiar su gestión hacia una nueva y más dinámica forma de gestión, que tome en consideración las distintas dimensiones que conforman una organización. El espíritu de la reforma en la Administración Pública sostenía que la burocracia estatal tenía que ser reorientada respecto de los «productos» y dejar atrás su visión tradicional basada en los procesos y reglamentos. También pensaban que había que transformar su cultura organizacional, orientándola hacia el cliente, y no tanto hacia la «antigua» noción de ciudadano. La burocracia, debería transformarse en una organización más flexible, más eficiente, menos jerárquica, remunerada en base a su rendimiento, con sistemas de contrataciones periódicos, y esencialmente más sensibles a la autoridad política.

Otro de los postulados básicos del managerialismo consistía en que la gestión pública para ser eficiente tenía que imitar a la gestión privada, y que por ello era necesario aplicar e implementar las prácticas y los sistemas de administración propios de las organizaciones privadas. Todas estas medidas implicaron un cambio de paradigma o modelo organizativo. Se pasó de uno de tipo weberiano a otro managerialista .

Todo ello marcó el inicio de una explosión en la literatura sobre gestión, inicialmente en el área privada. Tanto académicos como gestores publicaron textos para dar a conocer distintas visiones acerca de la mejor manera en que se deberían gestionar las organizaciones. Es interesante destacar que el cambio en la gestión de los organismos públicos ha sido tan grande no sólo en lo que respecta a las nuevas medidas adoptadas para mejorar el sector público, sino también en el área disciplinaria ligada a estas temáticas. Un ejemplo de este cambio es la imposición del concepto «gestión pública», desplazando la tradicional idea de administración pública. Siguiendo con esta idea de los cambios, es importante destacar que la adopción de ideas propias de la gestión privada en el sector público no fue sólo un tema técnico. Diversos autores llegaron a plantear que este cambio implica que lo privado pasa a tener una legitimidad mayor en términos sociales.

Es innegable el rol que jugó, a partir de esos momentos, la gestión privada en la conformación del paradigma de la Nueva Gestión Pública. Nuevos conceptos, nuevas ideas, nuevas formas de ver la realidad, se han ido imponiendo como prácticas

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aceptadas tanto entre los que estudian el área, como aquellos que toman decisiones...

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